Antes de acabar el 2014 un artículo de David MacKay especulaba con un posible traspaso de Víctor Claver a tres franquicias distintas: Milwaukee Bucks, Los Angeles Lakers y Charlotte Hornets. El periodista argumentaba su hipótesis dándole la vuelta a todo lo que fuera reversible en el asunto, para así hacer que pareciera posible el movimiento de una franquicia a otra. Tal situación no se llevó a cabo y pasaron unos cuantos meses hasta que finalmente Claver fue traspasado. Traspasado y, de regalito, cortado.
En realidad la historia del jugador español recuerda un poco a El Castillo de Franz Kafka. En la novela inacabada del autor de Praga, el protagonista quiere acceder al castillo de la ciudad para conseguir un permiso de residencia (resumido de manera muy poco elegante, pero brevísimamente para quien no la haya leído). Asimismo jamás se lo concederán, y este tratará, a lo largo de la trama, intentar comprender por qué le han enviado allí. ¿Qué es lo que debe hacer y cuál es el motivo para que le hayan encargado esa misión? No entiende la acausalidad de la situación. El sujeto condenado al fracaso. Y también a la incomprensión, ya que por mucho que intente superar estas barreras de burocracia que, insisto, no consigue entender, jamás será capaz de penetrar al castillo ni a la verdad. Aún sabiendo que es incapaz de acceder al conocimiento, seguirá intentándolo, también consciente de que sus intenciones serán de nuevo fracasadas.
Claver sabía con lo que se encontraría esta temporada en Portland Trail Blazers. Su trayectoria como jugador se define con pocos minutos en su etapa NBA, sin consolidarse en el equipo nacional de España. Seguramente tiene cabida en la mayoría de plantillas de las potencias europeas y, sin embargo, decidió volver a Estados Unidos finalizado el Mundial para luchar por su plaza en el equipo. No lo consiguió, pero se atrevió con ello. Esto es tener valor y saber lo que quieres, así que se merece apoyo y respeto. No obstante, cortado por Denver Nuggets ahora es el momento de regresar. Siempre antes de que finalice el período de mercado en El Viejo Continente, ya que pocos días faltan.
En este sentido está en sus manos ser un genio o un personaje kafkiano (volver a Europa o seguir intentándolo en la NBA). No todas las relaciones funcionan como uno querría, y en este caso el amor de Claver por la NBA no ha sido correspondido. Pues a asumirlo y superarlo, pero no olvidarlo. Dicen que quien no ha fracasado es que no ha intentado nada. Así que no hay nada que reprochar. Kafka jugaba mucho con la incomprensión de sus personajes a una serie de acontecimientos. Cultivó la alienación del sujeto respecto al resto de la sociedad y encima lo aliñaba con gestiones burocráticas sin principio de causa, para así desvincularse todavía más de los personajes que el propio autor creaba.
Aquí pues es en donde reside la mayor relación entre el caso Claver y El castillo. La oportunidad de triunfar en la NBA queda imposibilitada después de no cumplir los requisitos que el nivel de la Liga exigía. ¿Pero a sus ojos el jugador lo vio siempre así? Es decir, ¿comprende el motivo por el que no jugaba? Comprendiéndolo o no, lo ha intentado una y otra vez. El valenciano ha hecho como aquellos que van al cine y compran entradas para una película con la mala suerte de que no les gusta. Entonces en vez de levantarse y marchar, se quedan sentados acabando de ver ese pelmazo de peli por el simple hecho de haber pagado entrada… Víctor quiso emprender un viaje en el que hacer historia. Por lo contrario lo que debe hacer ahora es replantearse el futuro. En cierta manera tiene una nueva oportunidad: aprovechar una campaña que de no haber sido cortado, la hubiera acabado bien sentadito apartado del terreno de juego. Queda por ver pues cuánto de Kafka hay en el hacer de Claver.
¿DE VUELTA A CASA?

