En un mundo plagado de estrellas, como el de la NBA, un tipo fiel a sus creencias y que habla abiertamente sobre su “vida virtuosa” es noticia.

Este es el caso de Mike Wilks, un base de 27 años que comenzó su carrera sin ser drafteado y que ha pasado por media liga: Atlanta Hawks, Minnesota Timberwolves, Houston Rockets, Cleveland Cavaliers, San Antonio Spurs, Seattle SuperSonics, Denver Nuggets y Washington Wizards han visto como Wilks defendía sus camisetas durante más o menos tiempo.

De hecho, Wilks consiguió el anillo en 2005, cuando jugaba en los San Antonio Spurs. Su último equipo han sido los Sonics de Seattle, con los que firmó un contrato por 10 días que se convirtió en la antesala de su llegada a Europa.

El Montepaschi Siena, que es el mejor equipo del año en Italia, se ha hecho con sus servicios para reforzar la plantilla de cara a la recta final de la Lega y el asalto al Scudetto. Wilks no podrá jugar en Euroliga, puesto que el plazo para la inscripción de nuevas fichas expiró semanas atrás, al comenzar el Top-16.

La Biblia nos enseña a ser una luz tenemos que observar y sólo hablar si es necesario“, decía Wilks en una entrevista concedida a HoopsWorld al principio de la temporada, cuando en pleno escándalo por el caso Donaghy la web se preguntaba si todavía había jugadores capaces de abstraerse de las drogas, los abusos sexuales u otras actividades poco “deportivas”.