Muchos fueron los que se apresuraron a criticar al Madrid cuando, tras su derrota frente al Unics Kazan, se colocaba con un preocupante balance de 1-3 en la ULEB CUP. Decía entonces este sector crítico, no se sabe si por la envidia o por el desconocimiento de lo que es el baloncesto, que en las derrotas continentales se estaba viendo al auténtico Madrid, un equipo que tarde o temprano se desinflaría. Pasado un mes de todo aquello, el conjunto blanco se encuentra segundo clasificado de su grupo, con el basket – average ganado al Paok y al Estrella Roja y con el Unics Kazan al alcance. En estos treinta días los de Plaza han consumado un par de vengazas. La primera, más tibia, frente al Eiffel Towers. La segunda, más seria, ayer frente al Estrella Roja. Los serbios, con Milan Gurovic al frente, viajaban a la capital con el papel de víctimas, muy bien asumido por “Malatras” el día previo. El polémico alero fue recibido con una fuerte bronca por parte de la afición, dispuesta a presionar al contrario desde el primer segundo. No hubiese hecho falta. El Madrid salió tan concentrado que en el minuto cuatro ganaba 12-5 y obligaba al técnico visitante a pedir tiempo muerto. Ni las dos faltas que entonces llevaba Felipe Reyes en su casillero fueron un lastre para el Madrid. Plaza sabe lo que tiene y mueve muy bien sus piezas. Se veía que el técnico catalán, una vez más, había estudiado al rival. Gracias a la execelente defensa, que anuló a Gurovic, y los triples de Smith y Bullock, el Madrid rompía el partido. 24-14 al final del primer asalto y los blancos pensando quizá en ir más allá y recuperar el basket -average. Para ello debía aumentar la ventaja a 20 puntos. Estoy convencido de que si hubiese sido necesario ganar por el doble, el Madrid lo habría hecho. Hay veces que los equipos son imparables y uno se pregunta cómo es posible que lo hagan todo tan bien. Porque el Madrid juega bonito, hay alley -hoops, mates, triples, acciones ofensivas sensacionales. Los jugadores, que saben de su buen momento, sonríen, se abrazan, disfrutan. ‘ love this game’.

Susto de Raúl, el Estrella Roja noqueado

Sin embargo no todo eran buenas noticias. Aún en la primera parte, Raúl López hizo un gesto raro y se fue al suelo. Todos pensamos lo peor. Pero nada parecía poder empañar una gran noche. El base de Vic sólo tiene un esguince de tobillo. Un alivio para él y para todos los que disfrutamos con su clase. Así, transcurrían los minutos, con el Estrella Roja malviviendo en el parquet y el Madrid aumentando su ventaja al descanso hasta los 29 puntos (52-23). No le había hecho falta todo un partido entero a los de Plaza. En veinte minutos conseguía aniquilar la resistencia serbia.

Tenso final

El resto del choque bien podría haber trascurrido sin ningún tipo de sobresalto más. Pensamos alguno que el Estrella Roja saldría a por todas, aunque sólo fuese para intentar reducir la ventaja a menos de veinte puntos. Pero no fue así. Los jugadores rojiblancos se dedicaron a hacer la guerra por su cuenta, a perder balones, a tirarse todo lo que caía en sus manos. El encuentro se había convertido en un corre calles del que se benefició Marko Tomas ( 12 puntos en 13 minutos) y Sweet Lou al aprovechar un alley hoop y realizar un mate espectacular que puso Vistalegre a sus pies. Tan noqueado estaba el Estrella Roja que ni sus jugadores reaccionaron cuando Felipe Reyes propinó un cabezazo a Antic. El cordobés es un excelente jugador, pero debe aprender a controlarse. Todo un campeón del mundo y capitán del equipo no puede actuar de esa manera jamás. Es un profesional y hay muchas miradas, muchas ilusiones puestas en él. La ovación con la que le despidió Vistalegre al ser descalificado no hace más que demostrar el cariño que se le tiene, a pesar de todo. Como quiera que el chico ha pedido perdón y se encuentra totalemente arrepentido, uno espera que fuese una cruzada de cables pasajera.

Antic poco después volvió a demostrar que se le da mejor la lucha libre que esto del baloncesto, al propinar un codazo a Tunceri que a punto estuvo de acabar en tangana. Pero para qué, debieron preguntarse los blancos. El Madrid había demostrado su superioridad y confirmaba que también sonríe en Europa

FICHA TÉCNICA:
REAL MADRID, 84 (24+28+18+14): Nguema (0), Smith (15), Felipe Reyes (6), Varda (8), Mumbrú (6), Hernández-Sonseca (2), Hervelle (16), Tunceri (7), Bullock (12), Raúl López (0) y Marko Tomas (12).
ESTRELLA ROJA, 58 (14+9+16+19):Popovic (4), Kovac (0), Thomas (10), Gurovic (16), Radivojevic (11), Dragicevic (4), Antic (9), Burks (4), Aleksandrov (0).
ÁRBITROS: Zavlanos (GRE), Cmikiewicz (POL) y Maestre (FRA). Indicaron técnica descalificante a Felipe Reyes.
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la octava jornada de la ULEB Cup 2006/07, disputado en el Palacio de Vistalegre ante 8.000 espectadores.