Una de las series más disputadas se trasladaba a Philadelphia trass que los Sixers robaran el factor campo haciéndose con una victoria en el Game 2. Ahora tocaba ratificar lo hecho en Canadá y poner un punto a favor en al serie, y vaya si cumplieron. El Walls Fargo Center disfrutó al ritmo de sus jugadores de una victoria que los acerca un poco más a disputar la final de conferencia. Tras tantos años de malos resultados, la alegría llegó para quedarse.

Philadelphia Sixers 116-95 Toronto raptors

Uno de los factores que venía siendo clave durante esta serie era la defensa de Marc Gasol sobre Embiid. El español estaba poniendo las cosas más que difíciles al camerunes, pero así y todo los Sixers se habían robado una victoria de campo rival.

El partido comenzó a un ritmo frenético, como no podía ser de otra forma. Transiciones rápidas para Simmons, y más de lo mismo con Lowry y Siakam. El primero que empezó a marca la diferencia fue Embiid. Algunas faltas recibidas, un triple y un gancho desde el posta bajo lo situaban con 7 puntos en apenas cinco minutos de juego.

Por el lado de los canadienses, goleo más repartido. Con Siakam y Leonard como referentes, también se apuntó a la fiesta Danny Green con sus triples.

Tras retirarse Embiid por su restricción de minutos, ingresó uno de los recientes fichajes de los de Brett Brown, Greg Monroe. El pívot veterano rindió muy bien en los minutos que estuvo en pista leyendo el juego y abriendo espacios para conseguir liberar la zona a las penetraciones de Jimmy Butler o del propio Simmons.

Así como a Toronto le costó anotar si no era por Leonard, en los Sixers todos podían generar. Si no era Embiid o Simmons, aparecían Harris o Redick. Unos desde el poste bajo, otros desde el triple o incluso rompiendo desde 1 vs 1. La variedad de recursos ofensivos del cojunto de Pennsylvania no se agotó nunca, por más esfuerzos que hicieran los canadienses. Pero cada vez que pupilos de Brown parecían marcharse en el marcador, aparecía Kawhi para mantener a los suyos en partido.

Los Sixers llegaron a la media parte con una ventaja de 11 puntos pero con la sensación de que podían seguir aumentándola. Así lo hicieron, con un Embiid a paso fimre y con Redick enchufándose a ratos, llegaron a estirar la ventaja a 15 puntos con poco más de 4 minutos para acabar el período. Pero los Raptors tiraron de orgullo al final y de un Kawhi Leonard muy inspirado para volver a meterse en el encuentro y reducir la diferencia a solo 8 puntos.

El último cuarto fue el que quebró por completo el encuentro. Y el encargado de hacerlo fue Joel Embiid. El camerunes se diviritió jugando con sus oponentes y anotando tiros de todos los colores. Pero su actuación no era solo ofensiva. De los 5 tapones que hizo, dos vienieron en el úlitmo período de formar espectacular ante Pascal Siakam.

Y es que los Raptors no lograban defender como de costumbre ni tampoco atacar fluído. Cuando quedaban 5 minutos de juego, los canadiensens solo habían anotado un tiro de campo, un triple, de los 12 que habían intentado. Mientras que los Sixers llevaban 19 puntos en tiros de campo. El partido se acabó de romper cuando Embiid, tras un contrataque con él llegando como trailer, finto a Gasol e hizo un mate concurso para levantar al Fargo Center de sus asientos.

Allen Iverson miraba desde la grada y no paraba de reírse y disfrutar del baloncesto. Brett Brown se pudo dar en lujo de acabar el partido jugando con Marjanovic, Amir Johnson, McConell, Jonathon Simmons y Johan Bolden para cerrar el 116-95 definitivo.

Las cosas van bien encaminadas para unos Sixers que creen que este es su año y no lo van a dejar pasar.