Corría el año 1996 y yo buscaba unas zapatillas de baloncesto para reemplazar las que tenía, muy castigadas ya por el paso del tiempo y el efecto devastador en ellas de aquellas pistas de cemento duro de los patios de colegio de antaño. Ahí, un amigo de clase y compañero de equipo, me persuadió, como si tratara del propio vendedor, de adquirir vía catálogo, el último grito en EEUU en calzado deportivo. 
 
Cuando las vi, fue amor a primera vista. Su precio era casi prohibitivo, creo recordar que unas 13.500 pelas de la época, más gastos de envío, que era mucha pasta para un chaval de mi edad, pero empeñando todos mis ahorros, fruto de cumpleaños, santos y buenas notas, más una generosa contribución de mi abuela, me pude hacer finalmente con ellas. Fueron sin duda, las zapatillas de baloncesto más bonitas que he tenido en toda mi vida. Una pena que con el tiempo quedaran también destrozadas y no fuera posible ningún tipo de negociación con mi madre para guardarlas como recuerdo. No se merecían acabar en un cubo de la basura. Como tampoco merecía el final que tuvo el jugador que estampaba su firma en ellas: Penny Hardaway.
 

quién fue y cómo jugaba

Pero, ¿quién era aquel jugador, poseedor en su día de una línea de calzado deportivo que llegó a desbancar a las mismísimas Air Jordan?
 
Anfernee Hardaway (Memphis, 1971) fue una de las grandes estrellas de la NBA en su época. Se trataba de un jugador muy carismático, mediático y uno de los preferidos por los jóvenes aficionados en los 90 (entre los cuales me incluyo).
 
Un base de más de 2 metros, muy talentoso, rápido, con mucha envergadura, capaz de hacer un poco de todo en la pista. Carisma, talento, creatividad y velocidad de juego eran sus señas de identidad. Hacía tiempo que no se veía un base tan alto con unas características tan completas, y por ello, fue comparado en su día, nada más y nada menos que con Magic Johnson.
 
Durante su juventud fue criado la mayor parte del tiempo por su abuela, que no sabía leer ni escribir, y además tenía graves problemas de pronunciación. De aquí salió su apodo “Penny”, que lo acompañaría para siempre, cuando la realidad era que ella quería llamarle pretty (guapo).
 
Siempre con el número 1 a sus espaldas (a excepción del 7 que llevó en los Heat), motivo por el cual, otra leyenda Magic como Tracy McGrady portó después el mismo número. En multitud de entrevistas concedidas, T-Mac siempre recalcó que Hardaway era el mejor jugador que él había visto desde el High School.
 
A Penny se le recuerda fundamentalmente por ser, junto a ONeal, la gran estrella de los Orlando Magic que llegaron a jugar una Final de la NBA, además de ser uno de los componentes del llamado Dream Team III, que conquistó el oro en los JJOO de Atlanta 96.
 
Estrella desde su época en el instituto, fue elegido por Orlando Magic en el Draft del 93, en un intercambio de cromos Hardaway-Webber-Bradley entre Orlando, Golden State y Sixers.
 
A Don Nelson, entrenador de los Warriors por aquel entonces, le llamaba la atención el gigantón Bradley, y Orlando (1a elección) les ofreció un intercambio a pelo con Hardaway, que había subido muchos escalafones en los entrenamientos previos al Draft, por lo que Orlando tenía en mente cambiarlo por todo un número 1 y mejor jugador universitario como Webber. Ahí entraban en escena los Sixers, encariñados con Bradley. Philly amenazó con escoger a Hardaway y fastidiar el traspaso, por lo que al final, la solución fue que Orlando enviaba a los Sixers tres primeras rondas futuras, a cambio de su compromiso de no elegir a Hardaway.
 
 
Orlando quería a Penny a toda costa para que formara pareja con Shaq. Debido al gran protagonismo que absorbía el juego de Shaquille, buscaba a un exterior para que hiciera un buen trabajo a ambos lados del campo, y no dudaron en intercambiarlo por Webber. Con ello, acabaron desechando también a Stanley Roberts (sí, aquel jugador que pasó por el Real Madrid con 19 años), porque él y ONeal no se llevaban bien desde que compartieron equipo en LSU.
 
Aquel Draft del 93, de movimientos extraños, encumbró a una gran generación donde también estaban el rumano George Muresan, Nick Van Exel, Allan Houston o Sam Cassell, entre otros, además del recordado en Europa Alphonso Ford, o el ex del Taugrés Marcelo Nicola.
 
