LeBron y Wade avisan a los Celtics
Estos Heat van en serio, muy en serio. No necesitaron la lucidez inicial, sobre todo defensiva, del encuentro que abrió la serie para demostrarle a Boston que arrebatar un triunfo de Miami costará un esfuerzo titánico.
De nuevo Dwyane Wade (28 puntos) y LeBron James (35 puntos) acapararon ‘flashes’ sobre el parquet. Aunque esta vez cambiando el objetivo de los primeros planos. Si en el duelo inicial fue Wade el que ofreció una exhibición, en éste fue su compañero LeBron quien decidió cuándo y cómo acabar con la resistencia de los ‘verdes’.
Tibio fue el primer acto (47-42), sin sensaciones defensivas por parte de ningún conjunto, con los Heat recurriendo a su ‘Big Three’, con casi nulas ayudas externas; mientras los Celtics seguían buscando que Rajon Rondo encuentre el camino. Sin él, sin su faro, los de Rivers saben que no sólo están perdidos sino que no podrán encontrar el rumbo.
Los Celtics, ya mejor en labores defensivas, sobrevivían con el aporte desde el banquillo de unos acertados Delonte West (10 puntos) y Jeff Green (11 puntos), aguantando tras la reanudación al bloque de Spoelstra, apoyado en sus dos ‘gigantes’ y mejor respaldado esta ocasión por un Chris Bosh que, pese a firmar 17 puntos y 11 rebotes, sigue sin sentirse cómodo en la serie.
No obstante, con James y Wade irrumpiendo en momentos puntuales y un elogiable trabajo en su zona, los Heat siguen siendo un equipo con innegable apariencia de ogro. Entre ambos rompieron el partido a mediados del último cuarto, cuando el electrónico lucía un empate a 80 y preveía un final repleto de emoción y pizarra.
Pero no hizo falta. Los Heat subieron un punto su nivel defensivo, pudieron comprobar la belleza y eficiencia de su juego a campo abierto y ahí, con LeBron al frente del grupo, acabaron con la contienda. 14-0 de parcial en 4 minutos, el rival sin capacidad de reacción y 2-0 en la eliminatoria tras cerrar el segundo encuentro con 102-91.
Los Celtics, en los que Rondo (20 puntos y 12 asistencias) amagó pero no se encontró del todo, volverán al Garden con la soga al cuello. Sin margen de error, necesitarán la mejor de sus versiones para agarrarse a una serie que hasta el momento viaja, sin inclemencias meteorológicas, hacia la costa de Florida.
Oklahoma City apaga la efervescencia de los Grizzlies
Energía. Pura energía. Los Thunder, liderados por unos brillantes Kevin Durant (26 puntos) y Rusell Westbrook (24 puntos), perfectamente arropados por el resto del colectivo, fueron un huracán de intensidad que limitó a Memphis desde el inicio, no dando opción (111-102) y nivelando la serie (1-1) antes de viajar a Tenessee para disputar los dos próximos encuentros.
Los Grizzlies, enrachados y eufóricos, buscaban asestar un golpe mortal a la eliminatoria pero se encontraron con un rival bien diferente al del primer duelo. El cuadro de Brooks desató una tormenta tras el salto inicial que ahogó por completo cualquier esperanza visitante.
Con un despliegue físico abrumador, sobre todo defensivamente, los Thunder se encargaron de controlar la principal fuente de recursos ofensivos de estos Grizzlies, su juego interior. Y es que si en el primer encuentro Zach Randolph y Marc Gasol dominaron por completo la ‘pintura’, en el segundo fueron reducidos a su mínima expresión, consiguiendo entre ambos un frustrante 5/22 en tiros de campo.
Sólo las pérdidas de balón, provocadas por un ritmo frenético, evitaban una fuga letal casi desde el inicio de los locales, que tenían a Durant a un nivel estelar, anotando de todas las formas posibles, secundado por el eléctrico Westbrook, una auténtica pesadilla para los Grizzlies, y la aportación del banquillo, que rindió a un excelente nivel. Un rendimiento sólo empañado por los dos sustos de Serge Ibaka, que tuvo que marcharse a vestuarios en dos ocasiones por problemas físicos, primero en la rodilla y después en el tobillo.
Sobrevivió como pudo Memphis a la primera parte, marchándose ‘sólo’ diez abajo al tiempo de descanso (54-44). Pero poco cambió el panorama tras el paso por los vestuarios, con un equipo dominando todos los aspectos del juego y el otro a su merced. Memphis, con Mike Conley y OJ Mayo como estiletes, no tiró la toalla, prosiguió buscando un bajón de los Thunder que nunca llegó. Y es que el inicio del último cuarto derivó en el mazazo definitivo al encuentro. Eric Maynor (15 puntos) y James Harden (21 puntos), magníficos, enterraron cualquier esperanza de los Grizzlies al elevar la ventaja por encima de los veinte puntos.
Con la serie nivelada, los dos grandes soplos de aire fresco del Oeste viajarán a la Ciudad de Elvis para continuar su batalla y tratar de acercarse a una final de Conferencia que se atisba en el horizonte para dos proyectos tan ilusionantes como reales.
Derrick Rose, el ‘MVP’ más joven de la historia
Era un secreto a voces, pero por fin alcanzó carácter oficial. El base de los Bulls ha sido designado como el ‘Jugador Más Valioso’ (MVP) de la temporada, tras liderar a la franquicia de Illinois al mejor balance de la fase regular (62-20).
Pieza angular y líder indiscutible del conjunto de Tim Thibodeau (a su vez reconocido como ‘Entrenador del Año’), este curso Rose ha destapado totalmente el tarro de las esencias, convirtiéndose, a sus 22 años, en el jugador más joven de la historia distinguido con el galardón, superando la marca que hasta el momento poseía Wes Unseld, que conquistó el premio con 23 años en 1969.
El base de Chicago, que obtuvo 113 primeros puestos sobre 121 posibles, se impuso claramente en las votaciones a Dwight Howard, segundo; y LeBron James, tercero. Kobe Bryant y Kevin Durant fueron cuarto y quinto respectivamente.
Nadie esperaba unos Bulls tan dominantes esta temporada pero buena parte de las magníficas sensaciones ofrecidas en la cancha corresponden al ‘playmaker’ natural de Chicago, imparable desde la anotación y fortaleciendo una imagen de jugador capaz de dinamitar partidos en los momentos decisivos.
Durante la temporada regular, Rose ha promediado 25 puntos, 8 asistencias y 4 rebotes por encuentro pero sus estadísticas no reflejan uno de sus grandes activos, la influencia real ejercida durante buena parte de esos partidos. Explotando al máximo sus portentosas cualidades físicas, su prodigioso manejo de balón y feroz carácter competitivo, el base de los Bulls ha recordado a la Ciudad del Viento que no sólo había vida después de Jordan, sino que la gloria pueda estar de vuelta antes de lo que parece.
De momento, Chicago está en segunda ronda tras batir a Indiana (4-1). Atlanta aparece como el siguiente escollo a superar para unos Bulls con una preocupación evidente a día de hoy, el tobillo izquierdo de su gran estrella. Los Hawks ganaron el primer partido de la serie en el United Center y Rose volvió a tener problemas en su renqueante tobillo. De su recuperación dependen muchas de las opciones de los Bulls para seguir soñando con pisar la cima.