8 días. Solo quedan 8 días y, a diferencia de otros combinados nacionales, España sí sabe a lo que juega. Y lo tiene muy claro. Pongamos como ejemplo el primer minuto del partido: primera jugada, balón interior para Pau, rebote ofensivo a las manos de Sastre, balón dentro para Marc y canasta de Marc. Saca Bélgica, presiona España y balón recuperado por la selección española. A eso se le llama tener un estilo de juego definido; a esto se le llama jugar a baloncesto. ¿A cuántos entrenadores les gustaría elaborar un estilo de juego similar al español, con la participación tan frecuente de los pívots? Y si a eso le añades que tus pívots son los hermanos Gasol, la ecuación es perfecta.

A día de hoy, pocas selecciones tienen ya la lista de los 12 jugadores, pero Scariolo descartó a los dos últimos jugadores y ha dejado la lista de 12 a falta de algo más de una semana para que arranque el Eurobasket. Sebas Sáiz y Xavi Rabaseda se quedan a las puertas de disputar el torneo continental, y sus compañeros están haciendo las cosas muy bien. No solo por el estilo definido del juego, sino por la confianza que demuestra la segunda unidad y el ritmo que imprime Sergio Rodríguez. 15-28 al término del primer cuarto y unas sensaciones bastante diferentes a lo que se vio en Tenerife. Y es que España ha arrasado en los dos primeros cuartos y ya va siendo costumbre ver un +20 en el marcador. Exceptuando el primer partido de preparación, la selección se ha paseado en todos los partidos de preparación, porque cuando no son los hermanos Gasol, son los hermanos Hernangómez, y cuando no, el Chacho.
En ataque, perfecto. En defensa, por momentos mejorable. No hay agujeros negros ni puntos débiles que se deban mejorar, tan solo la concentración en depende qué momentos. Parece que el guion esté escrito en cada partido: cuando la selección apreta el acelerador, no hay selección que siga el ritmo. Es cierto que todavía no se ha enfrentado a ningún rival directo; en este aspecto, el partido contra Lituania nos dará más pistas sobre cómo compite España ante un contricante de más nivel. Pero no nos engañemos, ni Israel, ni Bélgica, ni Senegal, ni Venezuela se pueden comparar a Lituania, Francia y demás.
Y lo que suele sudecer cuando te vas 31-51 al descanso es que puedas probar diferentes esquemas y tipos de defensas. A veces sale bien y otras, no tanto. Eso es lo que le ha pasado al técnico italiano, quien ha decidido alternar defensas en zona con defensas individuales y jugar con Sergio Rodríguez y Ricky Rubio juntos al inicio del tercer cuarto. El contraste seguía siendo evidente en la pintura: mientras que Bélgica parecía tenerle pánico a la zona, España sacaba tajada de su juego interior. Aun así, ha habido una crisis a mediados del tercer cuarto, los belgas se han puesto a 10 gracias a un gran Tabú y todo parecía indicar que asistiríamos a un último cuarto apretado. Ha sido entonces cuando parecía que la poesía de la primera mitad se venía abajo con pérdidas, malos tiros y nervios: lo mejor que le podía pasar en esos momentos a los de Scariolo era que se acabara el cuarto cuanto antes. Esto es a lo que más debe tener nuestro combinado nacional: los cuartos en los que la concentración se esfuma y un rival como Bélgica endosa un parcial de 25-14.
En el momento delicado… ¡aparece @juanchohg14! pic.twitter.com/kXvxtxU60T
— KIA en Zona (@kiaenzona) 23 de agosto de 2017
Willy lo ha intentado y 8 puntos suyos han dado aire a España, pero estos minutos de pérdidas constantes e imprecisiones no pueden convertirse en algo habitual. Todo el trabajo, toda la defensa intensa y toda la comodidad con la que jugaba España en la primera mitad se ha visto peligrar. España ha demostrado saber levantarse con dos triples consecutivos de Juancho, pero claro, una Bélgica sin Lojeski ni Hervelle no es Serbia ni Lituania, así que el problema de la concentración debe pulirse de cara al Eurobasket. Al final, 72-88 y otra victoria para el combinado nacional.