Essie Hollis es uno de los jugadores norteamericanos que han pasado por España más recordados por los aficionados al deporte de la canasta en nuestro país. Era un jugador único, cuya magia se expandió por las canchas españolas durante la década de los 80. Ahora, su hijo Damian intenta abrirse camino en el basket profesional y seguir el legado de su padre.

Damian Hollis es un alero de 2.03 de estatura y 24 años atlético y con buena mano que se formó en la Universidad de George Washington (2006-2010). En su año senior promediaría 13.9 puntos, 4.9 rebotes y 1.2 asistencias por actuación. En el verano de 2010 hizo las maletas camino al viejo continente para comenzar su carrera profesional. Su primer destinó fue el Pepinster, pero antes de comenzar la temporada dejaría el equipo belga para enrolarse en el Albacomp húngaro. Esta temporada ha cumplido su tercer curso en el equipo magiar, redondeando una gran campaña, en la que su equipo se ha hecho con la copa y liga de aquel país. Sus promedios han sido de 13.2 puntos, 6 rebotes y 1.4 rebotes por choque. Hace pocas semanas, además, logró el pasaporte húngaro, con lo que su valor en el mercado aumentará por ser considerado jugador comunitario de pleno derecho.

¿Cómo es como jugador Damian Hollis? Su propio padre nos habla de él como jugador: "entiende muy bien el juego y es mejor jugador de equipo que yo, que tenía que asumir mucho juego individual". En todo momento Essie intenta evitar que se le compare con él, porque sus características son diferentes a las suyas. El propio Damian habla de si mismo como "un jugador muy versátil que ama este deporte".

Sus tres temporadas en el basket magiar le hacen conocer de buena mano una liga húngara de donde han salido jugadores como Adam Hanga: "Está claro que la liga húngara está creciendo y es cada vez más fuerte. En la pasada campaña un equipo como el Szolnok alcanzó la F4 de la Eurochallenge y en la presente ha disputó la Liga Adriática". 

Allí en Hungría Damian Hollis ha coincidido con una cara conocida del basket en nuestro país, el ex Adecco Oro y Plata Kyle Swanston; "Kyle es un buen amigo mío y hemos disfrutado enfrentándonos en la presente campaña. Probablemente trabajaremos juntos este verano".

Sobre la influencia que ha supuesto su padre, no tiene sino buenas palabras para Essie; "Mi padre siempre me ha inspirado, ha sido el camino a seguir. Él me ha ayudado a desarrollar mi potencial tanto física como mentalmente. Fue un enorme jugador y siempre ha sido alguien en quien fijarme".

Su objetivo es "aprender de este juego todo lo que pueda para encontrar el camino para conseguir la victoria noche tras noche". En este sentido, evidentemente le gustaría seguir los pasos de su padre: "Me encantaría jugar en España. La Liga Endesa es una de las más potente de Europa y cada partido es un reto muy competitivo". ¿Logrará jugar donde su padré fue un mito en su día?