Phil Jackson no da puntada sin hilo. Esta semana entró a saco en la polémica sobre el rendimiento de los Heat de Miami y las famosas lágrimas vertidas por los jugadores de la franquicia de Florida tras la derrota sufrida ante los Chicago Bulls. Primero afirmó que el baloncesto no es un deporte para chavales y que "Los hombres no lloran y si lo hacen, lo hacen donde nadie les pueda ver". Más tarde, se refirió al juego del equipo de Lebron y compañía, manifestando que "No soy un gran fan del juego de los Heat. Me recuerdo a los videojuegos de Xbox, donde juegas al 1×1". ¿Qué le llevó al coach de los Lakers a hacer semejantes declaraciones? ¿Meter aún más presión a sus rivales?
Desconocemos cual era el objetivo real, pero lo cierto es que el duelo entre Los Ángeles Lakers y Miami Heat sirvió para que los de Florida recuperaran sensaciones y dejaran en mal lugar al Maestro Zen. Lograron una victoria de prestigio por 94-88, rompieron una mala racha de 5 derrotas consecutivas y recuperon para al mejor Chris Bosh (24 puntos y 9 rebotes), jugador cuyo rendimiento ha sido puesto en solfa en las últimas semanas. Esta vez fue Dwyane Wade (20 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias) el que se jugó las bolas calientes y no falló. Mientras que Lebron James coqueteó con el triple-doble (19 puntos, 8 rebotes y 9 asistencias).
Se rompe así una racha de 8 victorias consecutivas de los Lakers, cuya confianza parece que tampoco se va a ver muy afectada por esta derrota. Kobe Bryant (24 puntos, pero 8/21 en tiros de campo) fue de más a menos, Pau Gasol (20 puntos y 5 rebotes) cumplió y Andrew Bynum (13 puntos y 12 rebotes) se batió el cobre en la pintura… pero la 2ª unidad hizo aguas. 16 puntos entre Odom, Barnes, Brown y Blake, sí, pero con un horrible 4/17 conjunto en tiros de campo.
¿Se volverán a ver las caras los Californianos y los de la Florida allá por junio?