Maccabi de Tel Aviv es el primer finalista de la Euroliga, tras remontar veinte puntos al Montepaschi de Siena en la primera semifinal de la Final Four que se disputa en Madrid, llegando a su sexta final europea en nueve años.
Ambos equipos ofrecieron dos caras bien distintas, sí bien en el primer tiempo fueron los toscanos, el fiel reflejo de la alegría, la comunión entre afición y jugadores, en el segundo tiempo, la marea amarilla, mayoría en este palacio de los deportes, fue la que llevó en volandas, a un Maccabi, que supo imponer su historia, veteranía y experiencia, por encima del meritorio conjunto italiano.
Los italianos, empezaron de forma excepcional, con un Terrell McIntyre, recién salido de una operación de tobillo, que ametrallaba y llevaba el tempo del juego a la perfección, liderando a su equipo a ventajas que llegaron a los veinte puntos. La afición de Siena estaba exultante, mientras que la marea, se veía acallada con el vendaval de juego total del Mens Sana Siena. Además Stonerook, seguía aportando su gran capacidad para hacer el trabajo sucio, conocimiento de juego y mano desde la larga distancia.
La intensidad defensiva del Montepaschi iba descendiendo, sobre todo con la entrada de Diener e Ilievski, que no era capaz de aportar ningún tipo de clarividencia al juego a pesar de varias suspensiones anotados. Mientras que el Maccabi empezaba a tirar de oficio, y colocaba a Sharp para aportar exactamente lo que el partido requería, y junto con Alex García, llevaron al equipo a la victoria en unos veinticinco minutos, en los que sin tener demasiada clarividencia ofensiva, a base de orgullo amarillo, y sacrificio fueron capaces de anotar 25, 28 y 31 puntos en los últimos tres cuartos y sobre todo hundir al Montepaschi. García, un jugador que según su entrenador tiene “un corazón que va desde Tel Aviv hasta Brasil”.
Los de Siena se hundieron sin remisión, atascados en ataque, con un McIntyre y un Ilevski, que no fueron capaces de dar soluciones al equipo en la recta final del partido, y hundiéndose desde la línea de tres, lanzando la friolera de 45 triples en un partido de final four, pasando de su juego total, al juego del nuevo milenio más puro de la Lega.
Los amarillos, sin jugar un baloncesto muy brillante, fueron guíados por el gran capitán, que les reunió en el descanso, para decir, esto hay que sacarlo adelante. Buscando un baloncesto sencillo a partir del bloqueo directo, encontraron, tiros fáciles para García, Bynum y Bluthenthal, que acribillaron sin piedad la red toscana, además finiquitando, gracias a su defensa, y fácil salida a la transición.
Bynum y Morris culminaron la victoria, con un precioso alley hoop, prueba de la alegría mostrada por un épico Maccabi. Aún así, la temporada del Montepaschi, el gran valor al alza de baloncesto europeo, sigue siendo, increíble, ya que con jugadores que estaban en el mercado y sin demasiado caché, ha sacado al equipo que mejor juego a practicado en Europa este año.