Leandro Bolmaro tuvo un camino alternativo al baloncesto: “Era lo que me hacía feliz”
- Sergio Llebrés
No todos los grandes talentos del deporte comienzan su carrera con un balón en las manos o una meta clara en mente. Algunos, como es el caso de Leandro Bolmaro, encuentran su verdadera vocación al hacer camino, sin pretensiones, mientras otros ven un potencial distinto en ellos. Antes de hacerse un nombre en el baloncesto profesional, el cordobés destacaba en una disciplina completamente diferente: el atletismo.
Nacido en la localidad cordobesa de Las Varillas, Bolmaro parecía destinado a sobresalir en los campeonatos de salto, al igual que su hermana Camila. Comenzó a los cinco años y durante su adolescencia brillaba en pruebas de salto de altura y también en las de longitud. Su proyección era tal que llegó incluso a ostentar el récord nacional de su categoría a los 15 años. Si el atletismo albiceleste veía en él un futuro campeón, el destino lo llevó a tomar una decisión bien distinsta.
LA ENCRUCIJADA DE BOLMARO: ENTRE EL ATLETISMO Y EL BALONCESTO
A pesar de sus logros en el atletismo en la Escuela de Iniciación Atlética Las Varillas, el ambiente en la familia Bolmaro siempre estuvo impregnado por el baloncesto debido a su padre. Osvaldo había sido un apasionado jugador que, aunque no llegó a convertirse en profesional, quiso y supo transmitir su amor por este deporte a su hijo. En casa se respiraba el fervor por la generación dorada del baloncesto argentino y, como cualquier niño de su época, creció idolatrando a figuras como Manu Ginóbili.
Mientras tanto, Bolmaro era el saltador más destacado de la sección masculina de su escuela y Sofía Levrino, una de sus asiduas compañeras por entonces y que se convirtió en campeona nacional Sub-23 en salto triple y en salto de longitud en 2021, recordaba su desempeño. “A los 11 o 12 años Leandro ya hacía basket así que no podía ir todos los días a entrenar. Nos poníamos de acuerdo y a las 6 de la tarde sacábamos los colchones y entrenábamos juntos los dos solos. El último torneo que compartimos fue en los Odesur 2017 en Santiago de Chile, él con básquet y nosotras con atletismo”.
Osvaldo, su papá, era un entrenador de minibásquet y su hermana, Camila, una medallista nacional en sus tiempos juveniles.
Durante un tiempo, Bolmaro intentó equilibrar ambos deportes, entrenando con el equipo local de baloncesto. “Era bueno en el salto de altura, pero sinceramente, me divertía más jugar al basket. Mis amigos jugaban y yo quería ser parte de eso”, apuntó. Llegado el momento de tomar una decisión definitiva, las medias tintas no servían si quería triunfar en el deporte, y fue entonces cuando Leandro apostó por el baloncesto: “No fue una decisión fácil. El atletismo me había dado muchas alegrías, pero el baloncesto era lo que realmente me hacía feliz”.
DOS MENTORES CLAVE PARA BOLMARO: “DE NO HABER SIDO POR ÉL…”
Después de elegir el baloncesto como su camino, Bolmaro pronto empezó a llamar la atención en la escena nacional. Fue reclutado por Pepe Sánchez, una leyenda del baloncesto argentino con paso por la NBA y, más tarde, clave en la vida del base. Sánchez lo invitó a formar parte de Bahía Basket, club del que es presidente.
“Pepe Sánchez fue crucial en mi carrera. Él me abrió las puertas a Europa. Fue el primero en ver algo especial en mí y me recomendó a varios clubes europeos. De no haber sido por él, mi historia habría sido muy diferente”, recuerda Bolmaro con gratitud. A los 17 años, después de un notable desempeño con la selección argentina sub-17 en el Campeonato Sudamericano, fue fichado por el Barcelona.
Su llegada a la Ciudad Condal no fue fácil, en una tierna edad y enfrentándose a un cambio cultural y deportivo. Pero fue entonces cuando entró en escena Nikola Mirotic, compañero de nuevo en Olimpia Mlano: “Nikola fue como un padre para mí. Me acogió desde el primer momento, me ayudó a integrarme en el equipo y siempre estuvo a mi lado. Incluso hoy en Milán, sigo sus consejos. Es una persona y un jugador increíble, siempre lo he admirado”.
19-year-old Argentinian guard Leandro Bolmaro showed off his talent yesterday in front of several NBA scouts playing with Barcelona’s B team at the LEB Plata level. Low level of competition but made shots, defended with energy, showed off his passing creativity at 6-7. pic.twitter.com/UYIiOfpwSU
“Hace cinco años estaba compitiendo en atletismo y ahora estoy en una franquicia de la NBA”. En el verano de 2020, Bolmaro dio el gran salto. Fue seleccionado en la primera ronda del Draft de la NBA por los New York Knicks, aunque rápidamente fue transferido a los Minnesota Timberwolves.
Para Bolmaro, la experiencia no fue tan satisfactoria como esperaba. “La NBA fue dura. No tuve la cantidad de minutos que hubiera querido, y mentalmente fue un desafío. Sin embargo, aprendí mucho y crecí como persona. Sé que esa experiencia me ha ayudado a ser el jugador que soy hoy”, comentó en varias ocasiones.
Después de dos temporadas en la NBA, Bolmaro decidió regresar a Europa, primero con una breve estancia en La Laguna Tenerife y luego en el Bayern de Múnich bajo la dirección de Pablo Laso. Su paso por el Bayern fue fructífero, y su rendimiento en la Euroliga volvió a ponerlo en el radar de los grandes equipos europeos.
BOLMARO: UN ATLETA EN POTENCIA para el milán de mirotic
En 2024, Bolmaro ha dado un nuevo paso en su carrera al unirse al Olimpia Milano, donde nuevamente se encuentra con su viejo mentor, Mirotic, quien precisamente pedía la llegada de jugadores más físicamente potentes. “El proyecto de Milán me emocionó desde el principio. Es un club con ambiciones muy altas, y creo que tenemos la oportunidad de construir algo especial”, señaló en su presentación.
Bolmaro nunca olvida sus raíces atléticas, y a menudo menciona lo importante que fue esta disciplina para su desarrollo como jugador de baloncesto. “El atletismo me ayudó muchísimo con mi coordinación, mi agilidad y mis movimientos en la cancha. Sin esa base, no creo que hubiera sido tan bueno en el baloncesto”, explicó. Ahora, consolidado en Europa y con el apoyo de grandes figuras como Mirotic, Bolmaro está decidido a seguir escribiendo su propia historia en el baloncesto con una pluma que porta tinta atlética.
Sergio Llebrés, periodista deportivo valenciano, cuenta con formación en Comunicación Audiovisual y un máster en Contenidos Audiovisuales. Ha trabajado en medios como Superdeporte, À Punt Media y Telecinco, combinando su experiencia en comunicación con su pasión por el baloncesto, deporte que ha practicado toda su vida. Actualmente colabora en Nostresport y Solobasket.