De esta manera, Hardaway llegó a Orlando, donde formó junto a Shaq una de las mejores parejas de la liga, en una época -pre Big Threes– caracterizada por los grandes duetos de jugadores: Stockton-Malone, Payton-Kemp, Olajuwon-Drexler, Jordan-Pippen…
 
Pronto se convirtió en uno de los jugadores más populares de la liga, debido a su juego rápido, que enamoró a los aficionados, al igual que sucedió con sus Magic, equipo jóven y con mucho talento, donde jugaban también: Dennis Scott, Nick Anderson, Donald Royal, Brian Shaw, Antonie Bowie, Scott Skiles o el mítico Horace Grant.
 
Aquellos Magic pudieron presumir de ser uno de los pocos equipos en lograr frenar en el campo a los Bulls de Michael Jordan, en el año de su regreso a la liga, con una gran actuación de Hardaway en la serie. En aquel momento, los medios lo situaron por encima del mismísimo MJ.
 
Por desgracia para él, en el mejor momento de su carrera deportiva se rompió, y entre la temporada 96/97 y la 97/98 se perdió casi 90 partidos, en un momento en el que los Magic se habían desecho ya de su genial bloque. No obstante, en los Suns volvió a demostrar un nivel muy bueno, especialmente en su primer año. Hasta que en un partido contra los Pacers se volvió a romper. Era el comienzo de su segunda temporada en Phoenix, apenas se habían disputado 4 partidos, y nunca más se volvió a ver su mejor versión.
 
Tras pasar dos años en Nueva York, convenció en pretemporada a Miami para formar parte de su plantilla de cara a la temporada. Herido en su orgullo, se había preparado concienzudamente durante todo un año para volver a rendir a buen nivel. De la mano de Pat Riley, volvió a encontrarse años después en aquellos Heat con su antigua pareja de juego Shaquille ONeal .
 
Sin embargo, su papel en aquellos Heat fue prácticamente testimonial (16 partidos), y convertido en agente libre, ningún equipo se interesó por él, así que decidió colgar las botas. Una verdadera lástima, las lesiones ganaron la batalla, y acabaron con la carrera de un jugador que pudo haber sido mucho más de lo que fue. Lo tenía todo para haber ganado un anillo y haber pasado a la posteridad como uno de los grandes de la NBA, seguramente, habría sido miembro del Hall of Fame.
 
En el origen de estas lesiones, pudo estar un incidente durante su etapa en el instituto, cuando recibió un disparo en el pie, en un episodio bastante turbio, del que no se sabe con exactitud si fue fruto un atraco o una pelea. De cualquier manera, seguramente que aquel fatídico incidente repercutió de manera negativa en su condición física.
 
Cuando ONeal llegó a Miami, donde coincidiría con Wade, hizo una comparativa. De él mismo decía que era “el Padrino” y sus escoltas eran sus hijos; Penny sería Fredo, el hijo menos agraciado del clan de Don Vito, Bryant era Santino y Wade, Michael Corleone. Seguramente que al bueno de Penny no le haría mucha gracia aquella comparación.
 
youtube://v/PNUto6iLaMM
 

trayectoria (a través de sus modelos de zapatillas)

En su temporada de novato, la 1993-94 Penny lució modelos modestos de Nike como las Nike Air Swift o las Nike Air Prevail que también luciría en el partido de Rookies, donde fue nombrado mejor jugador del encuentro.
Tras el retiro de Jordan, Nike vio en él un gran potencial, y le hicieron una versión personalizada de las Air Jordan IX. Ese año, Orlando sube como la espuma, clasificándose para los Play-offs de 1994, donde caerían ante unos curtidos Indiana Pacers, a pesar de tener  el factor cancha a favor.
 
En la temporada 1994-95 los Magic fichan a Horace Grant, pieza clave que les hace dar ese salto de calidad para pelear por cotas mayores. En esa temporada, Penny lució una versión personalizada de las Air Lambaste (solo a él y a Pippen se lo hicieron). Hasta que llegaron los Play-offs, donde lleva ya su propio modelo, las Nike Air Flight One. Empezaba aquí su legado.
 
Tras superar fácilmente a Boston Celtics, esperaban los Bulls en segunda ronda, en el año del “I am back” de Michael Jordan, con el número 45 y no con su habitual 23, y una inactividad de 19 meses alejado del baloncesto.
 
Durante esa serie, un hecho dejó marcado a Jordan para volver más fuerte que nunca de cara a la siguiente temporada: un robo decisivo de Nick Anderson en el primer partido motivó una declaración del escolta que calaría hondo en el orgullo de MJ: “El número 45 no es el 23”.“Al 23 no podría haberle pasado eso”, dijo Anderson tras el triunfo de los Magic 94-91. Para el segundo partido, Jordan volvió a usar su famoso 23 que ya no abandonaría para el resto de su carrera en los Bulls.
 
