
Ambos equipos salían con un altísimo nivel defensivo. Solamente la chispa de Campazzo, anotando los primeros 8 puntos de su equipo, destacaba en un comienzo de poca anotación (8-4, min. 6). Los blaugrana compensaban el alto número de pérdidas (4) con la superioridad en la pintura de Seraphin sobre Tavares, anotando 6 puntos que ponía la primera ventaja para los suyos con el 10-11. Los últimos cuatro minutos de primer cuarto fueron un carrusel de tiros libres que acabó en empate al final del mismo (15-15).
En el segundo periodo, uno de los protagonistas fue el colegiado Streten Radovic, con dos gratuitas técnicas a Sito Alonso y Rudy. Doncic se encendía, ya sin la defensa de Pressey, para hacer daño desde el pick and roll, donde Felipe (el mejor de los suyos en la primera mitad con 8 puntos y 7 rebotes) aprovechaba las asistencias del esloveno para poner a los suyos por delante, 28-22. Dos triples de Doncic (8 puntos y 5 asistencias en este periodo) y un tercero de Thompinks ponían la máxima de +9 ante un Barcelona Lassa demasiado dependiente del talento de Heurtel (7 puntos). Sin embargo, los visitantes supieron encarrilar el ritmo desde la defensa y con un parcial de 0-7 (Con 5 tiros libres de Navarro) conseguían acercarse hasta el 40-38 al descanso.
En el tercer cuarto, los blancos reventaron el encuentro desde la línea de triple. Tres seguidos permitían endosar un parcial de 11-2 para irse al 51-40 en apenas 4 minutos de juego. La facilidad de Doncic para encontrar a sus compañeros y el ímpetu de Reyes, en su mejor partido de la temporada, hacía que los blaugrana se fueran disolviendo al no encontrar un referente que devolviese a su equipo al encuentro. La puntilla al parcial de 28-14 la puso Luka Doncic desde tres cuartos de cancha para terminar de hundir al Barcelona Lassa (68-52).
Sin palabras. Esto no es casualidad, es talento. Luka Doncic. #Eurofighters pic.twitter.com/GCwRC54zrF
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Navarro y Campazzo recibieron sendas técnicas (provocando la expulsión del argentino) nada más empezar el último cuarto, pero el encuentro ya estaba visto para sentencia. Solo una grandísima racha de Pierre Oriola dio algo de esperanza a su equipo (80-71 a cuatro minutos para el final del encuentro), pero una nueva maravilla de Doncic para asistir a Reyes terminó de atar la victoria. El Madrid se toma la revancha en el segundo Clásico de la temporada.
Una genialidad más. Doncic se está gustando y el @RMBaloncesto sentencia el choque. #Eurofighters pic.twitter.com/6NhU1AgQVM
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El triple marcó la diferencia. No era el día de los de Sito Alonso desde el 6,75. Se palpaba al descanso, con un aceptable 6/16 para el Real Madrid por el 2/9 blaugrana. Sin embargo, en el tercer cuarto, los de Laso bombardearon a su rival con un 5/10 demoledor (como lo fue la bomba de Doncic), más aún viendo que los porcentajes de su rival, no hacían más que bajar (0/4).
Luka Doncic ya decide Clásicos. Nueva exhibición de la cara más sonriente de este Real Madrid, que dejó un nuevo sello con una canasta que será recordada en la historia de los Clásicos. Con 8 puntos y 5 asistencias en el segundo cuarto, hizo que el Real Madrid comenzara a carburar, y terminó de acelerar en un tercer cuarto en el que jugó a placer. Volvió a demostrar por qué es el jugador más completo de Europa, acabando con 16 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias.
Sito Alonso no encontró la fórmula. Si en el Clásico jugado el 12 de noviembre acertó con la titularidad de Hanga como escolta y la alternativa de Ribas como base suplente, esta vez, el entrenador del Barcelona Lassa, frustrado con el trío arbitral desde el incio del partido, estuvo superado al no terminar de cerrar todos los agujeros que abrían los madridistas. La salida de Doncic estuvo eclipsada por Pressey, pero Laso obligó a su rival a elegir colocando inmediatamente a Randle en la pista. El esloveno quedó libre y encarriló el encuentro para los suyos. Tampoco convencieron Sanders (desaparecido tras un gran inicio) y un Tomic que, más allá de sus números, no aportaba al juego colectivo del equipo y estuvo completamente superado por Reyes en la lucha por el rebote. Acabó probando con Claver (después de no haber jugado en todo el partido) y Oriola como únicos interiores y parecieron ser la apuesta más acertada.


