El encuentro comenzaba con una Croacia que salía sin demasiados complejos, aunque rápidamente los españoles recuperaron terreno. Con el paso de los minutos, España empezó a asentarse atrás desde la defensa de los hombres exteriores, algo que se sostenía en el ataque gracias a los puntos de Mirotic y de un Pau Gasol que iba a otra velocidad distinta. El de Sant Boi se puso el mono de trabajo para comenzar a dominar el partido a su antojo, como casi siempre, mostrando la excelencia de su baloncesto. De esa manera, los de Sergio Scariolo comenzaron a mandar con un poco de solvencia para cerrar el cuarto con ventaja (13-21).
En el inicio del segundo cuarto, Bogdanovic comenzó a hacer de las suyas y a desesperar a la defensa española. El jugador de los Nets empezaba a gustarse y a encontrarse cómodo sobre el parquet. Croacia igualaba fuerzas aunque no era suficiente como para meterle miedo a España. Los hombres de Petrovic lo intentaban, pero los hispanos se mantenían fuertes desde la defensa y con Gasol, otra vez, haciendo daño en ataque. Sin embargo, otro fogonazo balcánico ayudó a que el marcador se apretase un poco más, terminando de acortar distancias con un triple de Mario Hezonja sobre la bocina (32-38).
Tras el paso por los vestuarios, España quiso subir un poco sus revoluciones y puso tierra de por medio a pesar de los intentos de Bogdanovic para no perder de vista a su rival. De hecho, los españoles llegaron a ponerse catorce puntos arriba, la máxima del encuentro en el ecuador de este tercer periodo. A pesar de ello, Croacia se volvió a levantar de forma asombrosa para, esta vez sí, meterle miedo a España y decirle “ya estoy aquí”. Los croatas tenían que tirar mucho de individualidades y de responsabilidades más que de táctica, pero eso les estaba sirviendo para hacer que España dudase, aunque Mirotic apagó un poco el fuego con un triple al borde del bocinazo de fin de cuarto (47-54).
La inercia positiva del tercer periodo llevó a los croatas a creerse que podían ganar, a pensar que podían ser capaces de ponerse por delante, haciendo efectiva su ventaja tras un mate de Luka Babic que remarcaba un parcial de 10-2 en los primeros cuatro minutos del cuarto. Cuando más apretaba la necesidad, el Chacho, que también estaba cuajando un buen partido, y Gasol respondieron con creces a pesar de que Bogdanovic parecía hechizado; el ex del Fenerbahçe estaba anotándolo casi todo y con mucha oposición, convirtiéndose en pesadilla para los defensores, que no sabían cómo frenarle.
España le dio la vuelta desde los tiros libre, pero otro tirón de los croatas culminado con un robo y canasta de Krunoslav Simon hizo que los españoles se metieran en un problema. Y es que los dos siguientes ataques se tradujeron en una fortísima defensa croata y en dos fallos de una España que tuvo que forzar mucho para encontrar opciones claras de canasta. Por ello, Llull tuvo que hacer falta sobre Simon con 17 segundos para el final.
El ex de Unicaja se anotó los dos y puso cuatro de ventaja por encima a Croacia. Le tocaba dar a España, y los de Scariolo resolvieron con un triplazo de Mirotic daba todavía esperanzas. Era el turno de Croacia y los nuestros consiguieron que Saric fuera a la línea, ya que es uno de esos sospechosos habituales en errar desde el 4,60. El jugador de los Sixers falló uno y metió otro, dejando que España tuviera bola para empatar o ganar.
No obstante, primero Llull no estuvo certero en un pase en el que buscaba a Gasol y, después, el propio Gasol intentó un gancho tras recibir de línea de fondo que sería taponado de forma espectacular por un Saric que apareció de la nada y dejaba el marcador final en 72-70.
Eso sí, el tapón de Dario Saric es digno de reconocimiento. Acción decisiva del jovencísimo talento croata. https://t.co/rh5cO4nSpY
— Daniel Rocamora (@Fan_NBAESP) 8 de agosto de 2016
Al final, Croacia empezó siendo el Coyote y terminó siendo el Correcaminos.
España, por su parte, tendrá que corregir errores para empezar a solventar partidos en una competición tan corta y exigente como estos JJOO de Río de Janeiro.