 
Dice la rumorología que Jordan y Penny se picaron en esa serie, llegando a un pacto según el cuál, el que perdiera debería llevar las zapatillas del otro. El caso es que, tras caer en los dos primeros partidos, Jordan se planta en el tercero llevando el modelo de Penny (pero con el número 1 de la cinta del talón cortada), ¿significaba acaso que su Majestad se rendía a Hardaway? La realidad es que los Magic también superaron a los Bulls, y por aquel entonces, los titulares de prensa se cebaron con el astro de Chicago: “La noche que Penny humilló a Jordan“.
 
En la final de la conferencia Este, Orlando se tomaba la revancha frente a los Pacers, plantándose en las Finales de la NBA de 1995. Segundo año como profesional y primera Final para Hardaway, un sueño demasiado bonito para ser verdad. Allí esperaban los vigente campeones, los Houston Rockets de Olajuwon y Drexler, demasiado para unos Magic que fueron barridos, aunque sentaron las bases para un futuro equipo campeón.
 
Nike se frota las manos, y no se lo piensa tras la gran temporada de Penny, quien para la siguiente temporada tendría su propio modelo con su nombre: las Nike Air Max Penny que comentábamos al principio.
 
En la temporada 1995-96, Orlando cumple con las expectativas, realizando una temporada regular sobresaliente, elimina en play-offs a Detroit Pistons y Atlanta Hawks, y se planta en una nueva final de conferencia, en esta ocasión frente a los Chicago Bulls del récord de las 72 victorias.
 
Se reedita el enfrentamiento Jordan-Penny, pero en esta ocasión Jordan vengaría la afrenta del año anterior, y los Bulls se cargan fácilmente a Orlando.
 
Sin apenas tiempo para descansar, Penny y Shaq son llamados a filas para integrar el denominado Dream Team III de cara a los JJOO de Atlanta 96, donde EEUU se colgaría la medalla de oro. En aquel torneo, Penny luce las Nike Air Zoom Flight 96, creadas en exclusiva para la ocasión.
 
Para la temporada 1996-97 nuevo modelo de la marca: las Nike Air Max Penny II, que lució antes de que comenzara su calvario de lesiones. Cansado de perder, Shaq se va a los Lakers, y todo el peso y liderazgo del equipo recaen en Penny, que sin embargo, continúa ofreciendo un gran nivel. 
 
 
Pero  Penny se lesiona de la rodilla, su regreso se alarga, y los Magic bajan hasta la séptima posición de la conferencia Este. Por suerte para ellos, su estrella vuelve a tiempo para disputar los playoffs, donde se enfrentan a Miami. Tras empezar perdiendo la serie 2-0, Orlando se rehace para empatar la serie, de la mano de un gran Penny, que luce las Nike Air Foamposite One azules. La NBA multa a Penny por llevar zapatillas de diferente color a las de sus compañeros (recordando el caso de Jordan en 1984) y Orlando acabaría perdiendo la eliminatoria.
 
Para la temporada 1997-98, las lesiones han hecho mella en Penny, que ya no es el base explosivo de antes, alternando en ocasiones el puesto de base con el de escolta. En aquella temporada lleva el tercer modelo de su saga: las Nike Air Max Penny III.  En lo personal, pasa gran parte de la temporada fuera de las canchas. Su mala temporada fue el reflejo del año mediocre de su equipo.
 
 
Al año siguiente se produjo la huelga de jugadores de la NBA, por lo que la temporada no empezaría hasta febrero. Tiempo suficiente para recuperarse bien de sus molestias. En esta época, Nike saca al mercado las Air Max Penny IV que ya no tendrían tanto tirón como las anteriores. Penny pasa a jugar directamente de escolta esa temporada y los Magic caen en primera ronda frente a Philadelphia.
 
El jugador se siente estancado en Orlando y decide irse a Phoenix. Pero ya no tiene el mismo impacto de años anteriores, y Nike da por concluido su imperio en el mundo de las zapatillas. Así funciona el negocio, los mismos que un día te encumbran, al día siguiente te dejan de lado, cuando dejas de servir para sus objetivos.
 

anecdotario

“lil penny”, la genial campaña publicitaria de nike

Durante un corto periodo de tiempo a mediados de los 90, parecía que Penny Hardaway podría ser el verdadero heredero de Jordan, tanto para Nike como para la NBA.
 
