Tras la última derrota ante Miami -tercera consecutiva en un cómodo calendario hasta el momento- eran múltiples las lecturas que se hacía sobre el juego de los Blazers. Las declaraciones de los jugadores ayudaban a crear más dudas, mientras Benjamin Golliver o Kevin Pelton apuntaban a la defensa como inicio de los males del equipo, ¿qué sucede en los Blazers? Nuestros colaboradores apuntan a varios flancos

Meej

Meej El análisis estadístico de los Blazers tiene a los comentaristas americanos asaz confundidos: hasta la racha de derrotas, el equipo había mejorado en defensa a pesar de la baja de Batum, pero había empeorado en ataque donde Andre Miller parecía haber desajustado la delicada maquinaria de Portland. Pero ahora la defensa también se ha desplomado y sólo queda un equipo que alterna las derrotas con las declaraciones poco halagüeñas hacia el técnico. En las temporadas anteriores los Blazers eran claramente el equipo de McMillan, que retenía las riendas con puño de acero, pero esta temporada ni el entrenador mantiene su control ni los jugadores lo han asumido. En el pasado los buenos resultados fueron el gran apoyo del entrenador, y en el presente lo están condenando.

J.R. Sanchis

J.R. SanchísBrandon Roy es la estrella del equipo y el aglutinador del juego. Este verano la franquicia le premió con un suculento contrato. No problem. El crecimiento de LaMarcus Aldridge en su segundo año era obvio así como su consolidación en esta temporada. Perfecto, pues. El rookie Oden se lesiona gravemente y no juega en el año de su debut. ¿Tenemos a otro Sam Bowie? Su segundo año no es para echar cohetes y vuelve a lisiarse aunque con menor gravedad. Houston, esto se complica. Verano del 2009. Oden amenaza con ser el mejor pívot del Oeste y durante este inicio va recuperando sensaciones y haciéndose mayor. Ya no es un peón defensivo sino que se convierte en un arma importante dentro del ataque. A esto hay que añadir el retorno de Martell Webster tras un año en el dique seco aunque la mala noticia es que no podamos ver a Outlaw hasta marzo. Salvo este percance, todo perfecto para McMillan. Ahora tiene dos poderosas armas en la zona. Brandon Roy puede ir más desahogado en ataque. Stave Blake y Andre Miller son grandes pasadores. ¡¡Chachipilongui!!. Resultado: Los Blazers van 12-8, han perdido sus tres últimos partidos y ahora que tienen más “pegada” no saben jugar…

Juan Carlos Serrano

Juan Carlos SerranoNada que discutir si el maestro Hubie Brown apunta como clave principal para ellos fijar un juego al poste con sus interiores. Requisito de todo equipo importante, y más aquí con Aldridge alejándose del nivel All-Star y el desarrollo inevitable de Oden. Para meterles buenos balones, y por la falta de contraataque, se experimentó con Blake y Miller de titulares; un anhelo legítimo el mejorar la circulación con tanto base, dejando una segunda unidad con punch anotador y espacios con el lesionado Outlaw de cuatro, pero que se vuelve vulnerable en defensa, revela debilidades en los suplentes exteriores y atenta contra lo innegociable: mover de posición a tu mejor jugador. La vuelta a la configuración ortodoxa, la que no se hubiera abandonado con Batum, mantiene el lío con un Miller suplente por ese respeto a la antigüedad en la empresa que está mostrando McMillan, tensando la cuerda más de lo debido sin que llegue la reacción deseable. Con el calendario menos cargado deben concentrarse primero en recuperar rápido al mejor Roy.

Gerard Solé

Gerard SoléCuando un equipo no funciona, lo primero que se acostumbra a hacer es mirar hacia el banquillo, la rotación de los jugadores… Personalmente, creo que es el momento de mirar hacia el gran líder de los Blazers: Brandon Roy. El escolta está firmando una mala campaña, lejos de los maravillosos buzzer beaters de la pasada y de un rendimiento casi de MVP. Partidos de más de 50 puntos (¿quién no recuerda la exhibición ante Phoenix en el Rose Garden?), o, simplemente, la gran referencia de un equipo que hacía maravillas ya soñando en los Playoffs. Brandon acabó el año con 22 puntos de media, con 48% en tiros y 37% en triples. En este año, Roy no llega a los veinte y sus porcentajes han menguado, 45% en tiros y 31% en triples. El líder espiritual empieza a dar muestras de flaqueza y no es el jugador sólido que esperaba y necesitaba un equipo que quería soñar, un año más, con una larga estancia en la post-temporada.

Xesús Serrano

Xesús SerranoMi J’accuse particular tiene como destinatario a Kevin Pritchard. Tras una fantástica labor, el affaire Darius Miles y su consecuencia sobre la carga salarial llevó a que las opciones de fichajes dejaron de ser tan positivas como se esperaba, pese a lo que contaban con ventajas a la hora de negociar por agentes libres. No creo que Turkoglu o Milsap fuesen lo que necesitaba el equipo, y sigo sin entender el motivo por el que no fue a por Ariza con toda la carga salarial disponible. Joven, con experiencia en la fase final de la temporada y cubriendo el punto más débil de la plantilla. Andre Miller está siendo un problema más que una solución y Brandon Roy no ha empezado bien el curso. Las quejas en el vestuario a los diferentes roles y cambios en el equipo que McMillan está efectuando no se han hecho esperar tras las derrotas, empezando una peligrosa dinámica que el entrenador tampoco ha sabido parar, además de que las numerosas lesiones no han ayudado. La mejora de Oden no es suficiente si no se recupera al mejor Roy, y la lucha por el anillo esperará mientras no consigan un especialista defensivo exterior. Al menos tienen bastante margen en traspasos para arreglar el desaguisado. Pritchard, arregla el entuerto, es otra vez tu turno.