Una de las temporadas regulares más bonitas que la NCAA nos ha podido regalar en los últimos años, ya sea por el ''bajo nivel'' que alegan algunos, o bien por las simples sorpresas que diariamente hemos podido presenciar en este curso 15-16 hasta día de hoy, está llegando a su fin y por eso me gustaría dedicar unas líneas a un fenómeno más que interesante.
-El reclutamiento vía transfer, y los casos en los que los jugadores permanecen 5 años en la NCAA, lo que se llama ''5th year seniors'' o ''Super seniors'' en USA.
Para comenzar, explicar que el ''Redshirt'', no es un método de reclutamiento, pero si permite alargar la carrera de un jugador universitario durante una temporada más, sin ir más lejos, un jugador que ha sufrido una lesión fuerte durante la campaña y que no ha podido jugar un mínimo de partidos a lo largo del año, puede pedir una evaluación médica para que se le extienda durante una temporada, o un semestre la elegibilidad perdida por causas ajenas o incluso puede elegir ser redshirt antes del comienzo de la campaña, para no disputar esa temporada y no contar en su elegibilidad personal, bajo ciertas condiciones.
Sin embargo, en una época en la que el ''One-and-done'', es decir, el reclutamiento de estrellas de Instituto, para que estén una única temporada en un programa y luego pongan rumbo al profesionalismo de la NBA, el método de buscar en las bolsas de transfers o de seniors ya graduados, en busca de nuevos objetivos o de alcanzar estandartes que en su anterior equipo no habían podido alcanzar, está muy infravalorado. Ante ello planteo la siguiente pregunta:
¿Es más importante el talento puro o la experiencia?
¿One-and-done o Graduated Senior?
En una competición tan táctica y dura como es la NCAA, hemos visto como jugadores que tienen todo el talento puro del mundo no acaban por triunfar, algo que para nada se tiene porqué traducir en su carrera profesional y viceversa, jugadores con experiencia en la liga universitaria no han pasado de ser ''Role Players'' en las grandes ligas. Por ello, voy a poner unos cuantos ejemplos a temporada 15-16 para poder explicar este fenómeno.
Esta temporada, como ya comentaba, gran parte de las sorpresas han sido gracias a que ciertos programas nos han sorprendido a todos, potencias basadas en la experiencia han sido las dominantes frente a una camada de freshmans, que no ha terminado de lucir como debería, capitaneada por el ''aussie'' Ben Simmons y el Haitiano, algo caído en el ostracismo, Skal Labissiere.
Sin embargo, hemos tenido en la cara contraria de la moneda, jugadores senior, con pasado en otros programas, que han sido clave para la revolución que todos nuestros ojos, hemos podido vivir esta campaña.
Desde Miami, los Canes nos han deleitado con un juego eléctrico, vistoso, y sobretodo capitaneado por su ''backcourt'' de dos senior llegados por transfer, el diablo puertorriqueño, Angel Rodríguez y uno de los mejores anotadores de toda la conferencia, como Sheldon McClellan. Llegados desde Kansas State y Texas respectivamente, ambos seniors han sabido en todo momento interpretar lo que Jim Larrañaga ha querido de ellos en campo y han conseguido un inesperado 2o puesto en la todo poderosa Atlantic Coast Conference.
Si nos marchamos a la B1G, Jarrod Uthoff ha llevado a unos Hawkeyes a unos niveles, en los que nadie, incluido yo, les hubiera situado esta campaña, convirtiéndose en un jugador más que interesante y que dejaba lejos sus problemas en Wisconsin y con Bo Ryan. Por supuesto, los todopoderosos Spartans han podido disfrutar de un jugador llegado por transfer y que ha dinamitado su juego y su anotación siendo un asesino desde la línea de tres puntos llegado desde Cleveland State, hablamos de Bryn Forbes. Otros ejemplos, que no podemos olvidarnos, son los del dúo magnífico de los Mustangs salpicado por las sanciones, como son Nic Moore y Jordan Tolbert, que han llevado a su equipo a un ''Co-liderato'' de la AAC, pasándose gran parte de la campaña con 0 derrotas en su casillero.
Por supuesto, no nos podemos olvidar de uno de los jugadores más divertidos de ver de todo el país para ver jugar, el excéntrico escolta de los Cardinals Damion Lee, llegado desde Drexel, ha demostrado de lo que es capaz de hacer en una cancha de baloncesto aparte de sus extraños peinados. Sin olvidarnos tampoco de otros como Kyle WItjer, Michael Gbinije, Devonta Pollard o Jamel McKay entre otros.
Aunque no estamos hablando ahí de jugadores que sean graduated, salvo el caso de Tolbert y Lee, que sí han llegado como graduados a sus respectivos equipos, son jugadores que tras sentarse un año y adaptarse a su nuevo equipo, han tenido más experiencia para ver desde fuera la competición, algo que ayuda realmente al bloque, como en su día por ejemplo, ayudó la llegada de Tariq Black a unos Jayhawks necesitados de dureza y presencia interior. Podemos declarar, que la temporada, ha sido una de las peores en cuanto a nivel de los últimos años, o tambien podemos verlo como el fracaso de los grandes productos del ''One-and-done'' en una de las camadas más sobrevaloradas de HS en los últimos años, en lo que ha dejado a la luz que en una competición como la NCAA, el talento no es lo único que prima, si no que es necesario tener jugadores que aporten algo más, algo diferente, lo que en la NBA se llama un ''glue guy'', porque:
¿Qué hubiera sido de Louisville sin Trey Lewis y Damion Lee? ¿Dónde estarían los Canes sin Murphy, Rodriguez o McClellan?¿Hubiera ganado Indiana la B1G sin Zeisloft y Bielfeldt?
Yo pienso que las respuestas a todas las preguntas anteriores serían negativas, por ello, no nos tenemos que olvidar, de que en el baloncesto, no se vive solo del hype y del talento.