Es más que sorprendente el inicio de temporada de los Suns, sin duda. Sólo dos derrotas y contra equipos de un altísimo nivel (Lakers y Magic) y consiguiendo victorias increíbles en Boston, Philadelphia o Houston. La sonrisa parece volver a comandar la cara de un Nash renacido y eso lo están sabiendo aprovechar bien todos los jugadores para multiplicar su aportación y hacer, en este momento, de Phoenix un equipo líder en la conferencia Oeste.

El retorno a un estilo rápido de juego, aunque sin descuidar la defensa, obra de Gentry, ha sido su mejor baza. Nash es un maestro en este tipo de juego y eso lo demuestran sus ya 18 puntos y 12 asistencias de media. Está recuperando su mejor versión, esa que enamoró en tantos años de gloria a toda la NBA…y la misma NBA está orgullosa de ella.

La vuelta de Nash significa más que el renacimiento de un estilo. Con el liderazgo del canadiense, otros compañeros han vuelto a explotar o han conseguido una mayor implicación en un proyecto. Claro ejemplo es el de Channing Frye, que ha vuelto a encontrarse con su mejor versión tras años en la sombra. El estilo de juego de los Suns le ha beneficiado completamente y ahora Frye está en un excelente 46% en triples y promediando 13 puntos y 6 rebotes. La gran pregunta que todo el mundo se hace es si seguirá con este ritmo cuando vuelva Robin Lopez, pero es algo que ya se verá.

Los Suns parecen crecer como equipo y sus componentes también lo hacen. Jason Richardson ya demostró en Boston su nuevo rol y su capacidad anotadora. Se perdió los primeros dos partidos, pero su implicación con el proyecto es total y eso lo demuestran sus 17 puntos de media y dos actuaciones geniales, con 34 puntos en Boston y 29 en PhiladelphiaJ-Rich ejerce de líder cuando toca, y eso lo agradecen Nash y Stoudamire.

Pero la revolución de este equipo no se acaba en los titulares. Precisamente, lo que ha vuelto a hacer de Phoenix un equipo grande es la aportación de su banquillo. Al siempre omnipresente Barbosa, se le han sumado unos Dragic, Dudley, Amundson y Clark muy hambrientos de victorias. Precisamente, el rookie está disfrutando de buenos minutos y los aprovecha para dejar destellos de calidad o, simplemente, ser un jugador efectivo, tanto atrás como en ataque.

Pero, si tengo que quedarme con alguien, ese es Jared Dudley. Hace un año fue incluído en el traspaso de Richardson y parecía que no tendría muchos minutos en Arizona. En cambio, Gentry sí confió en él y el resultado es la mejor versión de Dudley de toda su carrera. Un jugador muy fiable desde la línea de tres (mejorando día tras día) y un gran especialista defensivo. Y todo mediante trabajo diario, enfrentándose a buenos anotadores y recuperando la confianza en su juego.

Y, ya que hemos hablado de Dragic, analicemos a la nueva versión del esloveno. El cambio que ha producido en un sólo año ha deslumbrado a muchos seguidores, especialmente a sus detractores. Dragic ha pasado de ser un jugador algo temeroso, que cometía muchos errores, a un buen base reserva, que sabe anotar cuando toca, ayuda en el rebote y empieza a impregnarse de esa magia asistiendo que tiene el gran Steve Nash.

El comienzo de estos Suns parece algo sorprendente, pero todo apunta a que éste será el último cartucho del proyecto de Kerr, con Nash y Stoudamire, para conseguir el anillo. Y todos parecen más motivados que nunca para conseguirlo…y eso es lo que más temen sus rivales. El sol parece que vuelve a brillar en Phoenix