
Dos equipos con ritmos opuestos, frente a frente
En el primer cuarto de final de ayer tarde, el anfitrión, AEK, hacía lo deberes ganando por 94 a 82 a un ERA Nymburg que, si bien nunca hizo peligrar en exceso el triunfo heleno, nunca se terminaba de alejar en el marcador. Por su parte, Casademont Zaragoza vencía por 87 a 81 a Iberostar Tenerife en un encuentro igualadísimo hasta los instantes finales, donde conseguían sobreponerse al conjunto insular y pasar así a semifinales. Los zaragozanos tendrán que buscar imponer su ritmo juego de ataque y de transiciones si quieren superar a un AEK repleto de jugadores muy buenos pero veteranos, que tienden a jugar a un ritmo más lento y estático, pero desde el que son letales.
Un acertadísimo AEK se encuentra una inane defensa maña
Desde el primer minuto de partido y con un parcial de salida de 10-0 se intuía que algo no estaba yendo bien para los intereses zaragozanos, dado que en ataque les costaba muchísimo encontrar un tiro o una posición desde la que atacar la canasta y aun así erraban, mientras que los griegos estaban con suma comodidad imponiendo su ritmo y acertando tiros desde el triple muy liberados. Por más cambios que introdujese en pista Diego Ocampo la defensa zaragozana seguía sin entrar en partido, siendo un agujero en las jugadas tras bloqueo directo y desde las que AEK encontraba triples liberados, con los que estaba teniendo un excelente porcentaje de acierto. Lo dicho en la previa del encuentro, Casademont Zaragoza si no defendía e imponía su ritmo de juego iba a costarle mucho ganar el encuentro, pero la diferencia estaba siendo abismal, tal y como reflejaba el marcador al descanso: 53-32.
Todo se juega al son de Rice
El partido ya estaba totalmente decantado en la primera mitad, y no es que sea así solo por la abultada ventaja a favor de los locales, sino que el conjunto maño seguía con la misma sensación sobre el parqué heleno. Exasperante actitud en general la exhibida por los rojillos que estaban atentos a la exhibición ofrecida por un equipo liderado por Tyrese Rice que estaba en esos días en los que sale todo: anotando a placer, asistiendo y encontrando a sus compañeros liberados, robando balones…, es decir, haciendo de todo. Por parte de los zaragozanos, D.J. Seeley y Nico Brussino parecían poder anotar en algunas ocasiones, pero no impedía que la ventaja siguiese creciendo con el paso del tiempo.
La imagen
Una prueba de todas las virguerías que hizo Tyrese Rice durante su estancia en la pista. No solo se dedicó a penetrar y a tirar liberado, sino que nos dejaba asistencias como esta:
Court vision #BasketballCL #Final8 I @ReseRice4 @AEKBCgr pic.twitter.com/KWEJyW3CdE
— Basketball Champions League (@BasketballCL) October 2, 2020
Diez minutos sin pena ni gloria
Ambos equipos llegaban a este último cuarto sabiendo que estaba todo el pescado vendido y que la eliminatoria estaba decidida, por lo que los llamados “minutos de la basura” pasaron a durar todo un cuarto. Reparto de golpes en ambos lados de la cancha sin excesiva intensidad por parte de ninguno de los dos equipos que hacían que el marcador fluctuase, pero no así apenas la diferencia. Al menos estos minutos sirvieron para que ambos equipos diesen minutos a los jugadores menos utilizados en la rotación inicial, y para que por parte de los maños Javi García cogiese algún minuto más sumado a los pocos de la primera parte, junto a un Jaime Fernández que hoy debutaba con el equipo rojillo a falta de 3 minutos para el final. El electrónico acabaría reflejando un 99-75 dejando claro que hoy el partido había tenido dueño desde el minuto 1.
MVP para el trilero Tyrese Rice
Se ha merendado a la defensa de Casademont Zaragoza a su antojo jugando menos de 17 minutos. Y es que si en ese tiempo puedes anotar 18 puntos, repartir 5 asistencias y robar un balón, a saber de qué hubiese sido capaz con algo más de participación en la cancha, aunque no le fue necesario a Papatheodorou el dejarlo más tiempo del que estuvo.


