Jerusalén, 11 de noviembre de 2007. El Hapoel Jerusalén, de Jamie Arnold se enfrentaba en casa al recién ascendido Hapoel Holon, que lidera la Premier League tras hacer una plantilla con jugadores como Malik Dixon -ex-Breogán- o Tre Simmons -ex-Gran Canaria-.
En el segundo cuarto cayó desde la grada lo que parecía un papel. Un empleado del club se acercó para retirarlo, y cuando salió de la pista portando el objeto en la mano éste explosionó ocasionando un gran estruendo. Se trataba de un artefacto explosivo
El operario cae al suelo mientras la gente intenta enterarse de qué a pasado. La detonación le arrancó tres dedos de la mano. Las asistencias médicas trabajaron con ahínco –nueve horas de cirugía– para intentar reimplantar los miembros amputados, pero sólo consiguieron hacerlo con uno de ellos.
El partido, evidentemente, fue suspendido, como así lo han sido el que tenía previsto jugar el Maccabi de Tel Aviv contra el Ramat Gan y todos los de Liga Femenina. De esta manera la seguridad en el Baloncesto israelí se ha puesto en entredicho hasta el punto de que el tema podría desembocar en una crisis.