Antes de jugarse el Pistons-Rockets, McGrady no esperaba jugar pero Rick Adelman le propuso jugar durante el inicio del parido. T-Mac regresaba a las canchas nueve meses después de sus lesión de microfractura en la rodilla izquierda. La estrella de los Rockets salía al campo cuando habían transcurrido 2.16 minutos del primer cuarto y se llevaba una gran ovación en el Toyota Center. Falló su primer lanzamiento pero en el segundno intento lograba su primer triple desde febrero del 2009. Jugó 8 minutos (todos en el primer cuarto) en los que sumó 3 puntos (1/2 en triples) y  3 rebotes.

Los Rockets se impusieron a los Pistons por 96-107 con un gran partido de Scola (23 puntos, 8 rebotes), Chase Budinger (16 puntos, 12 rebotes y 5 asistencias) ocupando el puesto de Ariza, Aaron Brooks (23 puntos, 10 asistencias) y el sexto hombre Carl Landry (19 puntos, 6 rebotes).

Adelman aprovechó el partido de sanción de Ariza para que T-Mac se diera un baño de multitudes. "Esto demuestra que aprecian lo que he hecho aquí en los últimos 5 años", dijo el escolta.

Hace un par de semanas McGrady se pronunció apto para el juego pero el cuerpo técnico decidió que no era el momento por lo que se creó un clima de inestabilidad que llevó a cuestionar la continuidad de T-Mac. La estrella de los Rockets declaró que tanto él como su familia se encuentran muy cómodos en Houston y que le encanta jugar con sus compañeros y está encantado con la organización del equipo texano.

La temporada pasada fue la peor campaña para el escolta en la que promedió 15.6 puntos por partido, el peor promedio desde que llegó a Orlando en el 200-2001. McGrady reconoció que estaba para no jugar aunque decidió hacerlo.

El impacto de T-Mac sobre la afición es tal que estaba siendo uno de los más votados  en las votaciones del All Star sin haber jugado todavía, aunque en este caso el voto chino -ausente Ming- está siendo fundamental.