Comienza el contador de la cuenta atrás para el inicio de la WNBA programado para el 6 del mes de mayo. Meses previos para diferentes momentos claves, comenzando por la apertura de la agencia libre con nombres muy importantes de jugadoras que pueden cambiar de franquicia, también de nombramientos de nuevos entrenadores y aparición de jugadoras que serán elegidas en el próximo draft de abril.
Dejando atrás el título de las Chicago Sky en el 25 aniversario de la WNBA, dos movimientos en los banquillos han sido llamativos y pueden ser claves. Por un lado, el cambio de Mercury a Liberty de Sandy Brondello, que será la encargada de dirigir a una de las grandes estrellas de la liga, Sabrina Ionescu, y sobre todo, la aparición como nueva head coach de Las Vegas Aces de Becky Hammon. Una de las grandes iconos de la liga, mano derecha en los últimos años de Popovich en Spurs, es nombrada como nueva entrenadora de Aces, dejando de lado de momento ser proclamada primera entrenadora en la NBA. Llega con la clara intención de llevarlas al anillo, no sin antes renovar a A’ja Wilson y ver que hacen con la pívot australiana Cambage.
Junto a la aussie, otros nombres propios salen a escena como agentes libres con opciones de cambiar de franquicia. Algunas de ellas claves en sus equipos, como es el caso de Breanna Stewart, con pocos números que pueda cambiar las Storm por otro lugar, pero teniendo reuniones con New York Liberty, ver que pasará con Sue Bird, y también con la base de las Sky Courtney Vandersloot. Otros nombres que actualmente juegan en Liga Endesa femenina que pueden cambiar son Rebecca Allen, que jugó en New York Liberty y actual jugadora de Valencia Basket, Karlie Samuelson, de Perfumerías Avenida o la española y actual campeona Astou Ndour-Fall, que no tuvo mucho protagonismo en la post temporada con el conjunto campeón de Ilinois.
Junto a Astou Ndour, que actualmente se encuentra disputando la Lega italiana y Euroleague con Venecia, surgen otros nombres de jugadoras españolas. Sorprende la renuncia a disputar la WNBA de la base Maite Cazorla. Una renuncia alegando motivos personales, ya que este verano España no disputará ningún torneo oficial. Pero la jugadora de Las Palmas necesita descanso y de ahí su renuncia a jugar una segunda temporada en suelo estadounidense. En su año de rookie tuvo medias de 3 puntos, 1,6 asistencias y 0.5 robos por encuentro. Dan Padover, general manager de las Atlanta Dreams, cuyo derechos posee, entiende la postura, pero en un futuro próximo si quiere aterrizar de nuevo en la WNBA tendrá que negociar un nuevo contrato.
La otra jugadora en boca de todos es María Conde, actual jugadora de USK Praga que lleva una temporada 21-22 sublime, realizando auténticos recitales en la liga checa y sobre todo en Euroleague, con unos promedios de 17,5 puntos, 5,6 rebotes y 2,8 asistencias, además de convertirse en pilar fundamental del combinado nacional. La jugadora surgida de la cantera de Estudiantes, salió escogida en el Pick 27 del Draft por Chicago Sky. Parece seguro su desembarco esta temporada a la WNBA.
El cuarto nombre que surge es el de Anna Cruz, con un anillo de campeona y actual jugadora de Casademont Zaragoza, que en algún momento ha surgido para de nuevo aterrizar en la WNBA. Ahora bien, parece improbable que de nuevo viaje a Estados Unidos una vez finalice la liga española.
El mercado comienza a moverse, y también se comienza a pensar ya en el futuro Draft, marcado para abril, con dos nombres claros que pueden ocupar el pick 1, sobresaliendo en las quinielas la escolta de Kentucky Rhyne Howard, y por el otro la alero de Baylor, Nalissa Smith. La primera selección del próximo draft será para las capitalinas, las Mystics de Washington, y la segunda elección es para Indiana Fever. Un draft que puede tener una alta elección de la pívot de Gran Canaria, Sika Kone, uno de los grandes nombres de la Liga Femenina Endesa.