Los chicos de Pablo Laso recibían en el Wizink Center a un Bayern de Munich que no se jugaba nada. El Madrid, en cambio buscaba la segunda plaza del grupo, la cuál le permitía evitar un cruce en cuartos ante sus verdugos del año pasado, el Anadolu Efes o el Maccabi de Tel Aviv, que está empezando a resurgir de sus cenizas.
Cantos de sirena en la primera parte
El Real Madrid empezó el partido muy enchufado, encontrando fácil el aro rival y jugando rápido, recordando al Madrid de principio de temporada. Otra buena noticia en los primeros compases del partido fue el acierto desde la línea de 6,75. El conjunto merengue lleva desde inicio del año con serios problemas para anotar de tres, pero hoy parecían haberse solucionado, ya que al final de la primera parte, ya habían anotado 13 triples y menos Tavares y Poirier, todos los jugadores que habían disputado minutos, habían anotado al menos un triple, siendo Causeur uno de los más destacados.
El Wizink volvía a vibrar con el ritmo anotador al que han estado acostumbrados y la ventaja comenzaba a ser importante. Los parciales de los dos primeros cuartos fueron de 24-17 y 28-17 respectivamente, 18 puntos de ventaja al descanso.
Fin de los cantos e inicio de la hecatombe
El Bayern de Munich salió del descanso mucho más agresivo y empezó a dar signos de reacción, sobre todo de la mano de Jaramaz. El Madrid conseguía contener los empujes de los germanos. La ventaja llegó a ser de 20 puntos y el tercer cuarto acabó en manos del Bayern, dejando la diferencia en 16 puntos, casi insalvable en un solo cuarto.
El quinteto puesto en pista por Andrea Trinchieri salió muy agresivo en defensa y en ataque y empezó a anular al Madrid, que se seguía aferrando al triple, pero estos no entraban. La sensación en el partido era que el Bayern podía llegar a remontar, ya que el nerviosismo entre los de Laso era patente. El equipo de Laso se rompió y los Hunter, Sisko y Jaramaz empezaron a darle la vuelta al marcador. El aluvión fue tremendo, el Madrid estaba descompuesto y los primeros pitos, raro en el Wizink, empezaron a sonar. El parcial fue demoledor, dándole incluso una ventaja clara al Bayern, que acabó el cuarto con un 13-38 que dinamitó el partido.
El Madrid acaba como cabeza de serie en esta fase de grupo habiendo perdido 8 de sus últimos 10 encuentros y esperando a enfrentarse a uno de los dos equipos con los que ninguno de los cuatro primeros quería enfrentarse.
88 – Real Madrid (24+28+23+13): Causeur (12), Abalde (6), Deck (12), Tavares (8) y Yabusele (12) -cinco inicial-, Williams-Goss (3), Rudy Fernández (3), Hanga (6), Randolph (4), Llull (12), Poirier (2) y Taylor (8).
97 – Bayern Múnich (17+17+25+38): Lucic (7), George, Rubit (5), Sisko (13) y Radosevic (8)-cinco inicial-, Hunter (11), Jaramaz (19), Hilliard (4), Thomas (16), Obst (9) y Zipser (5).