Han pasado cuatro años desde que se consiguiera el mayor éxito del baloncesto nacional con el Campeonato Mundial logrado en 2006 en Japón. Los protagonistas fueron un grupo de jóvenes jugadores que creyeron en ellos mismos y que formaron un bloque que se sobrepuso a todas las dificultades y que enganchó a todo un país con el baloncesto.

En estos cuatro años, la selección ha vivido dos cambios de entrenador y la entrada y salida de algunos jugadores, pero todavía sigue manteniendo la columna vertebral y el espíritu que los llevó a ser campeones del mundo en 2006.

En este artículo, incluído en la serie llamada Camino a Turquía que Solobasket está publicando como previo al Mundobasket, vamos a hacer un repaso a lo que ha acontecido en estos cuatro años de reinado mundial de nuestra selección, analizando a los jugadores que repiten, a los nuevos, y al resto de factores que pueden aproximarnos a valorar si la selección de Sergio Scariolo está en condiciones de soñar con repetir el éxito de 2006 en Japón.

De la canasta de Holden al Eurobasket de Polonia

Después de lograr el cetro mundial, la selección debía afrontar el Eurobasket 2007 en casa, para el que Pepu Hernández mantuvo intacto el bloque del equipo que había vencido en Japón. Aquel Eurobasket acabó con un doloroso subcampeonato y con la sensación de que la propia presión por vencer había atenazado a los nuestros en los momentos clave.

El siguiente objetivo eran los Juegos de Pekín 2008, y estuvieron marcados por la destitución en junio de 2008 de Pepu Hernández tras varios desencuentros con la Federación. Su sustituto fue Aíto García Reneses y su lista para Pekín únicamente presentaba dos novedades, la entrada de Ricky Rubio y Raül López en sustitución de Carlos Cabezas y Sergio Rodríguez. Al final se llegó a la final ante Estados Unidos, donde se jugó un fenomenal encuentro, plantando cara en todo momento a los Bryant, James, Wade y compañía, y donde únicamente la efectividad de los norteamericanos y algunas polémicas decisiones arbitrales pudieron apartar a la selección española de haber conseguido el oro olímpico.

Un año después, se celebraba el Eurobasket 2009 en Polonia, y la selección llegaba con nuevo técnico en el banquillo, Sergio Scariolo, y con la buena noticia de la participación de Pau Gasol, que sorprendía ya que muchos pensaban que se tomaría ese Eurobasket de descanso después de haber logrado ganar su primer anillo en la NBA. Aquella selección presentaba como novedad la vuelta de Carlos Cabezas en lugar del lesionado Calderón y la entrada de Llull y Claver en lugar de Berni Rodríguez y del capitán Carlos Jiménez, que había decidido no continuar en la selección. Tras un comienzo de campeonato algo irregular, la selección fue de menos a más y consiguió el título que la convierte, a día de hoy, en campeona de Europa y del Mundo.

En Turquía, la selección se presenta sin Pau Gasol, pero con siete jugadores del equipo que logró el triunfo en Japón (Calderón, Navarro, Rudy, Mumbrú, Garbajosa, Marc Gasol y Felipe Reyes), y con otros jugadores que se han ido incorporando de manera paulatina al grupo, con lo que podemos hablar de que la selección ha vivido una evolución tranquila en este ciclo.

Analizamos a los siete jugadores que repiten:

José Manuel Calderón disputó el Mundial de Japón tras su temporada debut en la NBA (5.5 puntos, 2.2 rebotes y 4.5 asistencias) y era, junto a Cabezas, el base principal de aquella selección. A Turquía llega como un jugador más maduro, asentado en la NBA, y tras una temporada con algún problema con las lesiones ha firmado buenos números (10.3-2.1-5.9) y, lo que es más importante, llega con unas ganas enormes después de haberse perdido por lesión el último Eurobasket en Polonia.

Juan Carlos Navarro era y sigue siendo la referencia exterior de esta selección, a Japón llegaba tras firmar una gran temporada (18.2-2.2-3.2), que le valió ser nombrado MVP de la liga ACB. Después de un breve paso por la NBA, regresó al Regal FC Barcelona donde esta temporada ha conseguido firmar buenos números (14.8-1.6-3.3) y ganar la Euroliga, siendo nombrado MVP de la Final Four y también ha sido incluido en el quinteto ideal de la ACB y de la Euroliga.

Jorge Garbajosa llegó al Mundial de Japón en su mejor momento, había firmado su segunda gran temporada en Unicaja (13.3-6.4-2) y se tras el Mundobasket se incorporó a los Toronto Raptors. A Turquía llega como el jugador más veterano del combinado nacional, tras haber firmado unos números algo inferiores (6.9-3.2-1.5), pero sigue siendo ese jugador capaz de abrir las defensas con su lanzamiento exterior y es del agrado de Sergio Scariolo.

Álex Mumbrú se presentó en Japón después de un gran año en Badalona (11.0-4.2-1.2) que le sirvió para recalar en el Real Madrid. Fijo en la selección durante todo el ciclo, tras su incorporación a Bilbao Basket ha conseguido recuperar sensaciones (13.4-3.4-2.1) y sus especiales características, buena mano y capacidad reboteadora, le hacen volver a tener la ocasión de participar en un Mundobasket.

Marc Gasol viajó a Japón tras una dura elección que tuvo que realizar Pepu Hernández, dejando fuera a Eduardo Hernández-Sonseca, finalmente la apuesta salió bien y el jugador, que llegaba después de realizar una modesta temporada en el FC Barcelona (2.9-2.7-0.3) tuvo un buen papel el Mundobasket 2006. En estos cuatro años no ha dejado de crecer como jugador, tras dos años en Girona, llegando a ser MVP de la ACB, recaló en la NBA, donde sigue progresando día a día (14.6-9.3-2.4). Sin duda que este puede ser su Mundobasket.

