Corría la temporada 88-89, la del debut de Charlotte Hornets y Miami Heat. Los primeros acabaron con un balance de 20 victorias y 62 derrotas mientas que el entonces equipo de Julio Iglesias –era uno de los inversores- se quedaba en cinco triunfos menos. Aquella temporada los Heat protagonizaban el peor inicio de temporada en la historia de la NBA acumulando 17 derrotas seguidas. Hasta 10 rookies se dieron cita en un equipo integrado por novatos, jugadores de expansión y un técnico, Ron Rothstein, que pasará a la historia por ser uno de los entrenadores con peor balance victorias derrotas (29%) en sus cuatro años como responsable técnico en Miami (3) y Pistons (1). Los Clippers igualarían diez temporadas después el registro de los Heat en el año de lock out (9-41) con Chris Ford de coach.
A Frank Lawrence se le empieza a complicar, y mucho, su continuidad en los Nets. El otro “pariente pobre” de la NBA arroja un demoledor 0-15 en este inicio de temporada. De nada sirvieron los esfuerzos de Brook López (32 puntos, 14 rebotes, 2 tapones) ante los Trail Blazers de un renacido Oden (18 puntos, 8 rebotes, 4 tapones) para evitar una nueva derrota. Dentro de tres partidos los Dallas Mavericks podrían certificar el peor inicio de una franquicia en la historia de la NBA.
“Worst time in my life. Depressed & miserable”.
Así de contundente se mostraba Chris Douglas-Roberts tras la derrota ante los Nuggets (0-14) y sus 4 puntos en 30 minutos. El que fuera estrella de Memphis Tigers y uno de los jugadores más mejorados con respecto a la campaña anterior ha puesto de manifiesto un sentir que bien podría expresar el propio López o Devin Harris, la estrella del equipo durante la pasada campaña. Rafer Alston, uno de los nuevos, habla más de problema mental que de juego. Y el coach Frank Lawrence, quien ya se ve más fuera que dentro, remata diciendo que el vestuario parece una “Morgue”. Un claro ejemplo se ve en Brook López cuya producción está sufriendo demasiados altibajos, pasando de 27 puntos, 15 rebotes y 5 tapones contra Minnesota a 4 puntos, 5 rebotes y 3 tapones contra Orlando ó 5 puntos, 3 capturas y 2 tapones frente a los Nuggets.
¿Son tan malos estos Nets?
En los últimos años los New Jersey Nets han pasado de jugar dos finales de la NBA –un oasis en el global histórico de la franquicia- a volver a ocupar los últimos puestos de su conferencia. El goteo de bajas en cuanto a estrellas se refiere agrava todavía más el estatus actual. Jason Kidd se fue Dallas, Kenyon Martin a Denver, traspasaron a Jefferson a los Bucks arriesgándose con el chino Yi y este verano perdían a su último gran clásico. Vince Carter, una de las principales referencias anotadoras del equipo en los últimos años, acababa ciclo en los Nets para reforzar el ataque de los Magic. Con el marchaba Ryan Anderson, una estrella universitaria en California que causó una grata impresión en su año rookie y que está refrendando esta temporada en Florida. La veintena de puntos que podría aportar Carter más el plus de crecimiento que se esperaba de Anderson no ha sido cubierto por los nuevos. Rafer Alston es un base anotador pero muy irregular y Courtey Lee es un jugador de corte más defensivo a pesar de que sorprendió gratamente en ataque durante el pasado curso. Sabemos que el rookie Terrence Williams –un buen defensor- puede anotar pero en Louisville no pasó de la docena de puntos por partido.
Malditas lesiones
El crecimiento de Chris Douglas-Roberts –muy beneficiado en minutos tras la marcha de Carter– está poniendo de manifiesto que posiblemente era uno de los robos del pasado draft . El sophomore promedia 17 puntos y 5 rebotes por partido. Cuando mejor estaba jugando llegó la baja, y no fue la única. Éste ha sido otro de los factores claves en este horrible inicio de temporada. A Douglas-Roberts le cabe el honor de ser el primer jugador de la NBA en padecer la popular Gripe A. A este percance se les unieron las lesiones de Courtney Lee (7 partidos) y Devin Harris (10), dos de sus principales referencias en ataque pero también la de Yi Jianlian, que sólo ha jugado 4 partidos. Esto ha obligado a que especialistas defensivos como Hassell (6 puntos de media en 9 años de carrera) o Sean Williams (excelente taponador y reboteador pero nulo en ataque) dispongan más minutos que los previstos inicialmente con el consecuente descenso de producción anotadora.
La constatación: Actualmente los Nets son el peor equipo en ataque con 85 puntos por partido, 13 menos que la temporada pasada. Por el contrario, han mejorado la defensa y son el noveno mejor equipo con 95 puntos encajados.
Incertidumbre social
Y para rematar, el futuro cambio de dueño y estilo que experimentarán los Nets si acaba aprobándose el desembarco de Mikhail D. Prokhorov. La inestabilidad de cargos técnicos que auspicia la llegada del billonario ruso convertía la temporada de los Nets en “difícil”. Si a esto le sumamos las circunstancias a las que hacíamos mención anteriormente puede que ayuden a explicarnos el porqué de estos malos resultados. Sus vecinos, los Knicks, tampoco pueden levantar mucho la cabeza, ya que sólo han conseguido 3 triunfos. Aunque para satisfacer el ego les queda el haberse llevado el primer derbi , que no es mucho consuelo que digamos.