La Euroliga se mueve para asegurar su futuro. En un contexto de incertidumbre por la posible llegada de una liga europea impulsada por la NBA y la FIBA, la máxima competición de clubes del baloncesto europeo ha comenzado a ofrecer contratos de larga duración a equipos sin licencia A.
VIRTUS, PARTIZAN Y ESTRELLA ROJA RECIBEN OFERTAS MULTIANUALES EUROLIGA
Una estrategia responde a la necesidad de consolidar un bloque sólido de equipos a medio-largo plazo, evitando la fuga de clubes ante la creciente presión de la NBA. Virtus Bolonia, Partizan de Belgrado y Estrella Roja han recibido propuestas para continuar en la Euroliga al menos durante tres temporadas más, según diversas informaciones.
Hace apenas unos días, Adam Silver, comisionado de la NBA, confirmó que la liga estadounidense está trabajando con la FIBA en la creación de una competición europea. La idea es establecer una estructura de franquicias con equipos fijos y plazas rotatorias en función del rendimiento en ligas nacionales.
Los rumores han tomado aún más fuerza tras las informaciones que apuntan al interés de la NBA en clubes históricos de la Euroliga como
Real Madrid, Barcelona, Fenerbahçe y ASVEL, además de otros que no compiten en el máximo nivel actualmente, como
Valencia Basket. Ciudades como Londres, París, Milán y Atenas podrían albergar nuevas franquicias. Silver fue claro al respecto: “Estamos listos para dar el siguiente paso y explorar una liga en Europa con nuestro partner FIBA”.
DERECHO A COMPETIR EN LA EUROLIGA, PERO SIN BENEFICIO DIRECTO
Ante este escenario, la Euroliga ha decidido actuar. Virtus Bolonia, una de las mayores decepciones de la temporada con apenas 8 victorias en 32 jornadas, ha recibido una oferta para continuar en la competición durante los próximos tres años. Pese a su rendimiento deportivo, el club italiano sigue siendo un mercado clave para la liga europea.
Por su parte, el Partizan y el Estrella Roja,
a pesar de sus desavenencias, también han sido contactados para extender su presencia en la Euroliga. Ambos equipos compiten actualmente con invitaciones (wildcards) y han sido piezas fundamentales para el crecimiento de la competición en Serbia.
Sus aficiones llenan estadios y garantizan una alta audiencia televisiva, factores que la Euroliga no quiere perder.
Sin embargo, estos acuerdos no incluyen participación en la propiedad de la liga, lo que significa que los clubes deberán seguir pagando cuotas anuales sin acceso asegurado a beneficios como derechos de televisión o ingresos por marketing.
EL CEO DE LA EUROLIGA ESTABLECE DISTANCIAS
La Euroliga se encuentra en una encrucijada. La llegada de la NBA podría suponer
un cambio radical en el ecosistema del baloncesto europeo, y
la respuesta de la Euroliga pasa por blindar a sus equipos clave con contratos plurianuales.
Mientras tanto, el CEO de la Euroliga,
Paulius Motiejunas, ha descartado cambios inmediatos en la estructura de la liga, pero ha reconocido la importancia de los equipos serbios en el proyecto: “Por el momento,
no estamos pensando en cambiar el sistema. Tenemos 13 socios de larga duración (clubes con licencia A) y, por el momento, no estamos considerando una expansión de ese tipo””.