El 25 de febrero del 2015 era el último día de plazo para que Víctor Claver entrara en la dinámica de otra franquicia de la NBA con las condiciones de su antiguo contrato. No ha recibido interés por parte de nadie y de estemodo queda definitivamente libre. Cuando un jugador es cortado por un equipo, empieza un periodo de dos días enteros para que otra franquicia de la NBA se interese por adquirir el contrato que tenía con su antiguo equipo. En este caso ningún equipo se ha interesado por el contrato del español con Denver Nuggets de modo que consigue su absoluta libertad como jugador. Ahora mismo puede fichar por cualquier equipo que le quiera, ya sea de América, Europa o cualquier otro continente. Eso sí, con una pequeña excepción. Tal y cómo informa Marca en su web, el Valencia Basket tiene por ahora los derechos del jugador siempre y cuando éste fiche por un equipo de la Liga Endesa. En este caso los “taronges” tendrán la opción de igualar la oferta y adquirirlo de nuevo si lo precisan. El mercado de la Euroliga finaliza el jueves 26 de febrero, de modo que Claver no concibe la opción de acabar inscrito en la liga de los mejores de Europa.

No es el primer jugador español que tras su etapa en la NBA decide regresar a España después de no haber cuajado como se esperaban o querrían. El primero de todos fue Raül López, que tras una etapa no muy fructífera una Utah Jazz prefirió ser cabeza de ratón que cola de león, parafraseando el típico dicho. Su papel en Utah fue mucho mayor al que tuvo Claver en Portland. En las dos campañas que Raül estuvo en la franquicia de Salt Lake City, López llegó a promediar 6,5 puntos, 1,7 rebotes y 3,8 asistencias en 18,9 minutos por partido. Al catalán no le rindieron las rodillas a ese ritmo frenético de la NBA y por eso decidió volver a la ACB de la mano del Akasvayu Girona para restablecer su salud física antes que arriesgar su carrera como deportista. A partir de allí jugó una segunda etapa con el Real Madrid y pudo jugar los Juegos Olímpicos de Pekín y el Mundobasket de Turquía. Para él la vuelta a España fue positiva y su palmarés post-NBA lo corrobora.

Otros de los que regresaron a España tras una etapa NBA no tan lúgubre como hubieran preferido fueron Sergio Rodríguez y Rudy Fernández. Ambos jugaron en Portland, en la misma etapa, pero ninguno de los dos acabó de entrar del todo en la rotación de aquel cuadrado Nate McMillan quien no dio nada de confianza a ninguno de los dos. Ambos eran muy jóvenes cuando decidieron volver a su país natal, sin embargo ahora están liderando Europa juntos también en el Real Madrid, aunque parece que la Euroliga se les está resistiendo estos últimos años. Chacho promedió en la NBA 4,3 puntos, 1,3 rebotes y 2,9 asistencias en 13,2 minutos por encuentro. No está de menos recordar que las estadísticas de Sergio mejoran paulatinamente y progresiva en las cuatro temporadas que estuvo en Estados Unidos, siendo la última la mejor de todas en la gran mayoría de aspectos estadísticos. Por otro lado Rudy sí destacó bastante más con 9,1 tantos, 2,4 rechaces y 2,2 pases de canasta en 24 minutos de media que le permitían cada vez que se vestía de corto. Como Raül, también han tenido éxito en Europa este par de jugadores, lo que es opinión de cada uno pensar si acertaron o no regresando y dejando atrás la NBA.

Otros de los Españoles que tras una breve etapa en la NBA decidieron regresar son Jorge Garbajosa y también Juan Carlos Navarro. Los dos triunfaron en su primer año rookie, pero cruzaron el Atlántico en una edad muy posterior a la que lo hicieron Rodríguez y Fernández. No obstante, Garbajosa (8,0 pts, 4,7 rebs y 1,7 asistencias en 26,8 minutos por partido) debido a problemas físicos y Navarro (10,9 pts, 2,6 rebs y 2,2 asts en 25,8 minutos por partido) por motivos familiares, acabaron en España. Eso sí, Garbo, aunque siguió dando guerra unos cuantos años más, ya estaba a las últimas de su carrera, mientras que La Bomba, dosificándose tanto como puede, sigue siendo el líder indiscutible del F.C. Barcelona.

