Sin embargo, detrás del presente de este base americano nos econtramos una historia apasionante. Ed Cota llegó a la Universidad de Carolina del Norte en el año 1996. Su primer año marcó lo que sería el diclo completo. Fue nombrado rookie del año de la ACC (Conferencia de la Costa Atlántica), repartió más de 200 asistencias durante la temporada y fue nombrado Rookie del año, como una vez lo fuera Michael Jordan vistiendo la misma camiseta. Ese año, North Carolina llegó a la Final Four con un equipo donde la base estaba formada por Antawn Jamison, Makhtar Ndiaye y jugadores que tarde o temprano acabaron en Europa como Ademola Okulaja, Shammond Williams y… ¡Serge Zwikker! Arizona los apeó en las semifinales con un equipo compuesto, entre otros, por Arizona de Bennett Davison, Michael Dickerson, A.J. Bramlett, Mike Bibby y Jason Terry.
Los tres años siguientes estuvieron plagados de éxitos individuales a nivel estadístico, el más destacado el convertirse en el primer hombre e la historia de la NCAA que acumuló en su estadística 1000 puntos, 1000 asistencias y 500 rebotes. Llegó a otras dos Final Fours pero en ambas, North Carolina se fue a casa tras el primer partido. En 1998 la Universidad de Utah, con Hanno Mottola, Britton Johnsen y Michael Doleac al frente fue su ejecutora, y en 2000, en el último partido de Cota con la UNC en el año en el que compartió equipo con otros “europeos” como Kris Lang o Joseph Forte, fue la Florida de Mike Miller, Udonis Haslem, Justin Hamilton y Matt Bonner la que los derrotó a las primeras de cambio.
Sin embargo, Cota había conseguido un gran prestigio a pesar de ciertos problemillas -antes de comenzar la temporada fue denunciado, junto a su compañero Terrence Newby, por participar en una pelea, posteriormente declararon haber intervenido sólo para separar- que fueron eclipsados por unos números brillantes. Puso en peligro los récords de la conferencia en cuanto a estadísticas, en posesión del ex-baskonista Chris Corchiani. Ni siquiera Raymond Felton ha conseguido batir sus registros en la UNC.
En su primera etapa profesional comenzó a mejorar en sus facetas menos fuertes y registró un buen porcentaje en el lanzamiento de tres puntos: 48,5%, el mejor de su liga. El verano siguiente volvió a intentar hacerse hueco en la mejor liga del mundo a través de las ligas de verano pero tampoco fue posible… la NBA se le resistía y Cota decidió hacer el camino más largo emigrando a Europa.
Su primer equipo fue el Ostende belga. “Es bueno viajar y conocer otras culturas“, pensaba Ed, que llegaba a un equipo que jugaba Euroliga y con el que se proclamó campeón de la débil liga belga. Sin embargo, su principal beneficio de esta etapa fue poder aprovecharla como escaparate para que un equipo más poderoso se fijara en él: el Zalgiris Kaunas lituano.
El idioma fue el principal inconveniente para su adaptación al país báltico. Sin embargo pronto se hizo un hueco en la liga lituana y la Euroliga. Casi 7 asistencias, 5 rebotes y 12 puntos por partido son números a tener en cuenta si se firman en Euroliga, una competición de la que Cota afirmaba: “Es la mejor liga del mundo tras la NBA. Se parece más a la Liga Universitaria, pero los jugadores tienen mucho más talento.“
El segundo año en el Zalgiris no hizo sino ratificar el buen hacer de Cota, que mejoró en anotación y se hizo más protagonista. “Soy más rápido y mi tiro de tres ha mejorado mucho en Lituania, porque todo lo que hacen los lituanos es tirar desde ahí“, decía un Ed que se encontraba preparado para intentar ingresar en la NBA por tercera y última vez.
En Rusia los números se mantuvieron pero las aspiraciones del equipo eran menores. Un año después Cota estaba de vuelta en Lituania para intentar volver a sentirse tan importante como antes. Sin embargo, en esta ocasión nada fue lo mismo. Su estado de forma era muy malo, y en una mala noche Ed fue detenido conduciendo con una alta tasa de alcohol en sangre. Su etapa lituana acabó de una manera triste.
Antes de que la temporada acabara, el Winterthur Barcelona recurrió a él como sustituto del lesionado Milos Vuanic. De esta manera el jugador se reencontró con su compañero de North Carolina, Shammond Williams, con el que esperaba poder volver a jugar minutos simultáneamente como años atrás. No se dio el caso, los sistemas de Ivanovic no contemplaron esta posibilidad, posiblemente porque Ed tampoco alcanzó un nivel espectacular. Volvió a llegar a una Final Four, (de la Euroliga, en Praga) y volvió a caer a las primeras de cambio. Definitivamente, este sistema de competición no se le da muy bien.
En Mayo salió del Barça y se fue a jugar el Cetrobasket con la selección de Panamá. Cota es norteamericano pero puede jugar en la selección panameña porque sus padres son originarios de este país. Ganaron el Centrobasket y fueron al Mundial de Japón, donde Panamá cayó en la primera fase mientras a la vez que el peor año de Ed pasaba a la historia.
La nueva temporada le dio la oportunidad de cambiar de aires y emigrar a Israel, donde el Hapoel pretendía hacer un equipo poderoso con opciones de llevarse la Uleb Cup de nuevo. Para ello hizo el esfuerzo de mantener a Austin en plantilla a pesar de las ofertas y fichar a Cota como reemplazo de Horace Jenkins. De momento el objetivo sigue siendo posible, y este martes empezará la lucha por mantenerlo, el Hapoel jugará su primer partido de la serie que lo enfrenta en cuartos contra el FMP.