Siempre que pensamos en la liga griega, nos puede venir a la mente un Oaka lleno, un Olympiacos-Panathinaikos de aquellos en los que siempre ocurre algo o en aquel Aris de Salónica de la década de los 80. Pero la A1 Ethniki -la liga griega, que actualmente lleva el nombre de Stoiximan Basket League- es mucho más que eso. En el artículo de hoy, analizamos el perfil de Chad Brown (2’06/24 años), un pívot que está destacando en el Charilaos Trikoupis; exacto, el mismo nombre que el otrora primer ministro griego -entre 1875 y 1895-.
En su segunda temporada en la élite, el conjunto griego está buscando consolidarse. Por ello, este verano decidió hacerse con los servicios de un jugador poderoso, muy físico, con potencial en ambos lados de la cancha y enérgico: Chad Brown. Formado en la Universidad de Florida Central, completó los cuatro años en la liga universitaria con los UCF Knights.
Pese a no acabar seleccionado por ninguna franquicia en el Draft, firmó un contrato temporal con los Mavericks, que a su vez lo derivaron al filial de la G-League, los Texas Legends. Allí ya comenzó a desplegar todo su poderío físico culminando jugadas, colocando tapones y exhibiendo una capacidad atlética envidiable. Sus actuaciones llamaron la atención del Charilaos Trikoupis griego, que lo incorporó a sus filas este pasado verano. Por el momento, está promediando 11 puntos, 8’4 rebotes y 2’5 asistencias para 15 de valoración.
Una vez hecha la introducción, vayamos a trazar el perfil. Como ya se ha mencionado, sus puntos fuertes son su físico, su energía y su polivalencia en ambos lados de la cancha. No es un center que necesite muchos centímetros en la zona para intimidar, sino que se vale de sus 2’06 de estatura para provocar que el rival se lo piense dos veces a la hora de penetrar. No solo eso, sino que su actividad defensiva también se traduce en recuperaciones y, nota importante: no suele cargarse de faltas pese a ir con todo tanto a nivel defensivo como a nivel ofensivo. Es ágil en las ayudas y corre bien la pista, además de colocar buenos bloqueos para después finalizar el pic&roll siempre con contundencia. Sí, abusa del aro siempre que puede con la intención de imponer su ley; es, por así decirlo, su manera de ser.
Los puntos débiles que se le pueden achacar a Chad Brown pueden ser tanto la inexperiencia como el juego de espaldas. Se siente mucho mejor cuando ve venir balones colgados y debe finalizar la contienda, porque en el poste bajo puede seguir mejorando. Tampoco es un pívot tirador, pero no hay que considerarlo como negativo, puesto que es consciente de que no es su fuerte y no se anima a probarlo; es decir, es consciente de su debilidad y se centra en hacer lo que sabe que se le da bien.
Por el momento, Chad Brown mantiene los pies en el suelo -metafórico, porque ya hemos visto que en la pista vuela sin parar- y sigue trabajando para mejorar. Su buen arranque de competición no ha pasado desapercibido en Grecia y, según ha apuntado algún medio griego, el Olympiacos habría mostrado interés en el joven jugador nacido en Florida. Quizá es demasiado pronto para que adquiera un rol importante en un equipo de Euroleague, pero quién sabe si, siguiendo este ritmo, puede acabar disputando Eurocup o Euroleague en poco tiempo.