![]()
El Ave Fénix es un ave mitológica conocida por perecer entre llamas y ser capaz de resucitar de sus propias cenizas. Eso fue lo que logró esta noche el Real Madrid en Atenas, donde apenas 48 horas depués de perder por 28 puntos, sumó una victoria que les pone con el factor cancha a favor, devolviendo por completo todas las opciones para estar en la próxima Final Four.
No lo tuvieron nada fácil los de Pablo Laso, que hoy se tomó la revancha ante Xavi Pascual con una rotación en los últimos 20 minutos que desequilibró el encuentro. Bien es cierto que nadie, pero nadie, podía esperar una aparició en la serie como la que ofreció Felipe Reyes. El capitán blanco sumó desde el minuto 0, batió su récord de anotación y valoración de la temporada (con un 2/2 en triples entre medias) y fue la clave para que el Madrid, por fin, pudiese hacerse con el control en las alturas y llevarse el partido.
Después de un gran arranque del equipo madridista, los peores recuerdos se ciñeron sobre ellos: parcial de 9-2 y Panathinaikos que se colocaba con 17-8 tras los 7 primeros minutos de juego. No era el mejor escenario para la remontada, menos aún con la tremenda intensidad con la que salían los verdes, provocando un primer cuarto lleno de faltas (15) del que el Madrid salía vivo por los pelos (21-16).
El banquillo blanco hizo acto de presencia con efectividad. El Real Madrid se encontró con sus mejores sensaciones atrás y 4 puntos consecutivos de Reyes les ponían por delante (23-24) mediado el segundo cuarto. Esta vez, habría partido. El capitán se medía con Adreian Payne (imparable por momentos el americano) en la pintura pero seguía siendo Panathinaikos quien llevaba el ritmo del encuentro. Cinco puntos seguidos de Marcus Dedmond colocaban el 40-35 al descanso.
El tercer cuarto, el de Jaycee Carroll y Felipe Reyes. 24 puntos anotaron entre los dos jugadores para que el Madrid asestase un parcial de 21-32 que acabó siendo decisivo. Las tornas habían cambiado tras el descanso. Reyes abría la cancha dejando espacios a Ayón en la pintura, que una y otra vez encontraba a sus compañeros en los cortes (5 asistencias del mexicano) para, por fin, encontrar el camino fácil hacia el aro. Con 59-61, Carroll, con un increíble 3+1, y Thompkins, fulminaron por partida doble desde el exterior para poner un más que notable 61-68 a falta de 10 minutos.
El Madrid no volvió a verse por debajo en el marcador pese al empuje de Mike James, que logró empatar el partido por última vez a 68 con dos canastones y una asistencia para Dedmond. Tras el tiempo muerto de Laso, el partido se convirtió en un "toma y daca" en el que los blancos demostraron un tesón admirable en un escenario adverso. Apareció Nick Calathes, casi inédito hasta entonces, para anotar de forma compulsiva durante varios minutos y mantener a los suyos al acecho del más mínimo fallo (75-78 a 5 minutos para el final), pero la dirección de Doncic estaba siendo sublime y la selección de tiros del Real Madrid, impecable. Un nuevo triple de Thompkins tras asistencia del esloveno colocaba el 78-83 con dos minutos por jugarse y, de nuevo, Doncic, fue protagonista en la jugada decisiva, robándole un balón a James a falta de un minuto. No falló tampoco en sus visitas a la personal (8/8) y amarró una victoria que cambia cualquier pronóstico surgido en las últimas 24 horas: el Real Madrid tiene la opción de ganarse, ante su público, el billete a Belgrado.
![]()
1. Felipe Reyes. Así, sin adornos. El capitán blanco fue el invitado inesperado que rompió los esquemas de Panathinaikos. Su salida junto a Rudy Fernández incomodó a un equipo que olió la sangre por momentos durante el primer periodo. Anotó 8 puntos en el segundo cuarto, todos ellos ante un Payne que se estaba saliendo en el aro contrario, y dejó lo mejor para un tercer periodo de película. Como en sus mejores años, jugando de 4 abierto, Reyes consiguió abrir la cancha como no pudo Randolph y, gracias a ello, el Madrid logró hacerse con tiros cómodos cerca del aro. Anotó su primer triple para poner el 46-42 y un segundo para el 49-52 cuando solamente había anotado… ¡uno en toda la fase regular! Su camaleónica aparición se refleja en que, por primera vez en toda la temporada, dio más asistencias (3) que rebotes capturados (2).
2. El control del rebote vuelve a ser síntoma de victoria. Si en el primer partido fueron los "tréboles" quienes se llevaron la lucha por 38-26, esta vez fue el Real Madrid más contundente todavía, con un 24-43. Laso optó por sentar a Tavares y Randolph en la segunda mitad y dejar todos los minutos para Reyes, Ayón y Thompkins, que cerraron muy bien el rebote a jugadores como Payne (3), Gist (2) y Antetokounmpo (0). Incluso Doncic se llevó el duelo individual ante un base muy reboteador como Calathes. Los números no mienten y ambos equipos tendrán que tenerlo en cuenta de cara a los dos partidos que quedan en Madrid.
3. Luka Doncic, brillando desde el fango. Un partido extraño para él… que acabo teniendo el mejor final posible. No anotó ninguna canasta en juego y tiró menos que nunca. Pero la virtud de Doncic en este encuentro estuvo en saber cuál tenía que ser su rol: el de dirigir al equipo, defender a Calathes y sumar, porque, acertado o no, tiene esa capacidad para hacer de todo en la pista. Estuvo en cancha durante prácticamente toda la segunda mitad y fue el encargado de sellar la victoria con muchas visitas a la personal. Inmaculado. Sin anotar en juego, se fue hasta los 18 de valoración gracias a sus 5 rebotes, 4 asistencias y 8 faltas recibidas. Aprendiendo a brillar fuera de los focos.
![]()
![]()
![]()