No hay fecha programada para una nueva reunión. El director del sindicato, Billy Hunter anunció que los jugadores están dispuestos a bajar sus pretensiones, pero siempre que no se toque el límite salarial. Un sistema que permite que jugadores como, por ejemplo, Rashard Lewis, lleguen a cobrar 22 millones de dólares y que impide –como bien refleja el columnista de la espn J.A. Adande– que a otros, como Nowitzki, alcanzar dicha cifra. Pero como dice Lewis, no se puede culpar a los jugadores de los contratos. Son los agentes los que los negocian y si existen ofertas suculentas/desorbitadas deben aprovecharse. Tempus fugit. Curiosamente Lewis fue uno de los rookies afectados por el lockout de la temporada 98-99 y no debutó hasta febrero del 99.
Los propietarios presentan números rojos y no están dispuestos a volver a perder 300 millones de dólares, siempre según sus fuentes. Mientras que los propietarios quieren eliminar el blindaje de los contratos garantizados y la duración de los mismos, los jugadores se mantienen en sus trece de no tocar el límite salarial. Un límite que, por otra parte, puede saltarse pagando el denominado impuesto de lujo, algo que solo pueden hacer las franquicias con más proyección. Éste es el resultado de la última reunión en la que se han dado cita los representantes de las partes en conflicto. Anteriormente ha habido reuniones previas por separado.
El modus operandi de los interlocutores parece que no va a cambiar. Jugadores y propietarios mantendrán en su schedule un próximo encuentro en sus respectivas delegaciones, pero hay fecha para que se reúnan de nuevo conjuntamente. El presidente y base de los Lakers, Derek Fisher, no se ha mostrado nada optimista respecto al resultado de las mismas y augura un retraso en el inicio de la competición aunque de momento se siguen manteniendo las fechas para el inicio del training camp (3 de octubre) y de la competición (1 de noviembre). Hunter, por su parte, ha avisado que los jugadores están dispuestos a no jugar como lo demuestra el hecho de que cada día veamos publicadas las intenciones ‘overseas’ de muchos. Sin embargo el base de los Wolves, Sebastian Telfair contradice las declaraciones de Hunter y afirma que los jugadores se mueren por empezar a jugar: "Va a haber temporada. La razón por la que lo digo es porque los jugadores quieren jugar y los propietarios disfrutan igual que lo hacemos nosotros. Al final, eso pesará más que todo el valor del negocio".
De momento más de medio centenar está matando tiempo en la Impact Basketball de Las Vegas, jugando sin cobrar y dejando actuar a los agentes. Ahora el mercado global permite a los jugadores NBA jugar overseas algo que era más complicado en 1998. Algunos, como Isaiah Thomas, puede estar el Las Vegas gracias a la financiación de algunos de sus futuros compañeros y la situación para estos, es más grave. Otros, como Deron Williams, ya se han asegurado la nomina mensual pudiendo retornar a casa cuando lo deseen.
Unos 70 jugadores comparecerán este jueves, día 15, en Las Vegas, muchos de ellos para seguir jugando la Impact Basketball League y todos para seguir debatiendo sobre su futuro.