Primer cuarto denso en el Kombank Arena
Los dos equipos saltaron al parqué mentalizados de que el partido se iba a ganar desde la defensa y esta premisa convirtió el primer cuarto en un parcial difícil de ver. En los primeros compases del partido solo Tomic logró anotar una canasta y el Barcelona mantuvo esa diferencia durante 3 minutos. Las pérdidas fueron las protagonistas del cuarto, tanto el Barcelona como el Estrella Roja dieron un recital de pérdidas repartiéndose seis cada uno para un total de 12 pérdidas en el primer cuarto. Con el marcador exageradamente bajo para 7 minutos de partido (6-6) apareció Brad Oleson para desatascar la ofensiva blaugrana. El jugador de Alaska protagonizaría 10 de los 16 puntos que anotaría el Barcelona Lassa en el primer cuarto incluyendo un triple sobre la bocina para dejar una renta de 7 puntos (9-16).
Un segundo cuarto para olvidar
Todo se torció sin embargo en un segundo cuarto en el que todo lo que podía salir mal para el Barcelona se cumplió. Los de Bartzokas no supieron ponerle fin al problema de pérdidas amasando 14 en el total, 8 en este cuarto. El Estrella Roja comenzó enchufado el cuarto con un parcial de 8-2 para ponerse a un único punto del conjunto catalán peor en ese instante apareció Pau Ribas que con tres triples de forma consecutiva devolvían la calma al equipo y lograba bajar los decibelios en el Kombank arena. Sin embargo todo se torció en apenas dos jugadas. Ribas pierde un balón desconcertado por la lesión de Rice que sufrió un golpe rodilla con rodilla con Vezenkov y en la siguiente jugada es el propio Ribas el que cae lesionado y debe marcharse en camilla del partido con una lesión en el tendón de aquiles. A partir de ese momento el Estrella Roja dominó el cuarto a placer con Guduric y Simonovic en verdadero estado de gracia logrando un parcial de 18-2 (40-31). La última jugada de la primera mitad fue el reflejo del cuarto, un rebote de Claver que se botó el balón en el pie y el Estrella Roja anotó, afortunadamente para los catalanes la canasta no entró en tiempo.
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El cansancio pasa factura
La falta de rotación interior pasó factura en la segunda mitad. Kuzmic, Bjelica, Simonovic y Guduric castigaron a un Barcelona cansado y sin ideas en ninguna parte de la cancha. Mientras que en el equipo serbio el balón fluía con velocidad, el ataque del Barcelona era profundamente estático y solo acciones de mérito de Oleson y Tomic permitían sumar puntos. En la segunda mitad el equipo entrenado por Radonjic supo gestionar el marcador y no permitió en ningún momento al Barcelona creer en una posible remontada. De hecho en el tercer parcial los serbios aumentarían de nuevo la ventaja y dejarían una renta de 12 puntos para el último cuarto (60-48).
Un quinteto pequeño a la desesperada
De perdidos al río debió pensar Bartzokas y salió a pista con un quinteto pequeño. Rice, Oleson, Eriksson, Calver y Vezenkov fueron los hombres que disputaron todo el último cuarto. No obstante, Tyrese Rice que disputó 38 minutos no fue capaz de dirigir a su equipo hacia la remontada fruto del tremendo cansancio acumulado. Víctor Claver (12 puntos, 10 rebotes) fue el más destacado de los blaugrana en el cuarto pero fue insuficiente para parar los contraataques de Bjelica (12 pts) y Guduric (21 puntos, 30 valoración). Sin aspiraciones de salir victorioso de Belgrado, Bartzokas mantuvo el mismo quinteto todo el cuarto y el Estrella Roja certificó su victoria por 11 puntos (76-65), consiguiendo así su segunda victoria en la Euroliga y provocando la segunda derrota consecutiva del FC Barcelona Lassa.