Fue entonces cuando nació Lil Penny; su alter ego, una marioneta que no tenía pelos en la lengua y hablaba abiertamente sobre cualquier tema. El comediante Chris Rock fue el encargado de poner voz a este Pepito Grillo descarado y lenguaraz. A Tyra Banks, espectacular modelo y amiga íntima de Will Smith en la serie el Príncipe de Bel-Air, muchos seguimos viéndola como la pareja ficticia de Lil Penny.
 
Muchos otros famosos de la época  aparecieron junto al personaje, como el Dr.Dre en el videoclip “No diggity“, un adolescente Tiger Woods en el anuncio de la Superbowl de 1997, o Shaquille ONeal en el anuncio de sus zapatillas Reebok, cuando la marca mostró su envidia al usar la imagen de Lil Penny para su anuncio. “Se supone que el anuncio de Nike será el más importante durante la Superbowl. Este podría poner a Hardaway en la cima como una superestrella publicitaria”, comentaba en 1997 Joyce Julius, analista de marketing. 
 
 “Cuando lo escuche me reí, porque este alter ego, por supuesto, iba a ser malo. Pero la mayoría tenemos un pequeño chico malo dentro de nosotros”, comentaba el jugador a New York Times en 2012.
 
Las lesiones finalmente atrofiaron lo que parecía ser un paseo hacia el Salón de la Fama, pero Lil Penny sobrevivió gracias a una campaña brillante y divertida que trascendió el baloncesto (“el servicio secreto no pudo protegerme”). Echemos un vistazo a algunos anuncios de Lil Penny que quizá la gente ya no recuerde o nunca hayan visto:
 
youtube://v/4MGX0h7eNhU
 
 
youtube://v/wYF5VPu7lJs
 
 
 
youtube://v/yVmnb3z96zg
 
Aún a día de hoy, podemos ver a Penny Hardaway y Lil Penny haciendo de las suyas, como en los viejos tiempos:
 

su papel en el cine: “blue chips”, 1994 (“ganar de cualquier manera”)

El término “Blue Chips” se utiliza originariamente en el mundillo de la Bolsa para referirse a un valor que está en alza. En el baloncesto americano, se emplea para referirse a determinados jugadores prometedores, de los cuales se supone, que algún día jugarán en alguna franquicia de la NBA.
 
El baloncesto universitario norteamericano es amateur, además de casi una religión en determinados estados (por ejemplo en el caso de Indina, cuna de los Hoosiers). Se considera el baloncesto puro, antes de la corrupción del profesionalismo, por medio de los millones, la fama y el estrellato.
 
En la NCAA está prohibido el pago o compensación alguna, tanto a un jugador como a su familia, para decantar la decisión de los chicos de jugar para una determinada universidad. Y en eso se basa la trama central de la película, en la historia de un equipo universitario; de su entrenador y jugadores, manchados por el poder del dinero.
 
En Blue Chips, el actor Nick Nolte encarna a Peter Bell, un prestigioso entrenador universitario, ganador de algunos campeonatos en el pasado. Tras una mala temporada del equipo, se lanza a captar nuevos talentos a lo largo del país para la siguiente temporada. Para ello, utiliza la red de contactos de la universidad, “los amigos del programa”, para persuadir a los chicos mediante compensaciones económicas, violando de esta manera el código de disciplina deportiva universitario.
 
Para su papel, se inspiró en Bobby Knight, uno de los entrenadores más prestigiosos y polémicos de la NCAA (tres veces campeón de la NCAA con Indiana y a la cabeza del equipo USA que ganó la medalla de oro frente a España en Los Ángeles 84).
 
En la película, además de Shaquille y Penny Hardaway, aparecen un buen puñado de jugadores conocidos, como Allan Houston, Kevin Garnett, Rick Fox… y personajes como Wes Unsled, el mismo Bobby Knight, o Larry Bird y Rick Pitino haciendo de ellos mismos.
 
Se trata de una película entretenida, con secuencias de partidos, entrenamientos y tiempos muertos bastante realístas.  Refleja el ambiente del baloncesto universitario, las ambiciones y el negocio que se esconden detrás del deporte.
 
En cuanto a nuestros protagonistas, Shaquille ONeal encarna a Neon Bodeaux, un diamante en bruto que vive en un remoto pueblo de Louisiana, y Penny, en el papel de Butch McRae, gran anotador de un barrio marginal de Chicago. El combo perfecto para devolver la gloria a los Dolphins de la Western U. Decir que Shaquille actúa bastante bien, mostrándose muy natural, en la que posiblemente sea su mejor interpretación en el cine, mientras que a Penny se le ve con mucha menos soltura que en la cancha. En definitiva, una película que, sin ser ni mucho menos la mejor sobre el tema, puede hacer pasar un buen rato a los aficionados al baloncesto. 
 
youtube://v/3FC5zdcct9s