Bryant Dunston se está convirtiendo en una de las mayores pesadillas del Real Madrid en los Cuartos de Final de la Euroliga. Este interior de 2,03 metros de estatura está haciendo estragos al equipo de Pablo Laso, en parte por su aportación bajo los tableros y su intensidad en el juego. Este "novato" en el equipo de Georgios Bartzokas cumple su proposito con contundencia y posiblemente, es el jugador más a tener en cuenta de este Olympiacos. 

Nacido en Kentucky el 28 de mayo de 1986 y formado en la Universidad de Fordham, es una de las nuevas incorporaciones del equipo griego, tras conseguir dos Euroligas consecutivas, siendo la última final contra el Real Madrid. Olympiacos tiene el "listón" muy alto por los grandes éxitos cosechados en las últimas ediciones, pero teniendo en cuenta las caras nuevas no es una tarea nada fácil. Contra el conjunto madrileño no era el equipo favorito para acceder a la Fase Final, pero a falta de un partido, la serie está muy abierta y cualquier cosa puede suceder. 

Bryant Kevin Dunston Jr es uno de los principales motivos por las cuales su equipo ha dado la vuelta a la serie, de 2-0 a empatándolo a dos. Sus aportaciones en el rebote, o bajo los tableros ha sido fundamental, consiguiendo 21 puntos, 9 rebotes y 32 de valoración, en el tercer partido y 13 puntos y 9 rebotes, para 25 de valoración en el último choque. Esto ha permitido que sea el jugador que más sume de su equipo, en los Cuartos de Final y es el hay que mirar con lupe en el quinto y último. 

Su rendimiento está muy ligado a la victoria con el Olympiacos. Es más, hay una estadística que dice que cuando Kevin Dunston consigue 20 o más de valoración, su equipo nunca pierde, a excepción del encuentro contra el FC Barcelona en el "Top 16". Como anécdota hay que decir que en Euroliga y en la HEBA, el pívot norteamericano nunca antes había conseguido dos partidos consecutivos superando la barrera de los veinte. Esto demuestra que en los mejores momentos aparece, cuando su equipo se le necesita. 

Una de las claves para frenar al Olympiacos es contrarrestar el juego de Bryant Dunston. Una tarea complicada pero no imposible. Ahora sólo falta tirar la moneda al aire y ver que sale. 

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