Queda demostrado pues que no se acaba el mundo después de la NBA. Es cierto que Víctor Claver es un jugador de características tanto físicas como habilidosas muy distinto a los demás citados, y que quizás jamás alcanzará su trascendencia en España. Por lo contrario, todavía está a tiempo de jugar buenos años en Europa. Es un jugador corpulento, con experiencia en la NBA (al menos en lo que a la dinámica de equipo se refiere), ha estado entrenando en los últimos tres años con un equipo que actualmente es de los mejores de la NBA y por último, siendo esto lo más importante de todo, está sano. Aparte de que sus ganas de tener minutos y ser importante en un nuevo entorno deben ser insaciables. Es cierto que le falta rodaje de partidos y quizás por ello tampoco entró como fijo en la rotación del equipo este pasado Mundial, pero ello tiene fácil solución. De hecho, cuando jugó cuatro partidos con el equipo de la D-League afiliado a los Blazers, el valenciano promedió 9 puntos, 7 rebotes, 1,3 asistencias, 2 robos y 0,5 tapones en 33,7 minutos por partido.

Todo lo que fue en Valencia y en su etapa anterior a la NBA deberíamos olvidarlo, incluso él mismo también. En una entrevista de mi compañero José Ramón Sanchis a Tim Shea, antes de ser, el valenciano, seleccionado en el Draft, el especialista afirmaba que como dicen en la NBA, [Claver] ya ha mostrado todo lo que es capaz de hacer. Se refería a un prototipo de jugador que con 22-23 años más o menos, tras una o dos temporadas buenas, se estancan y su progresión queda parada por completo hasta el punto que sus capacidades físicas empiezan a mimbar. En este caso tildaba a Víctor Claver de formar parte de este grupo, alguien que alcanza su mayor estado de forma de una manera en cierto modo precoz, para no conseguir, jamás, ser mejor. Asimismo, comparando las dos vertientes de lo que puede suponer su regreso en las ligas europeas, tenemos por un lado el precedente de jugadores españoles que han regresado y todavía han tenido años buenos aquí, y por otro lado la afirmación del entendido Tim Shea, quien afirmaba, antes de la aventura NBA de Claver, que el protagonista de estas líneas no mejoraría. Falta por ver cómo reacciona el jugador a esta situación, pero desde el punto de vista más humano, Claver merece que las cosas en el baloncesto empiecen a irle un poco mejor.
|
Temp. |
PJ |
PT |
MPP |
Pts |
TC% |
T3% |
TL% |
|
2012-13 |
49 |
16 |
16,6 |
3,8 |
.392 |
.287 |
.467 |
|
2013-14 |
21 |
0 |
8,8 |
2,2 |
.405 |
.167 |
.909 |
|
2014-15 |
10 |
0 |
7,6 |
2,4 |
.450 |
.545 |
|
|
Carrera |
80 |
16 |
13,4 |
3,2 |
.398 |
.293 |
.585 |
|
Rebs |
Of |
Df |
Asts |
Robs |
Taps |
Pérds |
FP |
|
2,4 |
0,6 |
1,8 |
0,9 |
0,5 |
0,2 |
0,9 |
1,5 |
|
1,9 |
0,4 |
1,4 |
0,6 |
0,1 |
0,1 |
0,5 |
0,8 |
|
2,0 |
0,3 |
1,7 |
0,1 |
0,1 |
0,1 |
0,4 |
1,2 |
|
2,2 |
0,5 |
1,7 |
0,7 |
0,4 |
0,2 |
0,7 |
1,3 |
*Datos de www.basketball-reference.com.