En ocasiones el basket nos regala esos tiros increibles que se dan de tanto en tanto. Esos vuelos fugaces del balón a la red sobre el sonido de la bocina donde uno puede predecir en un instante que ese lanzamiento imposible tiene destino perfecto.
En esta ocasión fue durante un partido de primera división de la liga local nicoleña argentina entre Belgrano Amarillo y Riberas del Paraná, dos equipos que se jugaban la clasificación a semifinales en ese mismo partido.
Sobre el cierre del tercer cuarto, con apenas 5 segundos por jugar, el base local Marcelo Arcovito no logra pasar la mitad de cancha tras la presión de su rival, queda de espaldas al aro donde ataca y sin tiempo en el tablero luminoso. Entonces ensaya una plegaria de último momento y con destino incierto:
Su equipo finalmente cayó derrotado pero en esta ocasión el resultado quedó como un mero dato estadístico anecdótico tras el que fue -según palabras del jugador- "el mejor triple que encestó en su vida".