Dusan Jelic es esa clase de jugadores que responden con una profesionalidad excelente allá donde vayan. Nunca le ha importado que su compromiso con determinado equipo fuese para un partido, para dos o para un año. Siempre lo ha dado todo en la cancha y esa actitud, junto con el hecho de conocer muy bien multitud de ligas europeas, hace de él un jugador cotizado en el mercado europeo.
Guerra de los Balcanes: Rumbo a la Liga Griega
Jelic inició su carrera deportiva en las filas del Estrella Roja, equipo de su ciudad natal, Belgrado. Eran inicios de los 90 y el jugador era uno más de la extensa hornada de talentos formados al “amparo” de la extinta Yugoslavia. Pero pronto emigró a la cercana Grecia. Era 1993 y el Panionios se hacía con los servicios de un joven pívot de 19 años que huía de la terrible guerra que asolaba su país. Tras cuatro años en el país heleno, en 1997 intentó marcharse al Alba de Berlín, pero la Federación griega de baloncesto le denegó el pase y tuvo que permanecer en el Panionios, equipo que abandonó en 2000 ante la llamada de su club de origen. El Estrella Roja volvía a tener en sus filas al que en su día fue un center talentoso, con un prometedor futuro en Europa. Pero habían pasado los años y Jelic no explotaba como jugador. El regreso a su casa, a un Belgrado que se intentaba rehacer poco a poco de las heridas de la guerra, fue un intento de Jelic de reencontrase con sensaciones pasadas.
Pasaporte comunitario. Inicia el viaje por Europa
Sus años en Grecia le habían permitido ganarse un buen caché, a pesar de todo, y obtener la nacionalidad griega (adoptó el nombre de Kostsopoulos )
Apenas unos meses después de regresar a Serbia, el Alicante se hizo con sus derechos para disputar la Liga LEB. En la ciudad valenciana Jelic demostró el tipo de jugador que es. Con sus más de once puntos y siete capturas por partido, el serbio dejó patente que la clase y la rapidez no están reñidas con el paso de los años.
Esa campaña, la 2000-2001, la finalizó donde la había empezado, en el Estrella Roja, que le contrató de manera temporal para cubrir la baja de varios jugadores lesionados.
Así, el año siguiente le llegó una de las oportunidades de su vida, pero no fue capaz de aprovecharla. El Olympiacos le contrató para la temporada 2001-2002. Sin embargo, su regresó a la baloncesto que le acogió cuando aún era un chaval fue más bien discreto. Jelic intervino en pocos partidos y aportó demasiado poco al equipo, que se procalmó campeón de la copa griega.
No obstante, en el Air Avellino confiaron en sus posibilidades y el año 2002-2003 vio como Dusan Jelic debutaba en el Pallacanestro. Fue un buen año bueno para el pívot serbio, que disputó más de treinta partidos, con buenos números: nueve puntos y siete rebotes por encuentro.
Al inicio de la temporada 2003-2004, las bajas de Luis Scola y Tiago Splitter obligaron al Tau a buscar en el mercado europeo dos jugadores que supliesen a los pívots sudamericanos, cuyo periodo de convalecencia se estimaba largo. Jelic llegó a Álava junto con Koutorovic, ambos con sendos contratos temporales.
El Tau renovó varias veces el acuerdo con el jugador que, de mes en mes, prorrogaba su contrato con la entidad vitoriana. Incluso se habló de la posibilidad de que finalizase la temporada con el conjunto dirigido entonces por Ivanovic. Pero a finales de enero Jelic abandonaba España rumbo Polonia, donde había recibido una oferta del Prokom Sopot que le aseguraba más minutos e importancia dentro del equipo. Por entonces Jelic había sonado para el Madrid, que finalmente se hizo con los servicios de Pat Burke.
El ex del Tau completó una aceptable temporada en el baloncesto polaco (8.9 puntos, 4.5 rebotes y consecución del título liguero) lo que le valió una nuevo contrato en la liga griega. Una vez más, Jelic estaba de vuelta, esta vez en las filas del Macedonios. Pero parecía como si el pívot estuviese empeñado en vivir una tragedia griega y en diciembre de 2004 es cortado, tras no cumplir con las expectativas.
Más regresos: continúa el viaje
El pívot vuelve entonces a Polonia, en las filas ahora del Anwil Woclawek, al que permanece ligado hasta junio de 2005. Después, añade un equipo más a su extenso currículum y ficha por el Upea Capo DOrlando de la Lega, su primer de los tres equipos en los que jugaría esa temporada 2005-2006. Y es que Jelic, lo quisiese o no, era un auténtico temporero, de los mejores del mundo. Así lo demostró en las escuadra italiana del DOrlando donde, a pesar de anotar más de once puntos por partido, fue cortado en Marzo de 2006. Pero al serbio parece que nunca le van a faltar las ofertas y rápidamente sus huesos fueron a parar al Castelleto de la Legadue, con un contrato de un mes para suplir la baja del mítico Rusconi.
Después de finalizar su vinculación con el que era su decimoprimer equipo, el Huelva llamó a sus puertas y Jelic ayudó al conjunto onubense a mantener la categoría, al vencer en el play out de la LEB
Tras probar el pasado verano con el propio Castelleto, Jelic cogía las maletas para jugar en un nuevo país, Lituania. Hasta allí se fue el bueno de Dusan para jugar en el BK Ventspils, que este año ha disputado la ULEB y ha sido recientemente eliminado en la ronda de octavos.
En recientes declaraciones, esto comentaba acerca de su admirable trayectoria Me siento muy afortunado por haber participado en las mejores ligas de Europa. Deseo jugar siete u ocho años más, porque me encuentro con salud para ello. Rusia y Alemania son países donde me gustaría jugar
¿Cuál será su próximo país? ¿Le volveremos a ver por nuestras canchas? Sin duda sería un gran regalo para aquellos que le admiramos.