El legendario entrenador y once veces campeón de la NBA, Phil Jackson, que actualmente disfruta de un retiro placentero, ha vuelto a salir a la palestra por unas polémicas afirmaciones que parecen reabrir una herida ya largo tiempo sanada. Preguntado por la razón de que la famosa dinastía angelina de principios de la última década se viniera abajo, el "Maestro Zen", haciendo gala de un incorrectismo político habitual en él, sostenía lo siguiente:

"Shaq no se esforzaba. Michael fue capaz de tener éxito a pesar de todas las limitaciones en su juego. No podía tirar desde fuera. No podía defender. Pero todo eso se esfumó gracias a su ética de trabajo. Kobe vió todo eso como la más grande aspiración que debía alcanzar, y elevó su juego a un nivel completamente distinto".

Tras ganar tres campeonatos seguidos en 2000, 2001 y 2002, el vestuario empezó a sufrir graves fricciones, y Phil Jackson apunta a la personalidad de ambas estrellas (Shaq y Kobe), como la explicación clave de esta caída:

"Shaq adoptaba el papel de bufón en el equipo. Así que esa fue una de las razones del roce".

El actual pívot de los Pacers, Andrew Bynum, sigue acumulando un historial de polémicas y desentendidos allá donde va. En unas recientes declaraciones vertidas al periódico local de Indianapolis, el Indy Star, ha criticado duramente los sistemas ofensivos de su ex entrenador en Cleveland, Mike Brown, basados en el análisis escrupuloso de todos los detalles:

"Es como si yo te mando al supermercado y te doy tres opciones de crema de cacahuete para comprar, seguramente seas capaz de escoger una con facilidad. Pero si te doy 25 opciones, puede que estés ahí plantado media hora. Centrarse demasiado en los detalles no es siempre algo bueno".

Posteriormente, ha apostillado su peculiar forma de protesta, instigada por la mentalidad de los bases del equipo, más pendientes de tirar que de pasar la bola, según el jugador. Bynum ha afirmado, ni corto ni perezoso, que lanzaba tiros desde mitad de cancha, de forma intencionada y sin venir a cuento, en sus entrenamientos con los Cavaliers, y que se burlaba de la improvisada actuación arbitral llevada a cabo por el asistente del entrenador, Phil Handy.

"Esas fueron las dos cosas que hice, y las hice a propósito porque mi tiempo allí se había terminado", sentenciaba el que antaño fuera miembro de los Lakers.

La campaña de los Detroit Pistons está dejando mucho que desear, después de que el equipo prometiera grandes cosas tras los refuerzos veraniegos protagonizados por Brandon Jennings y Josh Smith. El hecho de que el conjunto se encuentre, actualmente, fuera de las posiciones de Playoffs, en una Conferencia Este que es de las peores que se recuerdan, ha desembocado en el despido de su entrenador jefe, el legendario Maurice Cheeks (sustituido por John Loyer). Una decisión que no ha gustado nada al propio Jennings, recién llegado esta temporada y jugador clave en Detroit.

"Le das a tu entrenador media temporada, con nuevas caras y nueva química…y yo pienso que no es suficiente tiempo. Me parece que fue colocado en una situación de desventaja. Estábamos ganando y ahora estamos jugando otra vez como los Pistons del principio".

Además, fue rápido en añadir:

"No tengo ningún problema con John. Es sólo que todo esto del cambio de entrenadores es una de las cosas más difíciles de llevar para mí. John era nuestro asistente, así que conozco mucho sobre él, pero es más un problema personal que yo tengo el hecho de que Mo se haya ido".

Pero esto del trash-talking no se circunscribe exclusivamente a las ruedas de prensa, también goza de protagonismo en las entrevistas a pie de pista, en mitad de un partido. Como ejemplo de ello, tenemos a Tyson Chandler, que en el descanso del Minnesota – New York era preguntado sobre como podía aprovechar su emparejamiento con Kevin Love, a lo que respondía:

"Hay que seguir yendo a por él. No sabe defender".

Entendemos que no le habrá hecho mucha gracia a la estrella de los Timberwolves.

Por último, el maestro Gregg Popovich ha dado su opinión sobre el concepto del liderazgo, y nos ha ofrecido varias pistas acerca de su filosofía de entrenamiento:

"A veces, en los tiempos muertos, puedo llegar a decir: 'no tengo nada para ti. ¿Qué quieres que haga? Acabamos de perder la bola seis veces. Todo el mundo está acaparando el balón. ¿Qué más pretendes que haga yo? Arreglárosla vosotros solos'.

Y después me levanto y me voy. Porque además es cierto. No hay nada más que pueda hacer por ellos. Podría soltarles alguna gilipollez, y actuar como si fuera un entrenador o algo, pero la solución la tienen ellos”.

Para terminar, el legendario coach de los Spurs añadía lo siguiente:

"Creo que a las personas con un carácter competitivo no les gusta ser manipulados para que hagan lo que otro individuo quiere que hagan. Es una gran sensación ver que los jugadores se unen y sacan las cosas adelante como grupo. Hay que potenciar a ese tipo de gente".

Tomen nota los interesados.