Todo empezó como una fiesta de cumpleaños normal. Will Bynum cumplía 25 y montó una fiesta en un local de Hip Hop de Tel Aviv.

La cosa empezó a torcerse cuando tuvieron un altercado con otro grupo que tomaba algo en el local. Lo que en principio quedaba en un “a la salida me esperas” acabó siendo más grave.

Bynum, su hermano y su compañero Vonteego Cummings se volvieron a encontrar con sus “enemigos” cuando se dirigían a sus coches. Se encontraron las lunas rotas y según su versión uno de ellos los atacó con un cuchillo.

Entonces iniciaron la huída, aunque la Policía acusa a Will de atropellar a uno de los miembros del otro grupo. La víctima acabó con la cadera rota y siendo operado esa misma noche en el hospital.

Al día siguiente pusieron al base del Maccabi bajo custodia policial y le tomaron declaración. El propio Simon Mizrahi, presidente del club amarillo, tuvo que hacerse cargo de la situación.

Durante el día, Mizrahi trabaja como abogado de prestigio, y es especialista en asuntos de tráfico. Gracias a sus gestiones -y aunque Bynum pasó bastantes horas en el calabozo-, el jugador ha sido puesto en libertad previo pago de 9.000 euros de fianza.

Por otra parte, la Policía ha detenido a cuatro de los implicados, acusados de intentar agredir a Bynum y su hermano cuando estos se iban del local.

Aún así, las cosas no están del todo bien para Will, ya que está bajo arresto domiciliario y no puede salir del país, lo que le impediría jugar los siguientes partidos de Euroliga.

El Maccabi ya está trabajando para intentar conseguir un permiso especial para que pueda viajar con el equipo, pero ahora la mayor preocupación de Bynum está en no ser declarado culpable.

Bynum se añade a la lista de jugadores que pasaron parte del fin de semana entre rejas, ya que además del caso de Antwain Barbour y Gimel Lewisl tenemos el del ex-NBA Isaiah Rider, que fue arrestado en Berkeley tras protagonizar un altercado con el taxista que lo transportaba.