El Tau Cerámica destruyó el poderoso bunker helado del Tívoli, donde antes habían caído en el fragor de la batalla dos pesos pesados como el Olympiacos y el CSKA. El Olimpija, un equipo en casa, y otro bien distinto fuera de su pista, comenzó fuerte en ataque, perfectamente llevado por el caluroso apoyo que ofrecieron sus aficionados durante los cuarenta minutos. Pero eso fue un espejismo, ya que los de Spahija se pusieron las pilas en defensa a los cinco minutos, y además siguieron anotando con gran facilidad, sobre todo con un Rakocevic especialmente inspirado desde el exterior. A partir de ahí el partido fue historia, ya que los vitorianos, a pesar de sus altibajos, y de la intención de los eslovenos de volver loco el partido, estuvieron durante tres cuartos rondando los veinte puntos. Dragic no hizo el partido que esperaba, – dijo en la previa: “Perdónenme, pero quiero hacer el partido de mi vida”-, a pesar de dos triples que metieron presión al conjunto baskonista en la recta final del partido.

Un hundimiento esperado

El Olympiacos sacó de la pista al lamentable proyecto del Prokom Trefl de Sopot. Los polacos cayeron en la Paz y la Amistad por 109 a 65. El proyecto de polaco se cae por su propio peso, y es que no es una buena solución para formar un equipo el sobrepagar a jugadores netamente sobrevalorados o pasados de rosca, sobre todo, cuando este equipo está dirigido por uno de los entrenadores más mediocres de Europa, cuyo amistad con el mecenas le permite seguir en el equipo, – “Este fue el peor partido de nuestra historia en Euroliga”, dijo el técnico polaco- . Un Macijauskas más incisivo que nunca, – 27 puntos y 5 asistencias-, junto con el grupo de estrellas rojas, como Marc Jackson, Qyntel Woods etc. Acabaron con la escasa resistencia del intento de reconstrucción polaco. Curiosamente, el “nuevo” Shakur fue el “mejor”, y la “estrella” Gurovic, por el que se dice que se pelearán los dos atenienses el próximo verano,  dio un lamentable espectáculo sobre la pista. Las aguas vuelven a su cauce en el Pireo tras dos derrotas.

Ya dan miedo

Obradovic, parece que con el tiempo va cogiendo el tino de la plantilla, y tras ganar sus anteriores partidos sin demasiada suficiencia, se permitió darse un festín ante el inexperto Chorale Roanne, ganando de 40 y anotando 123 puntos en cancha contraria. Tremenda exhibición ofensiva,  de los verdes, con récord histórico de máxima anotación fuera de casa en la competición, en el que todos los jugadores participaron de forma activa, para conseguir unos soberbios porcentajes de 73.3 % en tiros de dos, – 33 de 45-, 60% en tiros de tres, – 12 de 20-, y 87.5% en tiros libres, – 21 de 24-, a lo que hay que añadir, las 30 asistencias repartidas, con 7 para Becirovic y 8 para Spanoulis, además de las 4 de Diamantidis y de Jasikevicius. En la anotación destacar a Zizic, – 26 puntos en 23 minutos con 10 de 10 en tiros de campo-, Dikoudis, – 18 -, Spanoulis, – 17 -, y otros cinco jugadores sobrepasando o acercándose a los diez puntos. Lo dicho, brutal.

El Zalgiris le saca los colores al CSKA

Un Zalgiris que va a más puso las cosas difíciles al CSKA en el USH, en que acabó a favor de los locales con un arbitraje un tanto casero. Michael Bradley, cortado por el Alba de Berlín recientemente y que llegó esta semana para reemplazar a Tanoka, empezó con buen tiempo su andadura con el conjunto lituano. El ex del Bruesa anotó 13 puntos y capturó 6 rebotes, y lo que es más, se echó al equipo encima en las últimas posesiones. Marcus Brown, después de una gran actuación la semana pasada que le valió para ser el máximo anotador histórico de la competición, naufragó desde la línea de 6.25. Mientras tanto Ramunas Siskauskas sigue confirmando que es uno de los mejores aleros de Europa, y que Savrasenko es como el buen vino, con el tiempo mejora.

Los lituanos y McIntyre, al rescate

El Montepaschi Siena, regresó a la senda del triunfo tras ganar el derbi italiano al VidiVici Bolonia con más problemas de los esperados. Los boloñeses, uno de los peores equipos de la competición hasta el momento, lograron irse al cuarto definitivo con ventaja de cuatro puntos, pero ahí es donde se hundieron por culpa del dúo lituano, McIntyre en el último cuarto, y la intimidación de Eze durante todo el partido.

A la Lottomatica le falta punch

El Pionir volvió a ser una fortaleza inaccesible fuera del alcance de la Lottomatica de Roma, que sigue sin coger la forma y el estilo de juego, aunque es de esperar a que la cercana incorporación a la competición de Erik Daniels, le de un plus a los romanos, que no perdieron la cara al partido, pero que dan siempre la sensación de que no son capaces de rematar o atacar definitivamente un partido. Pekovic y Velickovic volvieron a formar una pareja letal.

Lietuvos pierde la imbatibilidad

Blatt va dando forma a un Efes Pilsen que esta jornada fue capaz de acabar con la imbatibilidad del siempre duro Lietuvos Rytas, que sigue contando con la excelente temporada de Hollis y Petravicius. Akyol ya no viajó con el equipo tras rescindir su contrato con los turcos esta semana, todo indica que firmará con el PAOK de Salónica.

Los lituanos por su parte, podrían firmar a Travis Best para acompañar a Hollis en el uno por la larga lesión de Stelmahers. Además se busca sustituto para JP Batista.