"Me estoy dando cuenta de que puedo ilusionarme en un partido de baloncesto incluso sin haber tocado el balón".
Andrew Bynum sí lo tocó, y de qué manera, ante los Dallas Mavericks. Era la quinta vez en su carrera que conseguía sumar más de 20 puntos y 15 rebotes en un partido.
En el lejano recuerdo, empezaban a quedar muy atrás sus 42 puntos y 15 rebotes contra los Clippers en el 2009. Lesiones y más lesiones. Mil ilusiones en el volver a empezar y mazazo continuo que han impedido una progresión que debía haber sido una realidad hace tiempo. Esta circunstancia llegó a desesperar a aquel joven impetuoso que no se amilanó ante el gran Shaq. Remembranzas del Gasol vs Garnett.
Precisamente, el mal estado de sus rodillas y la explosión no consumada es lo que generó uno de los rumores más mediáticos pre deadline, aunque con escaso fundamento. Los voceros de la rumorología planteaban la necesidad de un cambio para los Lakers. Contagiados, seguramente por las palabras del GM, Mitch Kupchack, tras la derrota contra los Celtics en el Staples. Bynum por Anthony podía ser el trueque perfecto para las aspiraciones de título para Melo -y por extensión para los Lakers. Más nebuloso quedaba el futuro de Bynum, que pasaría a formar parte de uno de los frontcourts más lisiados de la NBA (la buena salud no es la principal virtud de Martin y Nené).
Se sumaba otra corriente que venía a decir que Bynum era un jugador de la vieja escuela; buen taponador y reboteador, pero extremadamente dependiente de las cercanías del aro. Lo que ‘mola’ en la NBA son los centros versátiles: el 5 que puede jugar de 4, que puede jugar de 3 ¿Realmente necesitaban los Lakers a un tipo de más de 2.10 lanzando triples?
Tal vez los Lakers hubieran necesitado mover el mercado para reforzarse después de pasar por un periodo convulso. Ron Artest era el otro gran señalado.
Nunca podía serlo Bynum.
"(Bynum) se está manifestando ahora con toda su fuerza", afirma Phil Jackson. Somos sabedores de lo crítico que puede ser el ‘señor de los anillos’ con sus chicos. Estas palabras deben sonar a música celestial en los oídos del gigante de 2.13.
Las posibilidades de los Lakers desde el interior son infinitas. Son, posiblemente, el mejor equipo de la NBA. Contar con dos torres de 7 pies capaces de desequilibrar un partido, desde el talento, pero también desde la fuerza bruta. No es baladí ¿Alguien conoce una de las razones del refuerzo interior de los Thunder?
Siempre se ha dicho que el traspaso de Gasol ha marcado una época en la NBA. Desprenderse de una de esas torres hubiera supuesto hipotecar en gran parte las posibilidades de éxito para esta temporada… A pesar de que Bynum siguiera sin encontrar el feeling (recordemos que se perdió el inicio de temporada).
El All Star Weekend viene a ser la primavera de la NBA. Después del parón de las estrellas, muchos son los jugadores que reverdecen. Para enhorabuena del "pariente rico", es el caso de Drew.
Una ojeada a la última estadística del #17 de los Lakers nos habla de un jugador que está viviendo uno de sus mejores momentos como profesional. Sus números de marzo nos sitúan en 12.6 puntos, 14.6 rebotes, más de un 64% en tiros de campo y 2.7 tapones. Estadística que mejora ligeramente sus guarismos en los últimos 10 partidos: 12.6 puntos, 12.7 rebotes, 63% en tiros de campo y 2.6 tapones. Mejora, con mucho, su aportación reboteadora (7.9 rebotes en enero y 8.6 en febrero) y sólo en enero su producción en ataque es mejor (13.1 puntos).
Los Lakers necesitan de su contundencia reboteadora para descargar a Pau Gasol de estos menesteres: 8.9 rebotes en los últimos diez partidos; 6.4 en los últimos cinco. En este terreno es donde Bynum puede marcar las diferencias en la NBA, de cara al asalto al anillo:
- 4 puntos, 17 rebotes y 3 tapones en la victoria ante los Spurs (06/03)
- 16 puntos, 16 rebotes, 3 tapones y 3 asistencias en el triunfo contra los Hawks (08/03)
- 13 puntos, 12 rebotes y 1 tapón en la derrota contra los Heat (10/03)
- 22 puntos y 15 rebotes en la victoria contra los Mavericks (12/03)
- 10 puntos, 18 rebotes y 4 tapones en el triunfo ante los Magic, contra Howard (14/03)
Leemos que todavía se pone hielo en sus inflamadas rodillas y que iniciará una batalla contra la báscula para no castigarlas tanto. Nosotros nos quedamos, además de con sus rebotes, con su sonrisa.
Decía el poeta: "¿Por qué todos los jugones sonríen igual?"