Lo dice Jim Boeheim, entrenador de la Universidad de Syracuse con 32 temporadas de experiencia en los banquillos. “Es la mejor generación de freshmen que he visto nunca”. Boeheim, que vio a Carmelo Anthony deslumbrar en su única temporada en los Orangemen, define así a un grupo de jugadores que ha irrumpido con fuerza este año en una NCAA que buscaba herederos para Greg Oden y Kevin Durant. Jugadores como Michael Beasley, OJ Mayo, Derrick Rose, Eric Gordon, Kosta Koufos, Kyle Singler, Kevin Love o Austin Daye conforman un impresionante grupo de jugadores universitarios de primer año que están sacudiendo por completo la competición. Beasley ha comenzado el año batiendo records en los Wildcats de Kansas State con 30 puntos y 20 rebotes de promedio en los 3 primeros partidos, postulándose así hacia el número 1 del próximo Draft. Luchando por ese cotizado puesto estarán también OJ Mayo (más de 25 puntos de media por encuentro) o Derrick Rose, al frente del potente combinado de Memphis.

Y es que esta generación viene dispuesta a batir todos los records. Si el año pasado 8 freshman fueron elegidos en primera ronda del Draft (recordemos de nuevo a los Oden, Durant, Brandan Wright o Mike Conley) este año la cifra podría ser aún mayor, puesto que buena parte de estos recién iniciados en la Universidad parecen estar listos para dar el salto tras sólo una campaña en el college. Y precisamente eso es lo que harán muchos de estos jugadores, ya que parece que buena parte de ellos está dispuesta a dar el salto el próximo junio, en el Draft 2008.

Boeheim se reafirma en sus ideas en el New York Times. “Si seleccionáramos a los 10 mejores jugadores de la competición, aproximadamente 6 de ellos serían freshmen”. Algo parecido debe pensar el entrenador de Kansas State, Frank Martin, al hablar sobre su jugador Michael Beasley. “Nosotros conseguimos a un jugador joven que debería ser profesional”.

Con ese tipo de afirmaciones, realizadas por expertos en la competición, volvemos al debate generado al cambiar las normas de entrada en la NBA, que actualmente obligan a los jugadores a tener 19 años y haber pasado una temporada fuera del High School para entrar en el Draft. Expertos en el Draft comienzan a debatir si el impacto de Beasley puede ser superior al que tuvo Kevin Durant y añaden, sin pudor, que Beasley podría haber sido seleccionado entre los 5 primeros el pasado Draft de no haber existido esta norma. La controversia está servida y, de momento, sólo nos queda disfrutar, aunque sea tan sólo una temporada, de esta impresionante camada que muy pronto deslumbrará en los pabellones NBA.