Carlos Cherry dijo adiós en febrero de este mismo año a su club de toda la vida – el Caja San Fernando – para embarcarse en una aventura total, jugar los cuatro últimos meses de competición en el CSKA. Si, tal y como suena. Cuatro meses en la fría y dura…Bulgaria.

A pesar de haber sido nominado como uno de los diez jugadores revelación en la ACB y de haber firmado un contrato por tres años con la escuadra hispalense, el sevillano se quedó sin hueco en la plantilla por lo que tuvo que esperar a que algún equipo lo llamase para poder seguir jugando.

Las ofertas no tardaron en llegar, muchas de ellas de conjuntos de la liga LEB, pero ninguna de ellas pareció convencerle. Su afán competitivo y sus ganas de ganar un título le hicieron aguardar el tiempo que fuese necesario, hasta dos meses, para aceptar la propuesta más interesante a nivel deportivo: la del CSKA de Sofía.

Sus comienzos

Los comienzos por Bulgaria no se preveían nada fáciles. El cambio de país, de temperatura y de costumbres suponía todo un hándicap para Carlos, que se despedía también de su recién formada familia, pues había contraído matrimonio hacía bien poco.

Pocas cosas conocía de su nuevo equipo, casi todas ellas se las había contado su compañero de equipo Filip Videnov. Pero las dudas quedaron atrás desde el mismo día que desembarcó en Sofía. La organización del CSKA es impresionante y trata a los jugadores de maravilla. Coches, pisos de calidad, comida gratis, satélite…todas las comodidades para que sus jugadores rindan al máximo. A la cabeza de todo esto se encuentra su Presidente, Emil Cohen, un excéntrico y multimillonario empresario cuya mayor pasión es que su equipo gane todo lo que se le ponga por delante, en especial al Lukoil Academic, el gran rival de Cherry a partir de entonces.

Su trayectoria

Ya han pasado dos meses desde que Carlos llegó a Bulgaria y se encuentra plenamente adaptado. Hay muy buen ambiente en el equipo y tiene en Thierry Zig (ex – Granada y Gijón) y Greg Danielson a sus mejores amigos. Es el base titular del equipo, ejecutando las órdenes que le manda desde el banquillo Vlado Djurovic, un experimentado entrenador serbio que ha estado en equipos de la talla de Asvel, Pau Orthez, Panionios o Lietuvos entre otros.

La afición del conjunto capitalino es espectacular y el pabellón, que recibe el nombre de Universiada, se llena siempre en los partidos contra Levski o Lukoil. Los búlgaros son auténticos fanáticos y es corriente ver Universiada plagado de bengalas y cánticos apoyando a los suyos. Y como no, a Carlos Cherry, al que Emil Cohen ya le ha ofrecido la renovación.

En la actualidad se encuentra disputando las semifinales por el título, y su rival será Spartak Plevent. Se prevé que pasen y disputen la gran final. Justo el título por el que tanto había luchado Carlos, ahora más al alcance de sus manos que nunca. Ojalá tenga suerte.