Felipe Reyes acudió a Japón tras firmar su segunda temporada en el Real Madrid (11.9-8.1-1.1). En estos cuatro años ha conseguido ser cada vez más importante para su equipo, llegando a ser nombrado MVP de la Liga ACB en 2009. Esta temporada ha estado marcada por las lesiones, que retrasaron su incorporación al equipo, pero finalmente acabó acercándose de nuevo a sus números (8.9-4.7-1.1) y en Turquía volverá a ser de nuevo pieza clave en la pintura de la selección.

Rudy Fernández llegaba al Mundobasket de Japón en periodo de crecimiento como jugador, pero en el Joventut ya mostraba su calidad (13.7-3.8-2.6). Con los años su importancia en la selección ha ido in crescendo y llega a Turquía con la motivación de dar un paso adelante y de liderar junto a Navarro al perímetro del combinado nacional. Su temporada NBA ha sido discreta (6.8-1.7-1.3) pero su motivación cuando se viste la roja crece y tendrá ganas de sentirse importante.

 
A grandes líneas podemos decir que Calderón, Marc Gasol, Álex Mumbrú y Juan Carlos Navarro llegan en iguales o mejores condiciones que lo hicieron a Japón, mientras que Jorge Garbajosa quizás no está rayando a tan gran altura, aunque su papel y veteranía pueden ser importantes. Felipe y Rudy, por diversos motivos no han tenido una gran temporada a nivel de clubes, pero son jugadores que cuando están con la selección dan lo máximo y esa motivación se transmite en la cancha.

La savia nueva:

De los que disputan su primer Mundobasket, el que más experiencia tiene en grandes competición es el más joven de ellos, Ricky Rubio, que ya estuvo en los Juegos Olímpicos de Pekín y en el Eurobasket de Polonia. Junto a él, Sergi Llull y Víctor Claver intentarán repetir el éxito que ya disfrutaron el verano pasado en Polonia. Para Fran Vázquez será su retorno desde el Eurobasket de 2005, mientras que para Fernando San Emeterio será su estreno con la selección. Este quinteto aporta mucha juventud a la selección, de hecho la edad media de los campeones en 2006 era de 24.9 años, mientras que en la selección que se presenta en Turquía la media es de 26.1 años, es decir, ha subido muy poco para la continuidad que mantiene el bloque.

Los que no están:

Por el camino se han ido quedando diversos miembros del equipo que se proclamó campeón en Japón. Carlos Jiménez anunció tras los Juegos Olímpicos que renunciaba a seguir jugando con la selección. Sergio Rodríguez, Carlos Cabezas, Berni Rodríguez y Raül López se han quedado fuera por decisiones técnicas. Aunque sin duda la baja más sensible será la de Pau Gasol, un jugador que ha participado de manera continuada en los últimos cuatro grandes campeonatos y que ha decidido parar este año para poder mantener su nivel competitivo.

Los rivales:

Sin duda que un título se consigue por méritos propios, y después de repasar las plantillas que presentaban las selecciones en Japón 2006 se puede corroborar que estuvieron plagadas de estrellas y que no pudieron con esos chicos que se unieron en un bloque para conseguir su sueño. En Turquía el panorama es distinto, se presenta muy mermado por las bajas y habrá que ver como afecta al resultado final del campeonato.

En 2006, España se tuvo que enfrentar a rivales que presentaban pocas ausencias ya que salvo una mermada Serbia y Montenegro y alguna ausencia puntual como la de Jasikevicius o Parker el resto de selecciones se presentaban con sus mejores hombres, empezando por una Alemania lidera por Nowitzki en la fase de grupos, y siguiendo con unos cuartos de final ante la Lituania de Macijauskas, Songaila, Kleiza y los hermanos Lavrinovic. En semifinales se disputó el partido más difícil, ante la campeona olímpica, la Argentina de Scola, Nocioni, Oberto, Ginóbili y Prigioni entre otras estrellas. La final fue ante una Grecia, campeona de Europa, plagada de grandes nombres: Papaloukas, Spanoulis, Diamantidis, Fotsis, que consiguió derrotar en semifinales a unos Estados Unidos que presentaba a estrellas NBA del nivel de Lebron James, Dwayne Wade, Carmelo Anthony y Chris Paul entre otros.

El Mundobasket de Turquía se presenta bastante plagado de ausencias, tal y como publicó nuestro compañero Igor Minteguia en un artículo sobre las bajas del Mundobasket. De esta manera, a la baja de Pau Gasol en España se unen algunas tan destacadas como las de Papaloukas en Grecia, Nowitzki en Alemania, Ginobili en Argentina, Parker en Francia, Bogut en Australia, Yao Ming en China, Jasikevicius y Siskauskas en Lituania… y así un largo etcétera que convierten el campeonato en uno de los más marcados por las renuncias de las estrellas en los últimos tiempos.

El balance:

Los resultados avalan a nuestra selección, se sigue manteniendo el bloque, y las incorporaciones tienen la suficiente calidad como para que el conjunto no se resienta. La baja de Pau es muy sensible, pero no debe servir de excusa para no aspirar a lo máximo en Turquía.

Además, viendo la generalización de la ausencia de estrellas en casi todas las selecciones, se presenta un campeonato abierto y en el que si España es capaz de mantener su filosofía de juego, parte como clara favorita a estar en las medallas y a luchar por repetir triunfo