Messina lo vio claro. Cuando agonizaba el tercer cuarto, con el rival pidiendo clemencia- no concedida por el Madrid- supo el italiano que era el momento de volver a dar cancha a Dasic. El joven jugador, el proyecto de futuro del Real Madrid, ya había debutado en la máxima competición continental, pero ahora iba a ser el momento de que dispusiese de un buen puñado de minutos. Algo imprescindible para su crecimiento, del que se va a encargar, en las próximas campañas, el técnico del Madrid.
Dasic estuvo en cancha algo más de 12 minutos, todos ellos muy activo, con ganas de demostrar cosas. A pesar de que el marcador indicaba la clara superioridad blanca, ninguno de los jugadores visitantes bajó la intensidad hasta el bocinazo final. Y es que dentro del paseo que se pegó el Madrid por tierras alemanas, Dasic aportó 9 puntos, 5 rebotes y 1 asistencia para valorar 10. Miró el aro siempre que pudo, se fajó y ciertamente rindió mejor cuando De Miguel saltó a pista y él se puso a jugar en posiciones más exteriores.
Es posible que el montenegrino tenga oportunidades como las de hoy para seguir acumulando experiencia. Messina sabe cómo hay que trabajar con él. Es cuestión de tiempo que estos minutos residuales, de calidad eso sí, se conviertan en presencias donde hay algo más en juego que llegar a la centena.