Los equipos de Euroliga ya han tomado velocidad de crucero y muchos de ellos buscan ese refuerzo que apuntale su plantilla antes de llegar a la mitad de la temporada. El Real Madrid de baloncesto no es la excepción: con Sergio Rodríguez y Martynas Pocius explorando el mercado, el club blanco intenta ejecutar el último movimiento solicitado por Sergio Scariolo. La NBA ofrece pocas oportunidades y la dirección deportiva amplía el radar hacia otros mercados para satisfacer al técnico madridista.

Sergio Scariolo demanda un escolta anotador

El Real Madrid comparte liderato en la ACB con Valencia Basket, pero en Euroliga navega en una irregular décima posición, aunque a solo dos victorias del trío de líderes: Hapoel Tel Aviv, Estrella Roja y Panathinaikos. Desde hace semanas, Sergio Scariolo insiste en la necesidad de incorporar un escolta anotador y en los últimos días han llegado varios perfiles ofrecidos, todos ellos procedentes de la NBA G League.

El principal obstáculo para lanzarse a por opciones como Jamaree Bouyea o Tyson Etienne —dos perfiles que encajan por su capacidad anotadora y por su buena adaptación junto a Campazzo o Feliz— es el pasaporte. Ambos son estadounidenses, y ahora mismo Scariolo ya debe gestionar las plazas de extracomunitarios con Lyles, Okeke y Deck, estos dos últimos aún inmersos en los trámites para obtener pasaporte nigeriano el primero y español el segundo.

Sin embargo, la tramitación de estos pasaportes se está alargando más de lo previsto, lo que imposibilita incorporar una cuarta pieza con condición de extracomunitario. Por este motivo, las vías NBA y G League quedan prácticamente descartadas, a lo que se suman las dudas sobre la adaptación e impacto inmediato de los perfiles mencionados. Ya ocurrió con la llegada de Dennis Smith Jr. y, en menor medida, con la irregular aportación de Bruno Fernando, traspasado hace unas semanas al Partizan de Belgrado.

En el Real Madrid impera la filosofía del ‘sin prisa, pero sin pausa’ para abordar un fichaje que consideran imprescindible y también miran opciones desde otros mercados menores. Mientras tanto, Scariolo tratará de exprimir la mejor versión de Krämer y Procida —ambos brillantes con Alemania e Italia en las ventanas FIBA—, dos incorporaciones veraniegas que aún no han tenido demasiadas oportunidades. Incluso podría abrir la puerta a más minutos para Egor Amosov, el canterano con mayor impacto en el filial blanco dentro de la Liga U22.