Ya se encuentra en las estanterías el segundo libro del periodista Antonio Gil, "Arvydas Sabonis: el zar lituano".  El redactor en Gigantes del Basket, y colaborador en otros medios como SportYou y CNN en Español, ha escogido Ediciones JC de nuevo, tras el éxito de su primer libro "El partido que cambió la historia". 224 páginas en las que destripa la vida del gigante lituano, quien dejó su huella en España en Fórum Valladolid y, sobre todo, Real Madrid, y quien grabó su nombre en la mejor liga del mundo en las filas de Portland Trail Blazers. Un libro recomendado por muchos periodistas expertos en el deporte de la canasta para que las nuevas generaciones conozcan la figura de Sabonis, y que no debería faltar en ninguna librería del buen amante del baloncesto. Muchos son los elogios que está recibiendo el periodista, quien vive en Nueva York debido a las corresponsalías de SportYou y CNN en Español.

Es, junto a Drazen Petrovic, el más grande de todos los mitos del baloncesto europeo. Hoy resulta imposible saber lo que hubiese sido de la carrera deportiva de Arvydas Sabonis si no hubiese sido víctima de múltiples lesiones. Porque Sabonis lo tenía todo para triunfar: altura, fundamentos, tiro… Llegó tarde a algunas citas: le costó dar el salto de su país al baloncesto europeo (Fórum, Real Madrid). Y también a la NBA, por las muchas dudas que planteaba su estado físico, pero tuvo una excelente trayectoria y dejó una huella imborrable en los Portland Trail Blazers, donde todavía se preguntan dónde hubiera estado el techo del gigante lituano.

Así reza la parte trasera del libro en donde Gil pone en situación al lector de la trayectoria de uno de los mejores jugadores europeos de la historia, cuyo prólogo es obra de Paco Torres. Antonio habla de la superación de Arvydas a pesar de las constantes lesiones que sufrió, de la fuerza de un personaje que no sólo fue un icono deportivo sino también social, y que representa la superación a una etapa complicada una vez terminada la Guerra Fría.

Pese a llevar simultáneamente varias tareas que apenas le impiden tener tiempo, Antonio pudo sacar unos minutos y respondernos a unas preguntas:

– ¿Por qué Sabonis y no Fernando Martín, Drazen Petrovic u otro primera espada del baloncesto europeo?
Sabonis era alguien que Juan Carlos Rentero, editor del libro, tenía en mente desde hacía mucho. Cuando me lo propuso no era una tema que me convenciese mucho, pero una vez que acepté (no hubo que forzarme demasiado) me di cuenta de que había sido una gran elección. Por otro lado, y siguiendo los ejemplos que citas, Drazen ya tiene su libro en la misma colección al que pertenece el de Sabas.
 
– ¿Que significó Arvydas para ti en tus primeros años de seguidor del baloncesto? ¿Y de periodista?
Lo que más recuerdo de Sabas fue su época en la NBA. Le vi en directo alguna vez cuando estuvo en el Madrid, pero aquellos años vistiendo el uniforme de Portland son los que tenía más grabados cuando empecé con el libro. De hecho durante años, siendo pequeño, estuve intentando imitar aquel triple para forzar la prórroga en un partido larguísimo con los Blazers en el que se pone de puntillas para no pisar la línea de tres. Aun así, sinceramente Sabas nunca fue uno de los jugadores en los que me fijé como aficionado. Siempre he tendido a prestar atención a los jugadores con los que me puedo identificar y él era demasiado grande para mí.
Como periodista he cubierto de primera mano un baloncesto muy posterior al de Sabonis, y por lo tanto no lo he tocado profesionalmente en ninguno de los medios en los que he trabajado. Sin embargo es curioso que esta temporada, viviendo en New York, muchos compañeros de prensa internacional me han preguntado si la comparación de Marc Gasol con "un Sabonis sano" sería correcta. Nuestros caminos se han encontrado al final.
 
– ¿Algún proyecto en mente tras la publicación de este libro? ¿Planes de futuro aparte de los que desempeñas en NY?
Sí que tengo varios proyectos, pero ya sabéis que no hay que hablar de ellos hasta que estén finiquitados… y para eso aún queda. Tengo entre manos algo audiovisual y además estoy maquinando algo por escrito. Como 'adelanto' diré que esta vez no será sólo de baloncesto, y quizás por ello el reto es más grande.