Noche para la historia. Para los Raptors, de gloria, y para los Warriors, de pesadilla. Es posible que hayamos visto por última vez botar la pelota en el Oracle Arena, una cancha mítica donde tantas y tantas noches de alegría y buen baloncesto se han vivido.
Los Toronto Raptors han vencido por 105-92 a los actuales campeones en su cancha y se vuelven para Canadá con todo a favor. Únicamente una victoria les separa de su primer anillo de campeones, algo que ninguno se esperaba este mismo verano, donde se deshicieron del mejor entrenador del año, Dwayne Casey, y de su jugador franquicia, DeMar Derozan. Toda la carne en el asador. Todo o nada. Los Raptors se jugaron todo a una carta en una única temporada; pero esta carta era el As de la baraja, el gran Kawhi Leonard.
Esta noche los Raptors jugaron como un equipo compacto, sin desinflarse en los momentos difíciles cuando iban abajo en el marcador, y con jerarquía y saber estar cuando lo lideraban. No es fácil el trabajo llevado a cabo por los de Nick Nurse en la Bahía, ya que han ganado los dos partidos en Oakland, algo que nadie firmaba. Es evidente que las lesiones han mermado a los Warrios, que tienen y han tenido la enfermería llena. Los campeones siguen sin poder contar con el MVP de las últimas dos finales, Kevin Durant.

Toronto RAPTORS 105 – 92 GOLDEN STATE WARRIORS
El partido comenzó con muchas dudas, 4 pérdidas de Toronto y 3 de Golden State en apenas 3 minutos de juego, con el marcador aún sin abrir. El Oracle parecía una caldera y los locales movian el balón de una manera excepcional ante el apoyo de su público. Kevon Looney sorprendió a todos, saltando a cancha cuando hace apenas unos días se fracturaba la clavícula. Las urgencias de los campeones le hacían forzar hasta el límite, ya que bajo esa camiseta Looney llevaba unos vendajes con los cuales debía ser muy complicado si quiera levantar el brazo. Los Raptors no estaban acertados en el tiro. Intentaron 0 tiros en área restringida en este cuarto, y sus tiros alejados no estaban entrando. Terminaban el cuarto con un pobre 6/20 en FG. Había que mejorar si querían dar la machada. No obstante, Kawhi Leonard anotó 14 de los 17 puntos con los que los Raptors cerraron el primer cuarto.
El segundo cuarto lo inauguró de una manera fulgurante el hispano congoleño Serge Ibaka, quién con tres canastas, un gran rebote ofensivo y un tapón espectacular sobre Cousins puso la garra a la reanudación. Su homónimo en los Warriors era el veterano Shaun Livinstong. Coincidían por primera vez en pista en estas finales Ibaka y Gasol, algo que les había dado buenos resultados a los Raptors en estos Playoffs. Klay Thompson demostró en este cuarto estar perfectamente recuperado. Un triple y un canastón tras reverso hicieron a Nurse pedir un tiempo muerto de urgencia con un +8 para los Warriors. El poco acierto de Toronto era evidente. Estaban en un 35% en TC y 13% T3, cuando en el Game 3 tuvieron un 45% TC y 52% T3. Estaban lentos en ataque, sin capacidad para aprovechar sus superioridades tras los 2 contra 1. A pesar de ello, no se dejaban ir en el marcador y se cerraba el primer tiempo con 42-46 favorable a Warriors. 2/16 en triples para Toronto y 2/13 para Golden State. Era un partido de todo menos vistoso.
Tras el descanso Kawhi Leonard metió la quinta marcha y ponía a los Raptor por primera vez arriba en el marcador. El factori diferencial por parte de los locales seguía siendo Klay Thompson, quién anotaba si cesar y se plantaba con 20 puntos. Por el contrario, Stephen Curry estaba poco afortunado de cara al aro, a pesar de no dejar de intentarlo. El desgaste que sufrió en el Game 3, donde firmó 47 puntos, le estaba trayendo consecuencias negativas. De nuevo Kawhi cerraba el cuarto 79-67. Una ventaja de 12 para los suyos que deajaba así a los vigentes campeones contra las cuerdas.
El último y decisivo cuarto comenzaba con un codazo involutario de Livinstong sobre Fred VanVleet, que se marchaba el vestuario con una brecha. El base suplente de los Raptors no regresaría en lo que restaba de partido. Serge Ibaka seguía siendo clave. En los tres primeros partidos de la serie había firmado 18 puntos en total, mientras en este hacía 22. Siakam fue el encargado de cerrar el partido. Final con 105-92 en el marcador.
Los mejores por parte de los Toronto Raptors:
– Kawhi Leonard: 36 pts, 12 reb, 4 rob, 11/22 TC y 5/9 T3.
– Serge Ibaka: 20 pts, 4 reb, 2 tap, 9/12 TC y 1/1 T3.
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Los mejores por parte de los Golden State Warriors:
– Klay Thompson: 28 pts, 3 reb, 11/18 TC y 6/10 T3-
– Draymon Green: 10 pts, 9 reb y 12 ast.

Los Raptors obtienen su primer “match ball”, además en casa frente a su público. ¿Quién lo iba a decir? Un equipo que ha sentido que se le daba la espalda durante mucho tiempo, al que ningún jugador quería ir, incluso el mismísimo Kawhi Leonard, ahora, tiene ante sí la gloria.
No está todo dicho, ya que enfrente están los Warriors, un equipo de leyenda. La estadística no engaña y dice que es casi imposible remontar un 3-1 en contra en unas finales, pero si los Cavaliers de LeBron pudieron hacerlo en 2016, ¿porque no iba a poder uno de los mejores equipos de la historia?.