Lo de estos Jayhawks no tiene nombre. Sólo una derrota en toda la temporada, cayendo en Tennessee en un gran partido, pero ganando a equipos de la calidad de Michigan, Temple o los históricos, aunque más débiles Memphis o UCLA. Número uno merecido por una solidez muy poco vista en un equipo universitario.

Y es que los de Bill Self, campeón con la generación de unos tales Mario Chalmers, Darrell Arthur o Brandon Rush, están siendo el equipo a batir en esta temporada en la NCAA. Liderados por un talentoso base senior, curtido en mil y unas batallas, llamado Sherron Collins y por un poderoso pívot de tercer año como es Cole Aldrich, los Jayhawks se han vuelto a plantar delante de la puerta del que podría ser su cuarto título en la historia. El base vuelve a ser el máximo anotador, mientras que Aldrich poco a poco va formándose para una larga y exitosa carrera en la NBA. Dos auténticos líderes para un título que se ve más cerca que nunca.

Mimbres para ello tienen. Incorporaciones de este mismo año, como los hermanos Henry, CJ y Xavier (especialmente este último), le han dado un aire más fresco a un equipo ya clásico. Y es que el All-American es un alero con gran capacidad de trabajo y un talento descomunal aún por explotar, ya que Self acostumbra a sacarle desde el banco. Por delante, jugadores de la calidad de los hermanos Morris. Marcus está consolidándose cada día como un jugador a seguir en el futuro, siendo segundo máximo anotador de los Jayhawks con 13 puntos y 6.3 rebotes de media. Pero es que su hermano Markieff es un puro luchador.

Apartándonos de la parte más fraternal, encontramos a Brady Morningstar, un excelso anotador desde la larga distancia y a Tyshawn Taylor, un auténtico tornado en los partidos, capaz de revolucionar desde la velocidad el partido más lento.

Self sabe jugar bien sus cartas y en Kansas empiezan a ver cada vez más cerca un nuevo campeonato. Nosotros apostamos a su favor, pero también habrá que ver cómo podría reaccionar el equipo a alguna lesión. Candidatos a todos en el próximo mes de marzo, el equipo más sólido de la NCAA y el gran rival a vencer. Por algo son el número uno.