Se acabó el crédito para Plaza. El técnico catalán recibió la primera reprimenda de su etapa como entrenador de Unicaja, que sufrió una dolorosa derrota en casa en esta jornada del Top 16, en un encuentro del que Malcolm Delaney fue dueño y señor. El base del Lokomotiv-Kuban destrozó la defensa malagueña, con 21 puntos y 7 asistencias. Unicaja encajó 16 triples, mostró su peor cara y perdió de forma abultada, 64 a 82, en el peor partido de la era Plaza. Kuzminskas cumplió de cara al aro, con 16 puntos, pero no pudo hacer nada con sus pares, como el resto del equipo malagueño, que ve como se le escapan las opciones de colarse en el Top 8 de la Euroleague.

Unicaja sería el primero en anotar, con una canasta tras robo de Nelson, que aprovechaba un error en el saque de línea de fondo. El Lokomotiv-Kuban no lograba anota en los primeros minutos, gracias a una buena defensa malagueña, y Ryan Broekhoff sería el encargado de abrir el marcador para los suyos con un triple. Unicaja había conseguido las primeras ventajas en el marcador, pero no tardó el equipo de Bartzokas en tomar el mando, con un parcial de 0 a 8.

Kuzminskas rompería el parcial aprovechando la ventaja física que tenía con Broekhoff pero Unicaja seguiría con problemas para superar la defensa rusa. De esa misma defensa nació una de las canastas del encuentro, con un robo de Randolph que machaba de espaldas al contraataque. Los de Plaza buscaban igualar la agresividad rusa y se colocaban a un único punto del Lokomotiv-Kuban, 9 a 10 a falta de cinco minutos para que finalizara el primer cuarto.

Tras un tiempo muerto televisivo, Unicaja volvería a tomar el mando del marcador con una suspensión de Jamar Smith, a la que seguiría un triple de Kuzminskas para devolver los cuatro puntos de ventaja. El equipo de Bartzokas cometía demasiados errores e imprecisiones, permitiendo que Unicaja colocara otra máxima ventaja, gracias a otra canasta de Kuzminskas. Sin embargo, el Martín Carpena se encendería por varias decisiones arbitrales, que permitían mucho contacto físico en la zona. A pesar del buen inicio malagueño, el talento del Lokomotiv-Kuban hizo acto de presencia y con dos triples consecutivos, Delaney primero, Claver después, volvieron a igualar el marcador a falta de un minuto, 16 a 16, resultado con el que se llegaría al final del primer período.

El Lokomotiv-Kuban abusaba del tiro exterior, lanzando prácticamente el triple de tiros de tres que de dos al final del primer cuarto, mientras que Unicaja equilibraba más el juego en ambos aspectos. El segundo cuarto empezaría de otra forma, con Claver remontando línea de fondo para machacar y devolver la ventaja a los de Bartzokas. La ventaja del Lokomotiv no duraría en exceso, gracias a un triple de Alberto Díaz, al que respondería en la siguiente posesión Chris Singleton. El festival de triples continuaría, con la respuesta de Jackson, y Unicaja volvía a conseguir los cuatro puntos de ventaja.

El juego malagueño era más vistoso, pero la circulación de balón del Lokomotiv-Kuban les permitía conseguir tiros cómodos, aunque no entraban. Unicaja buscaba aumentar el ritmo de juego con una presión a toda cancha, y Jackson, muy enchufado, anotaba de nuevo un triple para colocar la máxima, 30 a 23. Bartzokas solicitaría tiempo muerto para intentar cambiar la situación, pero el desacierto del Lokomotiv-Kuban les castigaba, con numerosas pérdidas (10 al descanso) y errores en el tiro.

A pesar del desacierto del Lokomotiv-Kuban, los de Plaza no estaban mucho mejor, y pasarían cuatro minutos sin anotar, cuando tenían oportunidad de abrir brecha en el marcador. La falta de acierto y la tendencia a consumir la totalidad de la posesión provocaban malas situaciones ofensivas, que aprovechó el equipo ruso para colocarse a dos puntos, momento en el que Kuzminskas volvería a anotar dos tiros libres para cortar la mala racha malagueña. Sin embargo, entró en juego un factor con el que todo el mundo contaba: Malcolm Delaney.

Un último minuto espectacular del base americano, asumiendo el peso ofensivo del Lokomotiv-Kuban asestó un duro golpe a Unicaja. Dos triples seguidos, que lo dejaban con 14 puntos al descanso, daban la ventaja al final de la primera mitad al equipo de Bartozkas, con un marcador de 32 a 34.

