Paolo Galbiati se estrenó oficialmente en la Euroliga al frente de un Baskonia renovado, pero sostenido en un Big3 que conoce a la perfección la cultura gasteiztarra: Howard, Sedekerskis y Luwawu-Cabarrot. Sin embargo, frente al Olympiacos emergió con fuerza uno de los fichajes del verano, llamado a convertirse en uno de los grandes movimientos tanto en la Liga Endesa como en la Euroliga.
Hamidou Diallo quiere ser uno de los líderes de Baskonia
Baskonia inició su andadura en la Euroliga con una ajustada derrota ante Olympiacos (96-102), en un duelo igualado y con constantes alternativas para ambos equipos. Fue el primer test oficial para los nuevos fichajes azulgranas, con protagonismo dispar: Rafa Villar apenas estuvo tres segundos en pista, Spagnolo alcanzó los 9 minutos, mientras que Frisch y Nowell dejaron destellos de su encaje en el sistema. El más destacado, sin embargo, fue Hamidou Diallo, que brilló por encima del resto.
Diallo, formado en Kentucky en 2017 y elegido en el puesto 45 del Draft de la NBA en 2018, se convirtió en una de las piezas más utilizadas por Galbiati en el estreno europeo del Baskonia. Disputó 20 minutos en los que firmó 15 puntos y capturó cinco rebotes, mostrando su impacto en ambos lados de la pista. Desde el salto inicial dejó claro su potencial y ahora busca consolidarse como una de las piezas más codiciadas del proyecto baskonista en la temporada 2025-26.
Baskonia pone rumbo al duelo ante ASVEL
Los azulgranas afrontan ahora una doble salida: primero ante ASVEL en la segunda jornada de la Euroliga y, el domingo, contra Casademont Zaragoza en el estreno liguero en la Endesa. Hamidou Diallo tratará de prolongar su buen momento, mientras que se espera una versión más sólida de Clement Frisch —con un -15 en el duelo frente a Olympiacos— y una mayor regularidad de Markquis Nowell, que firmó 6 puntos pero acumuló cuatro pérdidas y un -25 en apenas 14 minutos sobre la pista.
Un Baskonia de Galbiati que buscará en Lyon su primera victoria en Euroliga y aspira a arrancar con buen pie en la ACB. Estas primeras semanas de competición oficial funcionan como una prolongación de la pretemporada, marcadas por la adaptación de varias caras nuevas y por un estilo de juego distinto al mostrado el curso pasado bajo la dirección de Pablo Laso.