Oscuridad, oscuridad y más oscuridad. Varios son ya los años en los que el sol de Arizona solo se deja ver en el logo del equipo. Los Phoenix Suns no entran en la postemporada desde el año 2009, donde cayeron en las finales de conferencia frente a los Lakers. Desde aquel entonces, los Suns viven en caída libre.
temporada pasada
La pasada campaña terminó de manera nefasta, con un balance de 19-63 y que, hasta la fecha, es el segundo peor registro de la historia de la franquicia. Últimos en el oeste, general manager y entrenador destituidos (ya van 5 en los últimos 5 años), tercer peor ataque de la liga (105.3 PPP, 28º) y segunda peor defensa (114.2 PPP encajados, 29º) son demasiados “castigos” para un mismo equipo.
Pocas cosas pudieron hacerse peor en una temporada en la que la única nota positiva fue DeAndre Ayton. Ensombrecido por Doncic y Young, el pívot de los Suns promedió 16 puntos y 10 rebotes superando el 55% de acierto en tiros de campo, algo que únicamente Shaquille O’Neal consiguió como novato. Kelly Oubre también fue una buena noticia para la franquicia. Llegó vía traspaso desde Washington y desde el All-Star promedió 20 puntos y 6 rebotes, lo que le concedió este verano una renovación de 30 millones por dos temporadas.
Tras muchos años detrás de ello, los Suns han hecho los deberes; y es que desde este verano, Devin Booker por fin descansará tranquilo. En Phoenix estaban faltos de un base que pudiera dirigir al equipo con garantías y consiguieron hacerse en la agencia libre de este verano con el reciente campeón y MVP del Mundobasket, Ricky Rubio. El base catalán llega tras firmar un gran contrato (51 millones por 3 años) y quitará de los hombros de Booker el peso organizativo del equipo. Ricky llega en su plenitud personal y deportiva con la determinación de hacer salir a los Phoenix Suns del pozo donde llevan años inmersos.
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Destacan también las llegadas vía traspaso de Dario Saric (entregaron su pick 6 a cambio del croata y el pick 11 de los Wolves) y Aron Baynes (a cambio de una primera ronda de 2020), así como la firma de Frank Kaminsky en la agencia libre (10 millones por 2 años). Jugadores que deben hacer que la defensa en la pintura de los Suns sea más dura.
estrella
Devin Booker es un talento generacional, y de ello no hay la más mínima dura. Un anotador feroz e insaciable, que es capaz de hacer partidos de 30 o 35 puntos sin “despeinarse”. La pasada campaña aumentó su promedio anotador, fijando sus números en 26.6 puntos, 4.1 rebotes y 6.8 asistencias. Su promedio desde el triple no ha sido demasiado bueno (32.6%), pero es un aspecto que seguro mejora esta temporada, ya que es en lo que va a tener que marcar la diferencia más que nunca.
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4 años en la liga lleva Booker, los mismos que lleva jugando con “cargas extras” de responsabilidad a sus espaldas. Con Ricky a su lado, no debería extrañarnos verle en las conversaciones para disputar el All-Star game. Le espera un apasionante año donde “soltarse” y centrarse en mejorar sus aspectos del juego más deficientes como la defensa.
rookie más destacado
Como elección en el draft más destacada encontramos a Cameron Johnson, procedente de la mítica Universidad de North Carolina. Un alero de gran envergadura (2.06 m) con una capacidad de anotación asombrosa. Llega a la NBA promediando 16.9 puntos, 5.8 rebotes y 1.2 robos con unos fantásticos promedios de acierto en tiros, 50.5% en TC y 45.7% en T3. Arma muy rápido el tiro y tiene una buena entrada a canasta. También es buen defensor, a pesar de faltarle agresividad. Otro diamante en bruto más para los Suns.
coach (y estilo de juego)
Monty Williams estrenará el banquillo de los Suns, y veremos si lo hace para quedarse. Aterriza en todo un “rodillo” de los banquillos con la esperanza de ser el entrenador que rompa la mala dinámica del equipo. Llega tras finalizar su labor como asistente en los Sixers, siendo anteriormente a ese cargo, entrenador de los New Orleans Pelicans durante 5 temporadas.
Williams ha estado junto a Billy Donovan, Gregg Popovich y Bret Brown como asistente tras salir de los Pelicans, mejorando así poco a poco sus procedimientos y métodos como entrenador. No es viable ser de los peores equipos en ataque y en defensa, y los Suns lo fueron la pasada campaña. Deberán controlar las pérdidas ya que fueron el segundo peor equipo de la liga en este apartado.
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El nuevo entrenador inculcará a los suyos un ataque organizado, compartiendo y circulando bien el balón. Pero el aspecto esencial y primordial que definirá el éxito o fracaso de este equipo es la defensa. Ricky y Ayton deben ser las piedras angulares de este aspecto del juego. El primero ha demostrado siempre ser un defensor insaciable; y el segundo, a pesar de no ser un mal jugador en esa faceta, esta falto de intimidación y agresividad. Phoenix les necesita si quieren llegar al siguiente nivel.
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situación salarial
Los Suns viven una situación económica bastante flexible, a excepción del super contrato de Devin Booker (158 millones por 5 temporadas). Los salarios de sus jugadores suman un total de 112.3 millones, siendo de los más bajos de la conferencia oeste y de la liga en general. Tyler Johnson (19 millones) y Aron Baynes (5 millones) son expiring, por lo que dejarán un espacio interesante en las arcas de los Suns.
En cuanto a los salarios de los recién llegados destaca del de Ricky Rubio, quién cobrará unos 16 millones esta temporada, sumando 51 en total durante los 3 años de contrato. Frank Kaminsky percibirá 4.5 millones esta temporada, teniendo otro año no garantizado (team option de 5 millones). Baynes es expiring y recaudará 5 millones la presente campaña; así como Dario Saric recibirá 3.5 millones este curso, teniendo opción de ganar una oferta cualificada de 4.7 millones para la próxima temporada.
Top 3 Salarios: Devin Booker (151 millones x 5 años), Ricky Rubio (51 millones x 3 años) y Kelly Oubre Jr (29 millones x 2 años).
predicción y objetivos
El objetivo principal y primordial es superar cuanto antes las 19 victorias de la pasada campaña y mejorar notablemente en el apartado defensivo. El ataque mejorará sin hacer especial esfuerzo, ya que tiene talento de sobra para ello. Pero el apartado defensivo es algo en lo que todos deben aportar y demostrar una unidad como equipo. Intentarán entrar al top 10 del oeste, pero no deberían obsesionarse con los resultados si no más con los mejorar los conceptos y en crecer como grupo.