El FC Barcelona se ha impuesto esta noche al campeón polaco PGE Turow Zgorzelec por 86-67, un rival desconocido para el gran público y que hot en ningún momento ha creído en la victoria ni ha competido por ella.

El Barça ha salido como un tiro y rápidamente se ha puesto con ventaja en el marcador (15-6 a 5:36) con un Justin Doellman pletórico, mostrándonos su mejor versión. El ala pivot norteamericano llegaría al descanso con 20 puntos, 8 rebotes para 31 de valoración y con una sensación de infinita superioridad a sus pares rivales. Su versatilidad (capaz de jugar cerca de canasta, penetrar y tirar de 3) ha resultado imparable para el Turow.

A pesar de eso, los blaugrana vieron frenado su buen juego ofensivo inicial coincidiendo con la aparición de su segunda unidad. Hezonja, Abrines y Nachbar no conseguían producir ni igualar las prestaciones con Oleson, Tomic y Doellman en pista. Con la vuelta de su quinteto titular a cancha el Barça volvía a abrir hueco (34-26 a 5:44) para llegar al descanso con un 49-37 favorable. Los visitantes se apoyaban sólo en Damian Kulig que con su tiro exterior ofrecía algo de resistencia.

Tras un flojo inicio de tercer cuarto, unos buenos minutos de Thomas y sobre todo Abrines han matado el partido. El norteamericano sumando puntos con su polivalencia y el mallorquín despertando desde el perímetro de 3 en 3 han puesto el 72-55 con el que se iniciaba el último cuarto.

Con el partido ya decidido y los polacos rotos, los últimos diez minutos han sido un puro trámite. Los blaugrana han acabado jugando sin ninguna presión, muy cómodos y sin oposición. De esta forma las diferencias han ido creciendo hasta llegar al 86-67 final con minutos para Hakanson incluidos.