A RECUPERAR LA SENDA TRIUNFAL

Ambos equipos habían sufrido derrotas en la jornada anterior y necesitaban encauzar su trayectoria en la competición. Unicaja llegaba de perder en Levallois, en la pista del Boulogne Metropolitans 92, en un partido decepcionante en el que incluso se habían dejado el basketaverage. El Mornar Bar venía de perder en su pista frente al ratiopharm Ulm alemán de manera estrepitosa, complicando sus opciones de clasificación para la siguiente fase y abriendo las opciones del grupo B de Eurocup. 

DE TRES EN TRES

Unicaja arrancó el partido abriendo brecha en el marcador gracias a su acierto desde la línea de tres puntos. Mientras que el Mornar Bar no acertaba en sus ataques, los jugadores de Unicaja castigaban con un gran acierto desde el perímetro logrando un 5/5 en triples (19-6). El acierto continuaría durante el segundo cuarto, pues al descanso, Unicaja estaba en un enorme 77% en el lanzamiento de tres (10/13). Uno de los habituales, Francis Alonso, había conseguido 14 puntos (4/5 en triples), en poco más de 13 minutos de juego. 

UN TRIPLE TRAS OTRO

¿DÓNDE ESTÁ EL REBOTE?

Esa podría ser la pregunta que se hiciera el entrenador del Mornar Bar, Mihailo Pavicevic, al ver la hoja de estadísticas de su equipo al descanso. Solo 2 rechaces en veinte minutos por 17 de Unicaja (5 de ellos en ataque). Unos números sorprendentes teniendo en cuenta, además, que Unicaja es de los peores equipos en el rebote en la competición europea. En el segundo tiempo, las cosas se normalizaron, pero Unicaja terminó el partido con un dominio insultante en el rebote: 32-15.

LAS BASES DEL RODILLO

Si además de tener un acierto estratosférico en el triple, dominas el rebote con una contundencia abrumadora, las opciones de ganar el partido se disparan. Los malagueños se fueron hasta los treinta puntos de ventaja (73-43) a poco más de dos minutos para el final del tercer cuarto. Con el partido y el average más que sentenciado (Unicaja perdió por diez puntos en Montenegro), el último cuarto se convertía en un trámite en el que la única emoción consistía en ver si los de Casimiro eran capaces de batir sus récords de asistencias y triples en la segunda competición europea.

MVP: DARÍO BRIZUELA

Aunque podríamos haber elegido el buen trabajo de Francis Alonso, clave con sus triples; el completísimo partido de Alberto Díaz, con 5 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias, o el de Axel Bouteille, máximo anotador del encuentro y muy seguro tras unos partidos titubeantes del alero francés, tenemos que destacar como MVP el soberbio partido de Darío Brizuela, autor también de 16 puntos con un solo fallo en el tiro, a los que añadió 6 asistencias y 5 rebotes para conseguir 25 puntos de valoración.