Unicaja buscaría frenar a Delaney en el inicio del tercer cuarto, con Díaz sobre el base americano, que si bien no anotaba, sí generaba para sus compañeros. El Lokomotiv-Kuban conseguía colocarse con cuatro puntos de ventaja, y el partido se colocaría aún más de cara con la cuarta personal de Vázquez, que había realizado un partido muy gris. Por si fuera poco, Delaney volvió a tirar de talento y con un triple totalmente desequilibrado colocaba la máxima ventaja para su equipo, 32 a 39. Kuzminskas recortaría con un dos más uno, y una pérdida de Randolph, que cometía pasos tras una defensa al poste muy inteligente de Kuzminskas los metía de nuevo en el partido.

Pero aparecieron tres que no debieron hacerlo. Perdonaron, en primer lugar, una falta técnica a Randolph por protestar y sí se la cobraron en la jugada posterior a Suárez, por hacer el mismo gesto que el pívot americano. Con ello, el Lokomotiv volvió a los siete puntos de ventaja, aunque la mala cabeza de Anthony Randolph esta vez sí se saldó con técnica, al protestar una falta clara que cometió sobre Thomas. Unicaja aprovecharía los tres tiros libres de los que dispuso, volviendo a colocarse a cuatro puntos del Lokomotiv-Kuban.

El partido pasó a ser un intercambio de golpes, lo que no convenía a Unicaja para igualar. Si Singleton anotaba de tres, Thomas le daba su réplica. El problema venía de ahí, del acierto que mostraba el Lokomotiv, que acribillaba desde el perímetro a Unicaja y con dos triples más, de Draper y Broekhoff, lograban ponerse con 10 de ventaja, 41 a 51, a falta de 3:44 para el último cuarto.

El festival de Delaney seguía su curso, con otro triple y su punto número 21, el séptimo en el tercer cuarto, y Plaza ordenaba una zona 2-3 para intentar frenar la sangría. No tuvo demasiado efecto, pues el Lokomotiv sólo necesitó mover un poco más el balón para lograr anotar. Plaza daba entrada entonces a Nedovic, cuando restaban 53 segundos para que finalizara el cuarto, y el Lokomotiv lograba anotar dos triples más para dejar el partido vito para sentencia, con 47 a 60 en el marcador entrado el cuarto período.

Plaza confiaba de nuevo en la defensa zonal para el último cuarto. Bartozkas jugaba con Claver como poste distribuidor, cumpliendo con su papel a la perfección. Jackson lograría dar algo de esperanza, con un triple desde la esquina, pero se necesitaba algo más que acierto para darle la vuelta al encuentro. La garra de Cooley en la zona, que hacía imposible anotar en las cercanías del aro, y un triple de Dani Díez, lograron reducir la diferencia a menos de diez puntos, 53 a 62, encendiendo al Martín Carpena, que cantaba el clásico “a por ellos”.

Pero pronto apagaron las llamas. La esperanza de la remontada se tornó en pesadilla para Unicaja. El Lokomotiv-Kuban pasó de “locomotora” a apisonadora, con cinco puntos seguidos que volvían a colocar a los de Bartzokas con 14 de ventaja. El hundimiento de Unicaja era ya una realidad y un triple más, esta vez de Claver en la esquina, era el último clavo. La desidia malagueña en los últimos minutos fue reprochada por su público, que veía como Randolph aumentaba la diferencia hasta los 21 puntos, y Plaza, al solicitar un tiempo muerto, recibió la primera pitada de su etapa malagueña.

Un esperpento, un insulto al baloncesto que se había practicado en las dos temporadas anteriores y una falta de profesionalidad realmente preocupante, que dejaban a Unicaja en una situación crítica. Plaza arengó a los suyos, pero no obtuvo nada, y el partido quedaba visto para sentencia. No había tensión en defensa ni acierto en ataque, y el partido tenía más pinta de reunión de amigos que de encuentro al máximo nivel. El Lokomotiv-Kuban se limitó a cumplir y bastó, con Randolph sumando estadísticas sin demasiada dificultad. Unicaja intentaba maquillar el resultado, sin éxito y el Lokomotiv-Kuban venció por 64-82, con una muestra de dominio del encuentro de Delaney para enseñar en vídeo. El base americano finalizó con 21 puntos y 7 asistencias para 31 de valoración, siendo dueño y señor del encuentro. Randolph, con 18 puntos, fue el segundo máximo anotador, aunque es cierto que maquilló sus números en el último tramo del encuentro. Clave también fueron los 16 triples que anotó el conjunto ruso, ante la falta de intensidad en defensa del conjunto malagueño. Por parte de Unicaja, sólo Kuzminskas dio la cara, con 16 puntos, y los de Plaza suman su tercera derrota consecutiva en la máxima competición europea, la segunda en casa, poniendo en duda que tengan la mínima opción para pasar al Top 8.