Una de las claves de la semifinal entre CSKA y Lokomotiv fue la defensa de cambios planteada por Itoudis que consiguió reducir las ventajas ofensivas del Lokomotiv. Ante un equipo que carecía de jugadores que hiciesen daño en el juego de espaldas al aro plantearon continuos cambios defensivos sin importar que hubiese desventajas físicas. Por momentos los de Barztokas se colapasaron en ataque y no pudieron sacar provecho de las situaciones de 1×1 exterior de los pívots como hicieran ante el FC Barcelona Lassa, porque siempre acaban defendidos por un exterior. Tampoco Delaney se encontró tan cómodo ante defensores más altos que le negaban el tiro y le intimidaban cerca del aro cuando se decidía a penetrar. A pesar de su 1 de 7 en tiros de dos acabó con 26 puntos tras forzar faltas que le llevaron a anotar 12 tiros libres.

Productos de estos continuos cambios el rebote sí fue un problema para el CSKA. Los de Kuban lograron hasta 22 rebotes ofensivos, una barbaridad, que se entiende precisamente por los cambios defensivos que dejaban en ocasiones a los pívots del Lokomotiv con exteriores del CSKA y a los malos porcentajes de tiro durante el encuentro motivados también por estos cambios. Frente al 51% en tiros de dos y 36.9 % en tiros de tres que han promediado durante la competición, en la semifinal esos porcentajes fueron del 41% en tiros de dos y un 32% en tiros de tres. Su 21 de 22 en tiros libres y el dominio de rebote le permitió llegar con alguna opción al final pero el CSKA dominó durante los 40 minutos el encuentro.
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Vídeo realizado con el software Eric Sports