El último clásico griego entre Panathinaikos y Olympiacos dejó muchos titulares. En el parquet, los del Pireo vencieron a domicilio por 66-77 en el partido correspondiente a la liga de aquel país. Pero, por desgracia, la noticia estuvo no tanto en la cancha, sino en la grada.

En primer lugar, los seguidores del Panathinaikos atacaron el banquillo del equipo visitante dejando unas imágenes dantescas. Unos gestos de Vassilis Spanoulis, que algunos entendieron provocadores, hicieron que la tensión subiera muchos grados:

Si esto no fuera poco, el inefable Dimitris Giannakopoulos, dueño de Panathinaikos, volvió a mostrar su peor cara, amenazando de muerte a Vassilis Spanoulis, tal y como hizo hace algunas fechas con un árbitro tras un Panathinaikos-CSKA.  El Departamenteo de Comunicación de Olympiacos recogió el momento:

Incluso en las horas posteriores al partido parece que el fuego desatado no acaba de apagarse. La vivenda de Vassilis Spanoulis se mantiene bajo protección policial por miedo a un ataque contra la familia de la estrella del Olympiacos. Definitivamente, esto se le ha ido de las manos al basket heleno.

En lo deportivo, la gran víctima de la derrota del Panathinaikos ha sido Dusko Ivanovic, destituido por el equipo del trébol verde. Tal y como informa Eurohoops, Panagiotis Giannakis es el favorito para ocupar su puesto.